/ viernes 14 de diciembre de 2018

Con café y a media luz | Crónica de una migración anunciada

Fue durante la primera administración de la exalcaldesa de Tampico, Magdalena Peraza Guerra, que este servidor tuvo la oportunidad de entrevistar en repetidas ocasiones al funcionario de extracción perredista Alberto Sánchez Neri, quien, siempre, muy amable y atento, respondía a todas las preguntas que yo le hacía cuando trabajaba como conductor de noticiarios para el desaparecido “Noticable Buenos Días”.

El hombre fiel a su extracción de izquierda nunca se amilanó y, por el contrario, señalaba sin mesura alguna lo que él consideraba como “errores garrafales” de aquella Presidencia panista. No debemos olvidar que la primera ocasión que la profesora ocupó la representación del poder ejecutivo en el municipio fue bajo el cobijo del partido blanquiazul y no del tricolor.

“Calentados” los ánimos por la reciente derrota de Andrés Manuel López Obrador como candidato por la coalición “Por el bien de todos” frente a Felipe Calderón Hinojosa, Sánchez Neri hizo propia la reyerta y defendió como pocos la bandera del “sol azteca”, asegurando que estaría con este escaparate hasta que “la parca” lo llevara a cumplir su cita con el destino y no escatimó recursos ni despreció entrevista alguna en la que pudiera replicar las acusaciones de corrupción que ya hacía a nivel nacional el ahora presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Para la siguiente elección federal por la Presidencia de la República seis años después, el PRD conformó el Frente Amplio Progresista y nuevamente Alberto Sánchez Neri hizo lo que le correspondía al interior del partido. De este evento democrático el resultado lo sabe toda la población.

Meses después de que MORENA recibiera su registro como partido político, cumple su ciclo de vida la empresa para la que yo prestaba mis servicios y ya no pude entrevistar a la figura local que tantas notas había dado a los medios regionales por su quehacer desde la trinchera de la burocracia.

Fue entonces que empecé a generar las colaboraciones para EL SOL DE TAMPICO y procuré no perderle la pista a este interesante individuo.

Transitaba el 2015 y en uno de los trabajos entregados señalamos, sin afán de presunción y mucho menos de vidente, que el verdadero descalabro para los escaparates políticos de ese entonces que representaba el Movimiento de Regeneración Nacional sería para los de izquierda, en particular para el PRD, pues un buen número de miembros de sus filas de inmediato empezarían a incrementar las filas morenistas por seguir la imagen del originario de Macuspana, Tabasco.

Recuerdo a Alberto Sánchez Neri, asegurando que el PRD en Tamaulipas seguía fuerte y sólido. Lamentablemente los resultados en las urnas evidenciaron otra situación completamente distinta y el “sol azteca” se vio eclipsado por el resto de los partidos contendientes.

Sin embargo, y fiel a su costumbre, Sánchez Neri no se “achicó” y lo vimos nuevamente liderando grupos, dando entrevistas a los medios, oponiéndose a las decisiones ejecutivas del presidente en turno o, en algunos casos, respaldando aquellas que consideraba justas y útiles.

Hace algunos días un buen amigo me llamó por teléfono y después de citarnos en un céntrico café de Tampico, me comentó que el protagonista de la entrega de hoy daría muy pronto la noticia de su salida del PRD y, con él, partirían con rumbo político desconocido hasta ese momento, una buena cantidad de militantes que se decían decepcionados de la situación que imperaba al interior de esta organización.

No quise hacer comentario alguno hasta no ver las primeras declaraciones de este hombre y el día de ayer, jueves, pude leer varios artículos en los que decía adiós al PRD y aseguraba que poco más de 25 mil militantes activos en el estado de Tamaulipas harían lo propio, así como 5 mil tampiqueños registrados como simpatizantes de esta plataforma.

Aunque sería cómodo concluir la columna con un remate sencillo, no sería ético. Pues también existe la versión de que la expulsión de Alberto Sánchez Neri ya estaba dictada por la cúpula perredista y él y una lista considerable de miembros quedarían fuera de manera incómoda del partido.

De igual manera, también existe quien asegura que “no son tantos como él dice que renunciarán”.

La verdad es que, si son pocos o muchos, por propia voluntad o por decisión del partido, esta merma que está teniendo el PRD no le ayudará mucho a su subsistencia en el plano político local, estatal y nacional.

Deberemos esperar para ver cuál será el desenlace de esta historia. ¿Será acaso que estamos viviendo el ocaso del sol azteca?

¡Hasta la próxima!

Escríbame y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

licajimenezmcc@hotmail.com


Fue durante la primera administración de la exalcaldesa de Tampico, Magdalena Peraza Guerra, que este servidor tuvo la oportunidad de entrevistar en repetidas ocasiones al funcionario de extracción perredista Alberto Sánchez Neri, quien, siempre, muy amable y atento, respondía a todas las preguntas que yo le hacía cuando trabajaba como conductor de noticiarios para el desaparecido “Noticable Buenos Días”.

El hombre fiel a su extracción de izquierda nunca se amilanó y, por el contrario, señalaba sin mesura alguna lo que él consideraba como “errores garrafales” de aquella Presidencia panista. No debemos olvidar que la primera ocasión que la profesora ocupó la representación del poder ejecutivo en el municipio fue bajo el cobijo del partido blanquiazul y no del tricolor.

“Calentados” los ánimos por la reciente derrota de Andrés Manuel López Obrador como candidato por la coalición “Por el bien de todos” frente a Felipe Calderón Hinojosa, Sánchez Neri hizo propia la reyerta y defendió como pocos la bandera del “sol azteca”, asegurando que estaría con este escaparate hasta que “la parca” lo llevara a cumplir su cita con el destino y no escatimó recursos ni despreció entrevista alguna en la que pudiera replicar las acusaciones de corrupción que ya hacía a nivel nacional el ahora presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Para la siguiente elección federal por la Presidencia de la República seis años después, el PRD conformó el Frente Amplio Progresista y nuevamente Alberto Sánchez Neri hizo lo que le correspondía al interior del partido. De este evento democrático el resultado lo sabe toda la población.

Meses después de que MORENA recibiera su registro como partido político, cumple su ciclo de vida la empresa para la que yo prestaba mis servicios y ya no pude entrevistar a la figura local que tantas notas había dado a los medios regionales por su quehacer desde la trinchera de la burocracia.

Fue entonces que empecé a generar las colaboraciones para EL SOL DE TAMPICO y procuré no perderle la pista a este interesante individuo.

Transitaba el 2015 y en uno de los trabajos entregados señalamos, sin afán de presunción y mucho menos de vidente, que el verdadero descalabro para los escaparates políticos de ese entonces que representaba el Movimiento de Regeneración Nacional sería para los de izquierda, en particular para el PRD, pues un buen número de miembros de sus filas de inmediato empezarían a incrementar las filas morenistas por seguir la imagen del originario de Macuspana, Tabasco.

Recuerdo a Alberto Sánchez Neri, asegurando que el PRD en Tamaulipas seguía fuerte y sólido. Lamentablemente los resultados en las urnas evidenciaron otra situación completamente distinta y el “sol azteca” se vio eclipsado por el resto de los partidos contendientes.

Sin embargo, y fiel a su costumbre, Sánchez Neri no se “achicó” y lo vimos nuevamente liderando grupos, dando entrevistas a los medios, oponiéndose a las decisiones ejecutivas del presidente en turno o, en algunos casos, respaldando aquellas que consideraba justas y útiles.

Hace algunos días un buen amigo me llamó por teléfono y después de citarnos en un céntrico café de Tampico, me comentó que el protagonista de la entrega de hoy daría muy pronto la noticia de su salida del PRD y, con él, partirían con rumbo político desconocido hasta ese momento, una buena cantidad de militantes que se decían decepcionados de la situación que imperaba al interior de esta organización.

No quise hacer comentario alguno hasta no ver las primeras declaraciones de este hombre y el día de ayer, jueves, pude leer varios artículos en los que decía adiós al PRD y aseguraba que poco más de 25 mil militantes activos en el estado de Tamaulipas harían lo propio, así como 5 mil tampiqueños registrados como simpatizantes de esta plataforma.

Aunque sería cómodo concluir la columna con un remate sencillo, no sería ético. Pues también existe la versión de que la expulsión de Alberto Sánchez Neri ya estaba dictada por la cúpula perredista y él y una lista considerable de miembros quedarían fuera de manera incómoda del partido.

De igual manera, también existe quien asegura que “no son tantos como él dice que renunciarán”.

La verdad es que, si son pocos o muchos, por propia voluntad o por decisión del partido, esta merma que está teniendo el PRD no le ayudará mucho a su subsistencia en el plano político local, estatal y nacional.

Deberemos esperar para ver cuál será el desenlace de esta historia. ¿Será acaso que estamos viviendo el ocaso del sol azteca?

¡Hasta la próxima!

Escríbame y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

licajimenezmcc@hotmail.com