/ viernes 5 de enero de 2024

¡De bien para arriba! | Salud mental y redes sociales

Es innegable que en los últimos años la presencia de las redes sociales en la vida de todos es algo constante y cotidiano, esta presencia se debe a los beneficios que trae la tecnología y la información a la vida moderna, sin embargo, debemos tener presente que también puede involucrar algunas consecuencias negativas, sobre todo si no consideramos acciones de prevención para casos particulares.

Para los adolescentes que pasan muchas horas al día en línea, la depresión es una preocupación para expertos, pues investigaciones recientes han comprobado que las relaciones y comunicaciones entre dos personas, son mucho más satisfactorias en persona y como cada vez son más frecuentes por medio digitales, esto afecta la perspectiva y autoestima de los jóvenes. Por supuesto también permite que algunos de ellos se queden rezagados en habilidades sociales en general.

Debido a este nivel disminuido de satisfacción en las comunicaciones por medio de redes sociales, las personas demandan cada vez más tiempo de conexión, buscando lograr el nivel de satisfacción que sienten con relaciones personales. Sin embargo, esto les ocasiona una sensación de aislamiento y pérdida que implican un vacío emocional, lo que provoca que sigan en esta dinámica de mayor tiempo de conexión en redes, porque entre otras cosas siguen perdiendo sus capacidades de relacionarse de manera directa y personal, de esa manera se crea un círculo vicioso peligrosamente dañino.

Si a este círculo vicioso se agregan factores como la evaluación y comparación que las redes exigen en cuanto a estilos de vida, imagen, situación económica, etc., la situación puede tornarse en depresión, ansiedad y otros trastornos mentales. La falta de realidad se apodera de la persona, debido a la falta de interacción cara a cara, de esa manera los alteraciones emocionales más diagnosticadas son: tristeza, frustración, ansiedad, insomnio, desinterés, pérdida de control, sentimiento de abandono, bajo rendimiento académico, rompimiento con relaciones personales y/o familiares, etc.

Es de mucha utilidad que quienes usamos redes sociales comprendamos el impacto que puede llegar a causar en nuestra vida, pues de acuerdo a las últimas investigaciones, este uso de medios digitales en general, generan una producción extra de dopamina, por medio de un placer instantáneo, aunque temporal, disminuyendo la serotonina en el cuerpo humano, esta sustancia es la que genera sentimientos de felicidad y satisfacción, por lo que al disminuir su producción, el resultado definitivamente es perjudicial para la salud mental de cualquier persona.

La solución está en nuestras propias manos, principalmente estableciendo límites, asegurando actividades reales y provechosas, realizando ejercicio diario, expresando sentimientos personalmente, aumentando y conservando las interacciones sociales en vivo, así como buscando ayuda profesional cuando se identifiquen algunos escenarios que pudieran ser nocivos o salirse de control. Al menor signo de cambio de personalidad o comportamiento por parte de alguien cercano, lo mejor siempre será prestar atención y atender a tiempo. En conclusión, es fundamental que estemos enterados de los riesgos potenciales del uso de las redes sociales, sepamos estar atentos e identificar circunstancias distintas o extrañas en las personas que nos rodean, siempre dando prioridad a la salud mental y emocional de nuestros seres cercanos. Es importante tener consciencia de que se pueden disfrutar los beneficios de las tecnologías sin arriesgarse a sufrir sus posibles efectos negativos. Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

  • Re-Generación 19


Es innegable que en los últimos años la presencia de las redes sociales en la vida de todos es algo constante y cotidiano, esta presencia se debe a los beneficios que trae la tecnología y la información a la vida moderna, sin embargo, debemos tener presente que también puede involucrar algunas consecuencias negativas, sobre todo si no consideramos acciones de prevención para casos particulares.

Para los adolescentes que pasan muchas horas al día en línea, la depresión es una preocupación para expertos, pues investigaciones recientes han comprobado que las relaciones y comunicaciones entre dos personas, son mucho más satisfactorias en persona y como cada vez son más frecuentes por medio digitales, esto afecta la perspectiva y autoestima de los jóvenes. Por supuesto también permite que algunos de ellos se queden rezagados en habilidades sociales en general.

Debido a este nivel disminuido de satisfacción en las comunicaciones por medio de redes sociales, las personas demandan cada vez más tiempo de conexión, buscando lograr el nivel de satisfacción que sienten con relaciones personales. Sin embargo, esto les ocasiona una sensación de aislamiento y pérdida que implican un vacío emocional, lo que provoca que sigan en esta dinámica de mayor tiempo de conexión en redes, porque entre otras cosas siguen perdiendo sus capacidades de relacionarse de manera directa y personal, de esa manera se crea un círculo vicioso peligrosamente dañino.

Si a este círculo vicioso se agregan factores como la evaluación y comparación que las redes exigen en cuanto a estilos de vida, imagen, situación económica, etc., la situación puede tornarse en depresión, ansiedad y otros trastornos mentales. La falta de realidad se apodera de la persona, debido a la falta de interacción cara a cara, de esa manera los alteraciones emocionales más diagnosticadas son: tristeza, frustración, ansiedad, insomnio, desinterés, pérdida de control, sentimiento de abandono, bajo rendimiento académico, rompimiento con relaciones personales y/o familiares, etc.

Es de mucha utilidad que quienes usamos redes sociales comprendamos el impacto que puede llegar a causar en nuestra vida, pues de acuerdo a las últimas investigaciones, este uso de medios digitales en general, generan una producción extra de dopamina, por medio de un placer instantáneo, aunque temporal, disminuyendo la serotonina en el cuerpo humano, esta sustancia es la que genera sentimientos de felicidad y satisfacción, por lo que al disminuir su producción, el resultado definitivamente es perjudicial para la salud mental de cualquier persona.

La solución está en nuestras propias manos, principalmente estableciendo límites, asegurando actividades reales y provechosas, realizando ejercicio diario, expresando sentimientos personalmente, aumentando y conservando las interacciones sociales en vivo, así como buscando ayuda profesional cuando se identifiquen algunos escenarios que pudieran ser nocivos o salirse de control. Al menor signo de cambio de personalidad o comportamiento por parte de alguien cercano, lo mejor siempre será prestar atención y atender a tiempo. En conclusión, es fundamental que estemos enterados de los riesgos potenciales del uso de las redes sociales, sepamos estar atentos e identificar circunstancias distintas o extrañas en las personas que nos rodean, siempre dando prioridad a la salud mental y emocional de nuestros seres cercanos. Es importante tener consciencia de que se pueden disfrutar los beneficios de las tecnologías sin arriesgarse a sufrir sus posibles efectos negativos. Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

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