/ martes 22 de noviembre de 2022

Es lo de hoy | ¿La pelota no se mancha? Qatar 2022

Hace casi 12 años, para ser exactos el 2 de diciembre de 2010 el mundo recibió la noticia: Qatar fue elegida como la sede del Mundial de Futbol 2022, con 14 votos de 22 posibles.

Una votación en donde hubo diversas sospechas de cosas turbias, y en donde un medio internacional dio a conocer una serie de prácticas corruptas, sobornos y compras que los Cataríes pactaron para obtener la sede mundialista.

En ese entonces pocos le dieron la importancia y Qatar dio el banderazo de inicio para levantar Lusail, una nueva ciudad en medio del desierto y en donde hubo un derroche millonario de inversión construyendo 35 hoteles de lujo, centros comerciales, hospitales, espacios de entretenimiento, un campo de golf, 6 estadios y hasta un puerto.

Desde que Qatar se anunció como sede mundialista, ha desembolsado más de 200 mil millones de dólares, para así mostrar una imagen imponente a nivel internacional. Pero, ¿a qué costo? explotación laboral, esclavitud y miles de víctimas mortales.

Se estima que utilizaron la mano de obra barata de dos millones de personas en pobreza extrema que abandonaron sus países de origen como Bangladesh, India, Nepal, Kenia, Filipinas, Pakistán e Indonesia.

Muchos de ellos fueron llevados bajo engaños, con jornadas de 16 horas en el desierto, a más de 50 grados centígrados, sin medidas de seguridad, ni descanso, en condiciones insalubres en las viviendas y amenazas de expulsión del país.

De acuerdo al famoso diario “The Guardian” la cifra de trabajadores muertos en las construcciones de Qatar asciende a más de 6,500. Cifra que el gobierno de Qatar ha rechazado, mientras que la FIFA solamente ha reconocido tres muertes.

Además de las muertes de miles de trabajadores Qatar ha recibido señalamientos por sus posturas ante los derechos humanos, pues la homosexualidad es ilegal.

Mientras tanto, por su religión oficial que es el Islam, las mujeres se enfrentan a numerosas discriminaciones.

El domingo 20 de noviembre se dio el silbatazo oficial y el balón empezará a rodar durante casi un mes en los estadios de Qatar, estadios cuyo costo real no fueron millones de dólares, sino miles de vidas, víctimas de la explotación laboral.

  • @andresbetanzos
  • andresbetanzosr@gmail.com


Hace casi 12 años, para ser exactos el 2 de diciembre de 2010 el mundo recibió la noticia: Qatar fue elegida como la sede del Mundial de Futbol 2022, con 14 votos de 22 posibles.

Una votación en donde hubo diversas sospechas de cosas turbias, y en donde un medio internacional dio a conocer una serie de prácticas corruptas, sobornos y compras que los Cataríes pactaron para obtener la sede mundialista.

En ese entonces pocos le dieron la importancia y Qatar dio el banderazo de inicio para levantar Lusail, una nueva ciudad en medio del desierto y en donde hubo un derroche millonario de inversión construyendo 35 hoteles de lujo, centros comerciales, hospitales, espacios de entretenimiento, un campo de golf, 6 estadios y hasta un puerto.

Desde que Qatar se anunció como sede mundialista, ha desembolsado más de 200 mil millones de dólares, para así mostrar una imagen imponente a nivel internacional. Pero, ¿a qué costo? explotación laboral, esclavitud y miles de víctimas mortales.

Se estima que utilizaron la mano de obra barata de dos millones de personas en pobreza extrema que abandonaron sus países de origen como Bangladesh, India, Nepal, Kenia, Filipinas, Pakistán e Indonesia.

Muchos de ellos fueron llevados bajo engaños, con jornadas de 16 horas en el desierto, a más de 50 grados centígrados, sin medidas de seguridad, ni descanso, en condiciones insalubres en las viviendas y amenazas de expulsión del país.

De acuerdo al famoso diario “The Guardian” la cifra de trabajadores muertos en las construcciones de Qatar asciende a más de 6,500. Cifra que el gobierno de Qatar ha rechazado, mientras que la FIFA solamente ha reconocido tres muertes.

Además de las muertes de miles de trabajadores Qatar ha recibido señalamientos por sus posturas ante los derechos humanos, pues la homosexualidad es ilegal.

Mientras tanto, por su religión oficial que es el Islam, las mujeres se enfrentan a numerosas discriminaciones.

El domingo 20 de noviembre se dio el silbatazo oficial y el balón empezará a rodar durante casi un mes en los estadios de Qatar, estadios cuyo costo real no fueron millones de dólares, sino miles de vidas, víctimas de la explotación laboral.

  • @andresbetanzos
  • andresbetanzosr@gmail.com