/ lunes 26 de febrero de 2018

Guía del Inversionista

Como le platiqué en entregas anteriores, hasta la bandeja de entrada de mi correo electrónico había llegado una invitación para asistir a la presentación de la Guía del Inversionista.

Documento que se gestó gracias al trabajo incansable de los amigos de la Dirección de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Altamira que encabeza la señora Alma Laura Amparán Cruz.

Fue en un salón de conocido hotel ubicado en el kilómetro 20 de la carretera Tampico-Mante en que, en punto de las once horas, el Lic. Ítalo Tajer Scavalli y su equipo empezaron con la ceremonia protocolaria, explicando el objetivo fundamental de la creación de un interesante libro que servirá de directriz para todos aquellos empresarios locales, regionales, nacionales e internacionales, que deseen encontrar un nuevo lugar para dirigir sus capitales.

Hay que reconocer que esta iniciativa no se presentó de manera egoísta o ególatra, sino que, por el contrario, se reconoció la fortaleza que representa la zona conurbada como punto centralizador de un buen número de ejecuciones económicas y como un polo estratégico por su ubicación geográfica.

Fe de lo anterior, fue dada por la presencia de los homólogos de Tajer Scavalli, tanto de Tampico como de Ciudad Madero, me refiero a los amigos Onésimo Molina y Óscar Izaguirre, quienes acudieron con las representaciones de Magdalena Peraza y Andrés Zorrilla, respectivamente. Cabe hacer mención que, en un ambiente de sana camaradería, los tres posaron para la cámara, pues alguien dijo que no se había tenido la oportunidad de tenerlos juntos en un mismo evento.

Me llamó la atención la presencia del exalcalde de Tampico, Álvaro Garza Cantú, quien se hallaba en primera fila. Me acerqué a saludarlo y platiqué con él algunos instantes. Se nota un buen estado de ánimo y de salud. Le mando un fuerte abrazo.

Empero, volviendo al punto medular de la entrega de este día, los datos que arroja la obra son sumamente interesantes, a continuación, le presento algunos de ellos.

En materia sociodemográfica, se contempla que para el año 2027 se tenga una población constituida por aproximadamente 845 mil habitantes. Si a este número se le suman los ciudadanos de Pánuco, Pueblo Viejo y Tampico Alto que en el 2015 arrojaron una cifra de 158 mil individuos, estamos concibiendo que en los albores del 2030 seremos considerados una zona metropolitana poniéndonos a la par del Valle de México, Guadalajara y Monterrey.

En este punto en particular, Altamira se destaca como una ciudad de jóvenes, ya que, de los más de 235 mil habitantes, el 48% de ellos oscilan entre los 15 y los 44 años. Y esta tendencia parece indicar que continuará, puesto que el segundo sitio es ocupado por el grupo poblacional de los 0 a los 14 años con un contundente 29%.

Por otra parte, en materia de conectividad geográfica, Altamira y la zona sur de Tamaulipas son privilegiados por ser sitio en el que confluyen por ejes carreteros, líneas férreas, transporte marítimo y aéreo, poco más del 70% del Producto Interno Bruto que se genera en otras regiones de nuestro país.

Ya que estamos hablando de cuestiones transportistas, me permito comentarle que la Canacar abraza a 47 empresas destinadas a este ramo y, en su conjunto, cuentan con un parque vehicular de 800 tractocamiones, 2,500 remolques, 100 cajas refrigeradoras, 790 plataformas, 820 portacontenedores, 330 cajas secas, 270 autotanques para material peligroso y 120 tanques de presión y vacío.

En este compendio que se nos obsequió, me llama la atención un dato por demás plausible referente a la terminal portuaria y es que el Grupo Aeroportuario Centro Norte al que pertenece el puerto “Francisco Javier Mina” tendrá una importante remodelación, ya que se pretende aumentar su capacidad al 50%, por lo que atenderá a 1.2 millones de pasajeros por año.

También se cita la capacidad que tienen las terminales portuarias de Tampico y Altamira, siendo esta última la que posee un impresionante volumen de carga de más de 21 millones de tonelada por año. En tanto que Tampico mueve seis millones de toneladas en sus patios.

La razón es obvia. Altamira posee un parque industrial de más de cinco mil hectáreas, un recinto portuario que supera las tres mil hectáreas y un área de cordón ecológico demás de 1,400. La suma de todos esos datos arroja una superficie que mide 9 mil 600 hectáreas, ¿Se imagina, usted, querido amigo lector?

En resumen, aquel que desee invertir aquí sabe que contará con una ubicación estratégica para la logística, comunicaciones sólidas e infraestructura adecuada para el transporte, diversidad de actividades económicas, riqueza de los recursos naturales, mano de obra calificada y comprometida y autoridades amigables y ansiosas por estrechar lazos con empresas e inversionistas.

Aplaudo la iniciativa de este documento que ya está circulando por el mundo y espero que muy pronto un buen número de posibles socios capitalistas estén posando sus ojos en nuestras tierras pues así habrá más empleo y, por ende, más circulante.

¡Hasta la próxima!

Como le platiqué en entregas anteriores, hasta la bandeja de entrada de mi correo electrónico había llegado una invitación para asistir a la presentación de la Guía del Inversionista.

Documento que se gestó gracias al trabajo incansable de los amigos de la Dirección de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Altamira que encabeza la señora Alma Laura Amparán Cruz.

Fue en un salón de conocido hotel ubicado en el kilómetro 20 de la carretera Tampico-Mante en que, en punto de las once horas, el Lic. Ítalo Tajer Scavalli y su equipo empezaron con la ceremonia protocolaria, explicando el objetivo fundamental de la creación de un interesante libro que servirá de directriz para todos aquellos empresarios locales, regionales, nacionales e internacionales, que deseen encontrar un nuevo lugar para dirigir sus capitales.

Hay que reconocer que esta iniciativa no se presentó de manera egoísta o ególatra, sino que, por el contrario, se reconoció la fortaleza que representa la zona conurbada como punto centralizador de un buen número de ejecuciones económicas y como un polo estratégico por su ubicación geográfica.

Fe de lo anterior, fue dada por la presencia de los homólogos de Tajer Scavalli, tanto de Tampico como de Ciudad Madero, me refiero a los amigos Onésimo Molina y Óscar Izaguirre, quienes acudieron con las representaciones de Magdalena Peraza y Andrés Zorrilla, respectivamente. Cabe hacer mención que, en un ambiente de sana camaradería, los tres posaron para la cámara, pues alguien dijo que no se había tenido la oportunidad de tenerlos juntos en un mismo evento.

Me llamó la atención la presencia del exalcalde de Tampico, Álvaro Garza Cantú, quien se hallaba en primera fila. Me acerqué a saludarlo y platiqué con él algunos instantes. Se nota un buen estado de ánimo y de salud. Le mando un fuerte abrazo.

Empero, volviendo al punto medular de la entrega de este día, los datos que arroja la obra son sumamente interesantes, a continuación, le presento algunos de ellos.

En materia sociodemográfica, se contempla que para el año 2027 se tenga una población constituida por aproximadamente 845 mil habitantes. Si a este número se le suman los ciudadanos de Pánuco, Pueblo Viejo y Tampico Alto que en el 2015 arrojaron una cifra de 158 mil individuos, estamos concibiendo que en los albores del 2030 seremos considerados una zona metropolitana poniéndonos a la par del Valle de México, Guadalajara y Monterrey.

En este punto en particular, Altamira se destaca como una ciudad de jóvenes, ya que, de los más de 235 mil habitantes, el 48% de ellos oscilan entre los 15 y los 44 años. Y esta tendencia parece indicar que continuará, puesto que el segundo sitio es ocupado por el grupo poblacional de los 0 a los 14 años con un contundente 29%.

Por otra parte, en materia de conectividad geográfica, Altamira y la zona sur de Tamaulipas son privilegiados por ser sitio en el que confluyen por ejes carreteros, líneas férreas, transporte marítimo y aéreo, poco más del 70% del Producto Interno Bruto que se genera en otras regiones de nuestro país.

Ya que estamos hablando de cuestiones transportistas, me permito comentarle que la Canacar abraza a 47 empresas destinadas a este ramo y, en su conjunto, cuentan con un parque vehicular de 800 tractocamiones, 2,500 remolques, 100 cajas refrigeradoras, 790 plataformas, 820 portacontenedores, 330 cajas secas, 270 autotanques para material peligroso y 120 tanques de presión y vacío.

En este compendio que se nos obsequió, me llama la atención un dato por demás plausible referente a la terminal portuaria y es que el Grupo Aeroportuario Centro Norte al que pertenece el puerto “Francisco Javier Mina” tendrá una importante remodelación, ya que se pretende aumentar su capacidad al 50%, por lo que atenderá a 1.2 millones de pasajeros por año.

También se cita la capacidad que tienen las terminales portuarias de Tampico y Altamira, siendo esta última la que posee un impresionante volumen de carga de más de 21 millones de tonelada por año. En tanto que Tampico mueve seis millones de toneladas en sus patios.

La razón es obvia. Altamira posee un parque industrial de más de cinco mil hectáreas, un recinto portuario que supera las tres mil hectáreas y un área de cordón ecológico demás de 1,400. La suma de todos esos datos arroja una superficie que mide 9 mil 600 hectáreas, ¿Se imagina, usted, querido amigo lector?

En resumen, aquel que desee invertir aquí sabe que contará con una ubicación estratégica para la logística, comunicaciones sólidas e infraestructura adecuada para el transporte, diversidad de actividades económicas, riqueza de los recursos naturales, mano de obra calificada y comprometida y autoridades amigables y ansiosas por estrechar lazos con empresas e inversionistas.

Aplaudo la iniciativa de este documento que ya está circulando por el mundo y espero que muy pronto un buen número de posibles socios capitalistas estén posando sus ojos en nuestras tierras pues así habrá más empleo y, por ende, más circulante.

¡Hasta la próxima!