En el contexto político estatal para muchos pasó casi desapercibido el encuentro entre dos de los políticos más importantes del estado y a saberse, los principales prospectos hasta ahora del Partido Acción Nacional en la sucesión estatal, el Senador de la República Ismael García Cabeza de Vaca y el Presidente Municipal de Tampico, Jesús Antonio Nader Nasrallah.
El encuentro entre Chucho e Ismael tuvo lugar en un pequeño hotel de la Avenida Hidalgo el pasado 9 de febrero y fue consignado por ambos personajes en sus redes sociales, como una charla sobre los proyectos que juntos pueden impulsar para beneficio de los tampiqueños; pero en realidad hubo, más, mucho más de fondo. De entrada, es de conocerse que el legislador y el edil tampiqueño son buenos amigos, se llevan muy bien, dialogan constantemente y se respaldan mutuamente en los proyectos que en Tampico impulsa el Gobernador del Estado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, sin embargo, desde radio pasillo mucho se habló de trabas, de una relación tensa y hasta de obstáculos entre ambos, por una simple razón: ambos son aspirantes naturales a la gubernatura el año entrante. Nada más lejos de la realidad. De hecho, Ismael y Chucho se respaldan mutuamente en público y en privado, dialogan constantemente y prácticamente en todas las giras del gobernador en Tampico el Senador está presente en primera fila. Otro dato importante a considerar, es que en público y en privado, ambos personajes se desentienden de la sucesión estatal, pues en este momento les preocupa mucho más sus actuales encargos y en el caso del alcalde de Tampico, su único interés es enfocarse en su reelección y pasar a la historia como el mejor Presidente Municipal que haya tenido la ciudad, lo que hasta ahora es un hecho. Chucho vela armas, no se confía y está metido de lleno en una vorágine de trabajo y más trabajo, que será sin ninguna duda su principal carta de presentación en la campaña y por ahí de abril solicitará licencia a su encargo para dedicarse de lleno a la campaña, en absoluta congruencia entre el decir y el hacer, o como lo dice su eslogan, “diciendo y haciendo”. Desde su trinchera el Senador Ismael García Cabeza de Vaca es quizás el más duro crítico del gobierno federal y la cuarta transformación. Con argumentos sólidos y una fuerte presencia en la máxima tribuna legislativa del país, no pone ninguna cortapisa para denunciar las irregularidades que detecta en los temas de mayor interés nacional, pero en los que evidentemente el gobierno federal ha fallado. Pone el dedo en la llaga y esto molesta, molesta muchísimo, tanto a la federación como a los integrantes de Morena. Chucho e Ismael desayunaron esa mañana abriendo un diálogo franco, abierto, sincero, amistoso y cordial, para ambos está en su principal prioridad sacar adelante el proyecto de quien manda en Tamaulipas y el 2022 vendrá por añadidura. Ellos mismos saben que falta mucho para la decisión que tome su partido y que tienen muchas, muchísimas prioridades antes de pensar en una elección estatal.
MORENA SE RESERVA CANDIDATURAS Y APUESTA A LA MARCA
Desde la acera de enfrente, en Morena vaya que se están tomando las cosas con mucha calma… quizás demasiada. Ya con la planilla casi completa de candidatos (competitivos) en el PAN, los morenistas acatan las indicaciones de su dirigencia nacional, se inscribieron en un listado de intención de participar a los diferentes cargos en juego y ahora esperarán las definiciones, luego de las encuestas que se realizarán, para que las candidaturas lleguen quizás hasta abril, ya al cuarto para las doce del arranque de la contienda constitucional. El trabajo de amarres, de conciliar intereses y de buscar dejar conforme a todos los miembros del partido (una labor casi imposible por su naturaleza misma), corresponde a los delegados del comité nacional, en el caso de Tamaulipas al Diputado Federal Luis Ernesto Palacios, enviado del dirigente nacional Mario Delgado Carrillo para conciliar las candidaturas. Después de arrastrar el lápiz hace días por la frontera, el delegado estuvo el domingo en Tampico, con los representantes del partido en la zona, para ver a algunos aspirantes y platicar con ellos de cara a la elección interna de sus candidatos. La única candidatura confirmada y viable es la del alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, quien se enfila a una reelección con muy buenos números, pero en el resto de las posiciones hay dos o más aspirantes que al primer pretexto se confrontan y a estas alturas del proceso electoral eso será un lastre para su partido. En otras palabras, pareciera que Morena sigue apostando a su marca (y al presidente que ya no estará en la boleta) y no a los liderazgos locales, la duda es si esto será suficiente y les alcanzará para ganar una contienda tan competitiva.
marioagamezh@hotmail.com
