/ martes 26 de julio de 2022

¡Imagínese! | Recomposición partidista

Tamaulipas se recompone y sus partidos políticos comenzaron el jaloneo, la lucha de corrientes internas para definir a sus dirigencias estatales, de cara a una nueva etapa en el mapa político-electoral del estado, con una composición diametralmente opuesta a la que hoy se tiene.

Comenzando por las dos principales fuerzas partidistas en la entidad, el Movimiento de Regeneración Nacional y el Partido Acción Nacional, pero sin perder de vista a diferentes partidos que jugarán sin duda un papel importante en los próximos procesos electorales, lo que se alcanza a notar es la lucha de los diferentes grupos para quedarse con el control de los partidos y por ende, con algunas directrices hacia el Poder Legislativo y evidentemente, las próximas candidaturas para el 2024. En Morena hay evidentemente un nuevo liderazgo implícito, el del Gobernador Electo, Américo Villarreal Anaya, que iniciará en octubre su sexenio y aunque la línea de la 4T se encamina a la separación entre el Ejecutivo y el partido, en los hechos se ha visto que no ha cambiado esta práctica, por lo que seguramente la opinión del doctor será definitoria en la “democracia” que suele acompañar a este partido en el que se inscriben para sus procesos y encuestas todo el mundo, pero siempre quedan quienes se acomodan mejor al poder. Así que, aunque se presuma de democracia, apertura y participación, al final podríamos ver al hijo del doctor, Américo Villarreal Santiago, al ex “súper” Delegado Estatal, José Ramón Leal “JR” o hasta a la exdiputada Olga Sosa en el cargo. Ver a alguno de los llamados “fundadores” de Morena o a “Juan Pérez” en el cargo, sería verdaderamente iluso. Al ser partidos “satélite” por haber ganado en alianza con Morena, el Partido Verde y el partido del Trabajo serán sin ninguna duda parte del próximo gobierno estatal y como partidos, apostarían a continuar la alianza con Morena que les ha dado buenos resultados. No se espera que ni Manuel Muñoz Cano del PVEM, ni Alejandro Ceniceros del PT dejen las dirigencias estatales, amén de obtener alguna cartera en el próximo gabinete estatal. Tras su derrota en la elección del cinco de junio pasado, el Partido Acción Nacional quedó con un solo liderazgo natural, fortalecido y contundente; el del Presidente Municipal de Tampico, Jesús Nader Nasrallah, que sigue con su popularidad y su prístina labor intactas. Chucho se perfila así, de forma también natural a ser un eventual candidato al Senado, pero aún es pronto para ello. En este momento, sería quien podría hacer a los azules levantar la cara y con honestidad y dignidad, dar un buen ejemplo de oposición responsable y capaz. Ya se manejan los nombres de los tampiqueños Hugo Cabrera y Miguel Pérez para el relevo de Luis René Cantú, quien hasta ahora sólo ha demostrado ineficiencia. Desde Mante, se habla de que el excandidato César “Truko” Verástegui podría tomar la batuta, aunque él no se ha pronunciado al respecto y las voces que desde la frontera impulsan a la diputada Imelda Sanmiguel Sánchez, son acalladas por aquellas que hablan de que sería lo mismo que con “El Cachorro”. Por ahí van los panistas a la renovación de su dirigencia estatal. Quizás el partido con mayor incertidumbre en su futuro inmediato es el PRI. Su dirigencia estatal a cargo del diputado local Edgardo Melhem Salinas no se renovará hasta el año entrante, pero tras la fallida alianza con el PAN y el PRD, mucho se duda de sus lealtades con estos partidos, aún y cuando a nivel nacional se sigue empujando “Va por México” hacia el 2024. Los rumores de que los priistas podrían decantarse con sus apoyos hacia la 4T no son pocos y no hay que perderlos de vista. Tras los pobrísimos resultados de la elección, el Partido de la Revolución Democrática convulsiona al interior. Sus muy frágiles liderazgos se encuentran en batalla interna por el control de lo que queda del partido que oficialmente perdió su registro estatal, tras los resultados de la última elección, aunque a nivel nacional aún lo mantienen. Su joven dirigente estatal, David Armando Valenzuela, quien “heredó” el cargo de su padre que desafortunadamente falleció en plena campaña, busca a toda costa mantener con vida al partido. Sin alianza alguna ni influencia aparente, el Movimiento Ciudadano que apenas alcanzó a mantener el registro como partido político estatal, es el único de los partidos que jugaría por ahora de manera independiente en Tamaulipas, aunque su único legislador en el Congreso del Estado, se decante por Morena y la 4T. Su dirigente estatal, Juan Carlos Zertuche sortea ahora dificultades, como la del escándalo del hijo del Auditor Superior del Estado que trató de “comprar” la alcaldía de Reynosa, ya que fue candidato a diputado local por el partido naranja.

  • marioagamezh@hotmail.com

No más partidos, no más autoridad, libertad absoluta del hombre y del ciudadano: esta es mi profesión de fe social y políticaPierre Joseph Proudhon, filósofo francés

Tamaulipas se recompone y sus partidos políticos comenzaron el jaloneo, la lucha de corrientes internas para definir a sus dirigencias estatales, de cara a una nueva etapa en el mapa político-electoral del estado, con una composición diametralmente opuesta a la que hoy se tiene.

Comenzando por las dos principales fuerzas partidistas en la entidad, el Movimiento de Regeneración Nacional y el Partido Acción Nacional, pero sin perder de vista a diferentes partidos que jugarán sin duda un papel importante en los próximos procesos electorales, lo que se alcanza a notar es la lucha de los diferentes grupos para quedarse con el control de los partidos y por ende, con algunas directrices hacia el Poder Legislativo y evidentemente, las próximas candidaturas para el 2024. En Morena hay evidentemente un nuevo liderazgo implícito, el del Gobernador Electo, Américo Villarreal Anaya, que iniciará en octubre su sexenio y aunque la línea de la 4T se encamina a la separación entre el Ejecutivo y el partido, en los hechos se ha visto que no ha cambiado esta práctica, por lo que seguramente la opinión del doctor será definitoria en la “democracia” que suele acompañar a este partido en el que se inscriben para sus procesos y encuestas todo el mundo, pero siempre quedan quienes se acomodan mejor al poder. Así que, aunque se presuma de democracia, apertura y participación, al final podríamos ver al hijo del doctor, Américo Villarreal Santiago, al ex “súper” Delegado Estatal, José Ramón Leal “JR” o hasta a la exdiputada Olga Sosa en el cargo. Ver a alguno de los llamados “fundadores” de Morena o a “Juan Pérez” en el cargo, sería verdaderamente iluso. Al ser partidos “satélite” por haber ganado en alianza con Morena, el Partido Verde y el partido del Trabajo serán sin ninguna duda parte del próximo gobierno estatal y como partidos, apostarían a continuar la alianza con Morena que les ha dado buenos resultados. No se espera que ni Manuel Muñoz Cano del PVEM, ni Alejandro Ceniceros del PT dejen las dirigencias estatales, amén de obtener alguna cartera en el próximo gabinete estatal. Tras su derrota en la elección del cinco de junio pasado, el Partido Acción Nacional quedó con un solo liderazgo natural, fortalecido y contundente; el del Presidente Municipal de Tampico, Jesús Nader Nasrallah, que sigue con su popularidad y su prístina labor intactas. Chucho se perfila así, de forma también natural a ser un eventual candidato al Senado, pero aún es pronto para ello. En este momento, sería quien podría hacer a los azules levantar la cara y con honestidad y dignidad, dar un buen ejemplo de oposición responsable y capaz. Ya se manejan los nombres de los tampiqueños Hugo Cabrera y Miguel Pérez para el relevo de Luis René Cantú, quien hasta ahora sólo ha demostrado ineficiencia. Desde Mante, se habla de que el excandidato César “Truko” Verástegui podría tomar la batuta, aunque él no se ha pronunciado al respecto y las voces que desde la frontera impulsan a la diputada Imelda Sanmiguel Sánchez, son acalladas por aquellas que hablan de que sería lo mismo que con “El Cachorro”. Por ahí van los panistas a la renovación de su dirigencia estatal. Quizás el partido con mayor incertidumbre en su futuro inmediato es el PRI. Su dirigencia estatal a cargo del diputado local Edgardo Melhem Salinas no se renovará hasta el año entrante, pero tras la fallida alianza con el PAN y el PRD, mucho se duda de sus lealtades con estos partidos, aún y cuando a nivel nacional se sigue empujando “Va por México” hacia el 2024. Los rumores de que los priistas podrían decantarse con sus apoyos hacia la 4T no son pocos y no hay que perderlos de vista. Tras los pobrísimos resultados de la elección, el Partido de la Revolución Democrática convulsiona al interior. Sus muy frágiles liderazgos se encuentran en batalla interna por el control de lo que queda del partido que oficialmente perdió su registro estatal, tras los resultados de la última elección, aunque a nivel nacional aún lo mantienen. Su joven dirigente estatal, David Armando Valenzuela, quien “heredó” el cargo de su padre que desafortunadamente falleció en plena campaña, busca a toda costa mantener con vida al partido. Sin alianza alguna ni influencia aparente, el Movimiento Ciudadano que apenas alcanzó a mantener el registro como partido político estatal, es el único de los partidos que jugaría por ahora de manera independiente en Tamaulipas, aunque su único legislador en el Congreso del Estado, se decante por Morena y la 4T. Su dirigente estatal, Juan Carlos Zertuche sortea ahora dificultades, como la del escándalo del hijo del Auditor Superior del Estado que trató de “comprar” la alcaldía de Reynosa, ya que fue candidato a diputado local por el partido naranja.

  • marioagamezh@hotmail.com

No más partidos, no más autoridad, libertad absoluta del hombre y del ciudadano: esta es mi profesión de fe social y políticaPierre Joseph Proudhon, filósofo francés