/ miércoles 8 de mayo de 2019

Con café y a media luz | Llamado a la unidad


El pasado fin de semana pudimos ser testigos de una serie de marchas silenciosas llevadas a cabo en diferentes puntos de la República Mexicana...

Con las que los manifestantes deseaban hacer pública su inconformidad con el proyecto de gobierno que tiene el actual representante del Poder Ejecutivo en nuestra nación, Andrés Manuel López Obrador.

Cabe hacer mención que, aunque la convocatoria fue masiva a través de las redes sociales, la respuesta no fue la que esperaban los organizadores –este comentario se refiere meramente al número de asistentes- mas eso no implica que sean los únicos que estén atentos a señalar las decisiones que tome el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos como parte de su función sustantiva.

El hecho es que, en el espejo más fiel de la realidad nacional, que son las redes de la virtualidad electrónica, como lo señaló un conocido periodista, los mexicanos que consideran que está haciéndose un buen trabajo desde la oficina de la Presidencia, lanzaron ataques, burlas, insultos y una serie de dichos peyorativos en contra de los que atendieron el llamado a la divulgación de la molestia. Destacándose, en este tenor, el texto de un alto funcionario de la actual administración difundido a través de una de sus cuentas.

Como respuesta, en esta serie de “dimes y diretes” los inconformes han defendido su postura, haciendo hincapié en que es un movimiento serio, pensado, maduro y ajeno a cualquier ideología partidista o fanatismo mal entendido que intente desestabilizar el avance, poco o mucho, que hasta el momento tiene el periodo de gobierno “lopezobradorista”.

El asunto ha llegado a tal grado que, desde hace tres días, se ha lanzado un nuevo llamado para realizar este próximo fin de semana una serie de actos similares, pero a favor del tabasqueño y demostrar, con esto, que se tiene un mayor poder de convocatoria por parte de los grupos simpatizantes del originario de Macuspana.

Curiosamente, dentro del entorno sociológico que está ocasionando este fenómeno, aparece en los medios nacionales otro factor que nos debería poner a la expectativa por todo lo que puede ocasionar a su alrededor. Me refiero al informe emitido por la agencia “México Elige”, en la que se asegura que la aceptación del presidente ha caído 18 puntos porcentuales en lo que va del 2019.

¿Por qué se lanza este mensaje justo a mitad de lo que pareciera ser un nuevo choque entre los apocalípticos y los integrados? ¿A quién le puede interesar que se “calienten” los ánimos a través de la esperanza o la desazón?

Porque, lo que se lee entre líneas, salvo su mejor opinión, gentil amigo lector, va más allá de demostrar que el voto favoreció al actual mandatario. Esto ya se sabe y, en su momento las urnas lo dejaron más que claro, aquí las facciones en conflicto están tratando de demostrar quién tiene la razón, a quién le respalda la cordura, a quién le asiste el atino y el cabezal mostrado por los espacios noticiosos a nivel nacional es el ingrediente idóneo para ensalzar la ecuación llevándola a otros niveles.

Y de antemano me queda claro que llegarán a mi correo mensajes con frases como “eso no le importa al presidente”, “…lo que el viento a Juárez”, etcétera, y es por eso que me permito insistir en que no es el objeto de la presente entrega el discernir si estos hechos “le quitan el sueño” al mandatario o no. Por el contrario, lo invito a reflexionar sobre la participación ciudadana en lo que se pudiera avizorar como un naciente conflicto social.

Lo nombro así porque nosotros como colectividad, sin importar las preferencias, los partidismos, las creencias y más, nos hemos olvidado del sagrado derecho de la libertad de expresión, violentándolo en dos sentidos, pues, así como es censurable los intentos de acallar a la masa, también es reprobable que se abuse de las manifestaciones libertinas que atentan contra otros derechos como el de libre tránsito.

Más grave es, que esto ocurra entre miembros de la misma comunidad, de la que, curiosamente, siempre se ha presumido la unión y hoy pareciera estar llena de rivales. Usted recordará que hace días lo platicamos en una entrega anterior cuando le decía que con cada instante que transcurre veo un México más lleno de fifís, chairos, derechairos, chayoteros y mascotas y, por el contrario, más vacío de mexicanos.

Sin duda, las marchas, tanto a favor como en contra, también deberán verse como la sintomatología de la fragilidad del imaginario colectivo que, sin percatarse, está siendo movido por otros intereses ajenos a los personales y, si no se hace un llamado a la concordia, pudiera rebasar los límites de la prudencia social.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a licajimenezmcc@hotmail.com

y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!


El pasado fin de semana pudimos ser testigos de una serie de marchas silenciosas llevadas a cabo en diferentes puntos de la República Mexicana...

Con las que los manifestantes deseaban hacer pública su inconformidad con el proyecto de gobierno que tiene el actual representante del Poder Ejecutivo en nuestra nación, Andrés Manuel López Obrador.

Cabe hacer mención que, aunque la convocatoria fue masiva a través de las redes sociales, la respuesta no fue la que esperaban los organizadores –este comentario se refiere meramente al número de asistentes- mas eso no implica que sean los únicos que estén atentos a señalar las decisiones que tome el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos como parte de su función sustantiva.

El hecho es que, en el espejo más fiel de la realidad nacional, que son las redes de la virtualidad electrónica, como lo señaló un conocido periodista, los mexicanos que consideran que está haciéndose un buen trabajo desde la oficina de la Presidencia, lanzaron ataques, burlas, insultos y una serie de dichos peyorativos en contra de los que atendieron el llamado a la divulgación de la molestia. Destacándose, en este tenor, el texto de un alto funcionario de la actual administración difundido a través de una de sus cuentas.

Como respuesta, en esta serie de “dimes y diretes” los inconformes han defendido su postura, haciendo hincapié en que es un movimiento serio, pensado, maduro y ajeno a cualquier ideología partidista o fanatismo mal entendido que intente desestabilizar el avance, poco o mucho, que hasta el momento tiene el periodo de gobierno “lopezobradorista”.

El asunto ha llegado a tal grado que, desde hace tres días, se ha lanzado un nuevo llamado para realizar este próximo fin de semana una serie de actos similares, pero a favor del tabasqueño y demostrar, con esto, que se tiene un mayor poder de convocatoria por parte de los grupos simpatizantes del originario de Macuspana.

Curiosamente, dentro del entorno sociológico que está ocasionando este fenómeno, aparece en los medios nacionales otro factor que nos debería poner a la expectativa por todo lo que puede ocasionar a su alrededor. Me refiero al informe emitido por la agencia “México Elige”, en la que se asegura que la aceptación del presidente ha caído 18 puntos porcentuales en lo que va del 2019.

¿Por qué se lanza este mensaje justo a mitad de lo que pareciera ser un nuevo choque entre los apocalípticos y los integrados? ¿A quién le puede interesar que se “calienten” los ánimos a través de la esperanza o la desazón?

Porque, lo que se lee entre líneas, salvo su mejor opinión, gentil amigo lector, va más allá de demostrar que el voto favoreció al actual mandatario. Esto ya se sabe y, en su momento las urnas lo dejaron más que claro, aquí las facciones en conflicto están tratando de demostrar quién tiene la razón, a quién le respalda la cordura, a quién le asiste el atino y el cabezal mostrado por los espacios noticiosos a nivel nacional es el ingrediente idóneo para ensalzar la ecuación llevándola a otros niveles.

Y de antemano me queda claro que llegarán a mi correo mensajes con frases como “eso no le importa al presidente”, “…lo que el viento a Juárez”, etcétera, y es por eso que me permito insistir en que no es el objeto de la presente entrega el discernir si estos hechos “le quitan el sueño” al mandatario o no. Por el contrario, lo invito a reflexionar sobre la participación ciudadana en lo que se pudiera avizorar como un naciente conflicto social.

Lo nombro así porque nosotros como colectividad, sin importar las preferencias, los partidismos, las creencias y más, nos hemos olvidado del sagrado derecho de la libertad de expresión, violentándolo en dos sentidos, pues, así como es censurable los intentos de acallar a la masa, también es reprobable que se abuse de las manifestaciones libertinas que atentan contra otros derechos como el de libre tránsito.

Más grave es, que esto ocurra entre miembros de la misma comunidad, de la que, curiosamente, siempre se ha presumido la unión y hoy pareciera estar llena de rivales. Usted recordará que hace días lo platicamos en una entrega anterior cuando le decía que con cada instante que transcurre veo un México más lleno de fifís, chairos, derechairos, chayoteros y mascotas y, por el contrario, más vacío de mexicanos.

Sin duda, las marchas, tanto a favor como en contra, también deberán verse como la sintomatología de la fragilidad del imaginario colectivo que, sin percatarse, está siendo movido por otros intereses ajenos a los personales y, si no se hace un llamado a la concordia, pudiera rebasar los límites de la prudencia social.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a licajimenezmcc@hotmail.com

y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!