/ domingo 19 de mayo de 2024

Riesgos cardiovasculares en mujeres / Hablando de medicina y salud

Uno de los problemas de salud pública más importantes en nuestros días en toda la población son las enfermedades cardiovasculares, las cuales están relacionados con factores como estilos de vida, alimentación, genéticos y algunas enfermedades como diabetes e hipertensión: Sin embargo, en el caso de la mujer también enfrenta un riesgo significativo de enfermedades cardiacas y es crucial abordar este tema.

Existen factores de riesgo específicos en el caso de las mujeres que las hacen susceptibles para las enfermedades cardiovasculares; uno de estos factores son los estrógenos los cuales ofrecen cierta protección para las enfermedades cardiovasculares; durante la menopausia los niveles de estrógenos descienden, disminuyendo este factor protector que se manifiesta como un incremento de la presión arterial y un aumento en los niveles de colesterol de baja densidad también llamado LDL (comúnmente conocido como “malo”)

Algunas situaciones del embarazo como la preeclampsia, la diabetes del embarazo y la hipertensión gestacional son factores de riesgo no solo para la mujer durante el embarazo, sino que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular a lo largo del resto de la vida. Por otro lado, las mujeres que viven con síndrome de ovario poliquístico tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión y alteraciones del colesterol, siendo estos factores contribuyentes también del incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Algunas de las manifestaciones cardiovasculares son similares en ambos géneros y el dolor en el pecho es el síntoma más común en ambos géneros. Otros de los síntomas que se pueden presentar es dolor en el cuello, mandíbula, hombros o el abdomen, dificultad para respirar, náuseas o vómitos, fatiga y mareos; debemos estar atentos ante la presencia de estos síntomas para acudir a una evaluación oportuna. Sin duda la prevención es el arma más poderosa contra las enfermedades cardiovasculares en el caso de las mujeres y esta incluye algunas medidas como el monitoreo regular de la salud que incluye medición de la presión arterial, el peso corporal y los niveles de glucosa en sangre. Los cambios en el estilo de vida como es una alimentación balanceada reducida en carbohidratos y grasas saturadas; la realización de ejercicio regular al menos 150 minutos a la semana, el control del estrés, el abandono del tabaco y la reducción del peso son factores que contribuyen a la reducción de este riesgo cardiovascular.

El manejo del riesgo cardiovascular en el caso de las mujeres es una situación de salud pública que requiere atención continua y educación en la población. Es necesario que las mujeres y el equipo de salud detecten y traten de forma oportuna y proactiva estos factores de riesgo. A pesar de los desafíos específicos que enfrentan las mujeres, con un enfoque preventivo e integral y las nuevas terapias es posible reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiacas y mejorar la salud de la mujer proveyéndole de una mejor calidad de vida.

Uno de los problemas de salud pública más importantes en nuestros días en toda la población son las enfermedades cardiovasculares, las cuales están relacionados con factores como estilos de vida, alimentación, genéticos y algunas enfermedades como diabetes e hipertensión: Sin embargo, en el caso de la mujer también enfrenta un riesgo significativo de enfermedades cardiacas y es crucial abordar este tema.

Existen factores de riesgo específicos en el caso de las mujeres que las hacen susceptibles para las enfermedades cardiovasculares; uno de estos factores son los estrógenos los cuales ofrecen cierta protección para las enfermedades cardiovasculares; durante la menopausia los niveles de estrógenos descienden, disminuyendo este factor protector que se manifiesta como un incremento de la presión arterial y un aumento en los niveles de colesterol de baja densidad también llamado LDL (comúnmente conocido como “malo”)

Algunas situaciones del embarazo como la preeclampsia, la diabetes del embarazo y la hipertensión gestacional son factores de riesgo no solo para la mujer durante el embarazo, sino que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular a lo largo del resto de la vida. Por otro lado, las mujeres que viven con síndrome de ovario poliquístico tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión y alteraciones del colesterol, siendo estos factores contribuyentes también del incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Algunas de las manifestaciones cardiovasculares son similares en ambos géneros y el dolor en el pecho es el síntoma más común en ambos géneros. Otros de los síntomas que se pueden presentar es dolor en el cuello, mandíbula, hombros o el abdomen, dificultad para respirar, náuseas o vómitos, fatiga y mareos; debemos estar atentos ante la presencia de estos síntomas para acudir a una evaluación oportuna. Sin duda la prevención es el arma más poderosa contra las enfermedades cardiovasculares en el caso de las mujeres y esta incluye algunas medidas como el monitoreo regular de la salud que incluye medición de la presión arterial, el peso corporal y los niveles de glucosa en sangre. Los cambios en el estilo de vida como es una alimentación balanceada reducida en carbohidratos y grasas saturadas; la realización de ejercicio regular al menos 150 minutos a la semana, el control del estrés, el abandono del tabaco y la reducción del peso son factores que contribuyen a la reducción de este riesgo cardiovascular.

El manejo del riesgo cardiovascular en el caso de las mujeres es una situación de salud pública que requiere atención continua y educación en la población. Es necesario que las mujeres y el equipo de salud detecten y traten de forma oportuna y proactiva estos factores de riesgo. A pesar de los desafíos específicos que enfrentan las mujeres, con un enfoque preventivo e integral y las nuevas terapias es posible reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiacas y mejorar la salud de la mujer proveyéndole de una mejor calidad de vida.