/ lunes 25 de noviembre de 2019

Con café y a media luz | "Rumbo al 2020"

Para Tampico, así como para los demás municipios que conforman la zona conurbada, el año entrante debe ser de hechos más que de palabras. Las autoridades locales, de la mano del Gobierno del Estado, deberán entregar obras y no solo dichos que remitan a las promesas lanzadas durante las campañas que llevaron a Nader, Amparán y Oseguera, respectivamente, a los puestos que actualmente ocupan al frente de las administraciones públicas municipales.

Al referirme a Tampico en la entrega de esta mañana de lunes, gentil amigo lector, es por las recientes declaraciones del actual presidente municipal, en torno a la posible creación de un acuario en nuestra ciudad, estanque artificial que, según dijo a los medios de comunicación, albergaría especies endémicas del golfo de México y de nuestro sistema lagunario.

Al escuchar las palabras del mandatario en un noticiario de radio local, me obligó a recorrer el centro de la ciudad y uno que otro sector aledaño al corazón de Tampico pues me inquietaron los proyectos pendientes.

El punto medular, inevitable e impostergable, como lo hemos dicho en entregas anteriores, son los mercados municipales. Es urgente que ese nodo económico entre en funciones, no solo por lo que representa para el bolsillo del ciudadano común – ya que es una fuente de ingresos para unos y de ahorros, para otros - sino por lo que es en el mecanismo de una sociedad cada vez más acelerada.

Y es que, si echamos a volar la imaginación, en ese lugar en especial, se podría tener una fuente de circulante increíble. La reciente modernización de los comercios de la tradicional torta de la barda, unos centros de abasto modernos, limpios y agradables, una plaza “Hijas de Tampico” que pueda tener cada fin de semana una orquesta, teatro al aire libre y otros espectáculos familiares, una terminal portuaria con altas probabilidades de darle un nuevo giro a su actividad de carga para convertirla en servicios turísticos, serían los pilares fundamentales para un nuevo crecimiento de la zona centro de la ciudad.

Permítame, por favor, hacer un paréntesis en este viaje ficticio que estamos haciendo usted y yo, para comentarle lo siguiente: He visto en repetidas ocasiones el tradicional anuncio de la cerveza en la bajada de la calle Aduana apagado, sería genial que el ayuntamiento en turno se pudiera hacer propietario legal de esa marquesina y cambiar la simbólica tiara que hace referencia al nombre de la bebida, por una jaiba que, por tradición de años, representa a nuestra ciudad ante el mundo.

Imaginar el primer paso de un acuario en la zona me resulta difícil. Lo debo confesar. En ningún momento estoy diciendo que es indebido contar con obras como esta, pero al tratar de insertarlo en el contexto de la ciudad que conocemos es inevitable el reflexionar en otros proyectos que demandamos los habitantes y que también son de suma importancia. Que, aunque pudieran ser consideradas pequeñas, ayudarían mucho al devenir de nuestra población.

Le pondré un ejemplo bien sencillo.

¿Ha tenido usted la oportunidad de circular por las mañanas temprano o por la media tarde por el cruce que hacen los bulevares Perimetral y Fidel Velázquez, frente a las instalaciones de la Escuela Náutica Mercante de Tampico? Si la respuesta es afirmativa, se habrá percatado de lo riesgoso que es el aventurarse en ese tramo, no solo por las unidades del transporte público que por allí circulan, sino porque dicha intersección demanda el atravesar en contrasentido para incorporarse nuevamente al carril del puente de la laguna. Cabe hacer mención que, como “cereza del pastel”, aparece la falta de cultura del “uno y uno” que hay en otros estados del país. La intención aquí de la población de conductores es la de ganar el paso, sin pensar que ponen en riesgo su vida y la de otros.

Ese comprometido punto quedaría salvado si el ayuntamiento construyera una pequeña glorieta que apoyara a los semáforos para la distribución adecuada y menos riesgosa de las unidades que allí transitan. Al parecer, no se han dado cuenta de ello. Ojalá y no se esperen a que ocurra un accidente.

Volviendo al tema anterior, el proyecto del acuario representaría una fuente de empleos a los jóvenes que egresan de las carreras de biología e ingeniería ambiental que se imparten en las casas de estudio de nuestra conurbación; no obstante, también obliga a los gobiernos municipales y estatales posteriores, a no dejar caer el recinto pues la inversión por mantenimiento es sumamente alta y el flujo de visitantes no debe decaer para que sea, por lo menos, autosustentable y permita pagar sueldos dignos a esos profesionistas.

La rueda de la fortuna que estará ubicada en la zona periférica de la laguna del carpintero es también, un proyecto que ya ha iniciado y que, sin duda, será un polo de atracción, a pesar de las cuestiones que hay en contra, como la salinidad del ambiente, los fuertes vientos que se desatan en nuestra zona y más. Aplaudo el proyecto, pero esta obra me hace recordar la ausencia de otra, tal vez, más imperiosa: La modernización del transporte y la reubicación de las rutas que estrangulan la zona cero.

Usted me responderá que ya se ha anunciado la llegada de un Metrobús que circulará por la avenida Miguel Hidalgo, por tanto, mi pregunta es ¿Ya se eliminaron las rutas piratas; se disminuyó el número de taxis irregulares; se sacaron de la circulación los microbuses en pésimo estado? ¡La respuesta obviamente es un “no” rotundo! Por consiguiente, el tener circulando a una unidad de gran tamaño como un metro bus solo terminaría de “ahorcar” la ya insuficiente artería más importante de la zona.

En este tenor las autoridades deberían apostar de manera inmediata por un tren urbano de dos líneas para unir a Tampico con Altamira y a esta última con el centro de Ciudad Madero, teniendo como punto de transbordo el cruce de avenida Universidad y avenida Jalisco o, caso contrario, un punto aledaño al ejido Tancol.

Hay aun muchas cosas que quisiera comentar con usted, amigo mío, lamentablemente, como decía un periodista de por aquí, lo debo dejar pues “El tiempo apremia y el espacio, se agota”.

¡Hasta la próxima!

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

  • Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Para Tampico, así como para los demás municipios que conforman la zona conurbada, el año entrante debe ser de hechos más que de palabras. Las autoridades locales, de la mano del Gobierno del Estado, deberán entregar obras y no solo dichos que remitan a las promesas lanzadas durante las campañas que llevaron a Nader, Amparán y Oseguera, respectivamente, a los puestos que actualmente ocupan al frente de las administraciones públicas municipales.

Al referirme a Tampico en la entrega de esta mañana de lunes, gentil amigo lector, es por las recientes declaraciones del actual presidente municipal, en torno a la posible creación de un acuario en nuestra ciudad, estanque artificial que, según dijo a los medios de comunicación, albergaría especies endémicas del golfo de México y de nuestro sistema lagunario.

Al escuchar las palabras del mandatario en un noticiario de radio local, me obligó a recorrer el centro de la ciudad y uno que otro sector aledaño al corazón de Tampico pues me inquietaron los proyectos pendientes.

El punto medular, inevitable e impostergable, como lo hemos dicho en entregas anteriores, son los mercados municipales. Es urgente que ese nodo económico entre en funciones, no solo por lo que representa para el bolsillo del ciudadano común – ya que es una fuente de ingresos para unos y de ahorros, para otros - sino por lo que es en el mecanismo de una sociedad cada vez más acelerada.

Y es que, si echamos a volar la imaginación, en ese lugar en especial, se podría tener una fuente de circulante increíble. La reciente modernización de los comercios de la tradicional torta de la barda, unos centros de abasto modernos, limpios y agradables, una plaza “Hijas de Tampico” que pueda tener cada fin de semana una orquesta, teatro al aire libre y otros espectáculos familiares, una terminal portuaria con altas probabilidades de darle un nuevo giro a su actividad de carga para convertirla en servicios turísticos, serían los pilares fundamentales para un nuevo crecimiento de la zona centro de la ciudad.

Permítame, por favor, hacer un paréntesis en este viaje ficticio que estamos haciendo usted y yo, para comentarle lo siguiente: He visto en repetidas ocasiones el tradicional anuncio de la cerveza en la bajada de la calle Aduana apagado, sería genial que el ayuntamiento en turno se pudiera hacer propietario legal de esa marquesina y cambiar la simbólica tiara que hace referencia al nombre de la bebida, por una jaiba que, por tradición de años, representa a nuestra ciudad ante el mundo.

Imaginar el primer paso de un acuario en la zona me resulta difícil. Lo debo confesar. En ningún momento estoy diciendo que es indebido contar con obras como esta, pero al tratar de insertarlo en el contexto de la ciudad que conocemos es inevitable el reflexionar en otros proyectos que demandamos los habitantes y que también son de suma importancia. Que, aunque pudieran ser consideradas pequeñas, ayudarían mucho al devenir de nuestra población.

Le pondré un ejemplo bien sencillo.

¿Ha tenido usted la oportunidad de circular por las mañanas temprano o por la media tarde por el cruce que hacen los bulevares Perimetral y Fidel Velázquez, frente a las instalaciones de la Escuela Náutica Mercante de Tampico? Si la respuesta es afirmativa, se habrá percatado de lo riesgoso que es el aventurarse en ese tramo, no solo por las unidades del transporte público que por allí circulan, sino porque dicha intersección demanda el atravesar en contrasentido para incorporarse nuevamente al carril del puente de la laguna. Cabe hacer mención que, como “cereza del pastel”, aparece la falta de cultura del “uno y uno” que hay en otros estados del país. La intención aquí de la población de conductores es la de ganar el paso, sin pensar que ponen en riesgo su vida y la de otros.

Ese comprometido punto quedaría salvado si el ayuntamiento construyera una pequeña glorieta que apoyara a los semáforos para la distribución adecuada y menos riesgosa de las unidades que allí transitan. Al parecer, no se han dado cuenta de ello. Ojalá y no se esperen a que ocurra un accidente.

Volviendo al tema anterior, el proyecto del acuario representaría una fuente de empleos a los jóvenes que egresan de las carreras de biología e ingeniería ambiental que se imparten en las casas de estudio de nuestra conurbación; no obstante, también obliga a los gobiernos municipales y estatales posteriores, a no dejar caer el recinto pues la inversión por mantenimiento es sumamente alta y el flujo de visitantes no debe decaer para que sea, por lo menos, autosustentable y permita pagar sueldos dignos a esos profesionistas.

La rueda de la fortuna que estará ubicada en la zona periférica de la laguna del carpintero es también, un proyecto que ya ha iniciado y que, sin duda, será un polo de atracción, a pesar de las cuestiones que hay en contra, como la salinidad del ambiente, los fuertes vientos que se desatan en nuestra zona y más. Aplaudo el proyecto, pero esta obra me hace recordar la ausencia de otra, tal vez, más imperiosa: La modernización del transporte y la reubicación de las rutas que estrangulan la zona cero.

Usted me responderá que ya se ha anunciado la llegada de un Metrobús que circulará por la avenida Miguel Hidalgo, por tanto, mi pregunta es ¿Ya se eliminaron las rutas piratas; se disminuyó el número de taxis irregulares; se sacaron de la circulación los microbuses en pésimo estado? ¡La respuesta obviamente es un “no” rotundo! Por consiguiente, el tener circulando a una unidad de gran tamaño como un metro bus solo terminaría de “ahorcar” la ya insuficiente artería más importante de la zona.

En este tenor las autoridades deberían apostar de manera inmediata por un tren urbano de dos líneas para unir a Tampico con Altamira y a esta última con el centro de Ciudad Madero, teniendo como punto de transbordo el cruce de avenida Universidad y avenida Jalisco o, caso contrario, un punto aledaño al ejido Tancol.

Hay aun muchas cosas que quisiera comentar con usted, amigo mío, lamentablemente, como decía un periodista de por aquí, lo debo dejar pues “El tiempo apremia y el espacio, se agota”.

¡Hasta la próxima!

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

  • Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com