Magdalena Hernández

EN EL MES DE LA LUCHA CONTRA ELCÁNCER DE MAMA

María Magdalena Hernández García es una sobreviviente delcáncer de mama y hoy dice felizmente que se encuentra celebrandoonce años de que ya no lo tiene, y al que enfrentó con miedo,pero en contraparte con mucha valentía.

Nuestra entrevistada se dedica actualmente a las ventas y diceque es una mujer que a pesar de haber tenido cáncer, nunca dejóde creer en Dios y su fe la mantuvo siempre firme para enfrentar elcáncer de mama.

Magdalena nos contó que “gracias a una mastografía que mehicieron comprobaron que yo tenía cáncer, porque a diferencia deotras personas, yo no tenía ningún síntoma, sin embargo losdoctores vieron algo en el primer estudio y me mandaron hacer otra,pero antes de eso, mi seno se inflamó como un pequeño globo y sepuso de un rosa mexicano”.

Dice que consultó a cuatro doctores antes de esa mastografía yque todos coincidían en que no podía tener cáncer, por elcabello, por el color de su piel, por sus antecedentes, en fin yeso la tranquilizó.

Y aún recuerda como si fuera ayer como le dieron la fatalnoticia de que tenía cáncer. “Sentí que todo se me nubló, vicomo una mancha roja y para mi fue un caos”, y añade que lepreguntó al doctor “ya me dijo que tengo cáncer, cómo me loquito, qué sigue”.

Esas palabras impactaron demasiado al doctor, que estabaacostumbrado a que sus pacientes de cáncer le lloraran, legritaran y lo rasguñaran, pero ninguna le había dicho lo deMagdalena y ante esto llamó a su enfermera, quien después deescuchar el relato del médico sólo abrazó a Magda y le dijo“mi reina, ojalá todas fueran como tú, valientes, guerreras ycon mucha fortaleza”.

Hoy Magdalena dice que en ese momento sí sintió mucho miedo,pero que tenía que saber cómo se iba a enfrentar al cáncer ydespués quimios, radiaciones y una intervención quirúrgica,recuerda que le preguntó a la oncóloga, que después de todo estetratamiento de tres años cómo se veía y ella le dijo“agrégale a tu edad 30 años, pero lo importante es que estásviva”.

En su tratamiento cuenta que ella se enojaba y angustiaba;perdió su trabajo y se encontraba sola, ya que vivía en otraciudad y sus hijos aquí en Tampico, sin embargo eso nunca laderrumbó y siguió luchando por su vida.

Desde pequeña quedó húerfana y fue educada por sus hermanos,quienes la enseñaron a que nunca las personas se condolieran deella y dijeran “pobrecita” y esas enseñanzas las aplicó en suvida adulta y gracias a eso pudo superar el cáncer de mama.

Comenta que el cáncer le dio una misión en esta vida, “tocarlos corazones de todas las personas para que se cuiden, se examineny que no digan que a ellas no, porque el cáncer no hacedistinciones”.

Lee también:

Local