Porque “la historia es un incesante volver a empezar”, de acuerdo con el padre de los historiadores Tucídides, la ciudad de Matamoros se resiste a olvidarse de sí misma, por lo que se desarrolló un proyecto para digitalizar su archivo histórico integrado por al menos 15 mil expedientes.
Con dos unidades para digitalizar, actualmente en el Archivo Histórico de Matamoros ha logrado transformar 8 mil 300 expedientes de 15 mil en existencia con la intención de que la tecnología funja como la herramienta que enlace a los usuarios con la historia de esta ciudad fronteriza.
“Es un avance de más del 50%, cerramos el año con 8 mil 300 expedientes digitalizados".
"Tenemos dos unidades de digitalización y una tercera que nos va a llegar a finales de enero”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, encargado del Archivo Histórico de Matamoros, Martín Rodríguez Arellano.
Se cumple el sueño del cronista
Andrés Florentino Cuellar Cuellar, el cronista con y sin cargo de Matamoros, a quien llamaban “el profe” tuvo el sueño de acercar los documentos históricos a la población de una forma práctica e inmediata, objetivo que sólo podría cumplirse con equipos tecnológicos e internet.
“Siempre fue un sueño del profe cuellar, que todo estuviera digitalizado, el tener una archivo accesible a todo el público, y que la gente pudiera acceder a toda la información”, relató Martín.
“El archivo siempre ha sido un referente obligado para investigadores periodistas, pero encontrar la información era muy difícil, por falta de personal equipo, mil y una vicisitudes” añadió.
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En el 2018 el alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, decidió impulsar este proyecto con la adquisición del equipo de digitalización.
“Desde que el profesor fue asignado al Archivo Histórico hubo muchos proyectos, universidades texanas hacían donaciones o prestaban equipos para la digitalización, no eran proyectos completos, era un enfoque imparcial, no había una visión de tenerlo digitalizado”, indicó.
La tarea no fue fácil, había que ordenar un archivo integrado por miles de documentos nacionales como extranjeros, que incluso conservaban grapas de metal viejas.
“El archivo no estaba ordenado, no estaba organizado, había mucho archivo de concentración, fondos acumulados, hubo que quitarle elementos metálicos, broches, grapas, años de trabajo muy intenso”, recordó.
En abril del 2022, el profe Cuellar murió pero no su sueño y en el Archivo continuó el trabajo.
El trabajo quedó en una persona
Al principio eran cuatro personas lo que se quedaron a cargo de esta tarea pero entre la pandemia y proyectos personales, Martín se quedó solo con la tarea de la digitalización, pese a lo que le requería de esfuerzo, el joven, no se desanimó porque el sueño de su maestro se convirtió en propio.
El encargado, que en el 2023 recibió un reconocimiento como cronista del año, había ingresado a realizar su trabajo social en estas oficinas desde el 2013, después fueron las prácticas y finalmente, se quedó a trabajar.
“Empecé a clasificar, a identificar los documentos, empecé aprender paleografía, fueron muchos años de trabajo, al mismo tiempo que íbamos digitalizando íbamos clasificando, eran 600 hojas diarias”, narró.
“De septiembre del 2019 hasta julio del 2023 prácticamente estuve solo digitalizando todo el archivo”, agregó.
Apenas comenzó el proceso, se dio difusión a los documentos a los que ya era posible acceder, lo que le permitió a una estudiante, Carla Camacho, ganar el premio por la tesis que realizó.
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“Con mucho gusto nos enteramos a través de ella, que su tesis ganó el premio. Gracias, en parte, a los documentos que ella consultó de manera digital en el archivo”, planteó.
Pese a que han logrado digitalizar más del 50% del material, el trabajo se ha extendido pues, ahora sigue la hemeroteca.
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“Digitalizar la hemeroteca no estaba dentro del proyecto original pero al ver los avances tan extraordinarios que tenemos y haciendo todas las consideraciones adecuadas creemos que es algo muy posible”, finalizó el cronista que seguramente gusta de la frase “Mi Matamoros querido, nunca te podré olvidar”.
