¿Hay realmente motivos para desconfiar de su efectividad?
Mito: No son tan potentes ni seguros como los medicamentos de marca.
Realidad: Diversas entidades reguladoras de medicamentos y alimentos (INVIMA en Colombia, ANVISA en Brasil, ANMAT para Argentina y FDA en Estados Unidos, FDA) exigen que los medicamentos genéricos tengan la misma calidad, potencia, pureza y estabilidad que sus homólogos de marca.
Mito: Tienen mayor riesgo de sustancias tóxicas o nocivas.
Realidad: Como poseen los mismos ingredientes activos que sus contrapartes de marca,ofrecen el mismo beneficio y el mismo riesgo que sus homólogos de marca, bajo la vigilancia y control de las entidades reguladoras.
Mito: No actúan con tanta rapidez en el cuerpo.
Realidad: Un medicamento genérico debe suministrar la misma cantidad de ingrediente activo y en la misma cantidad de tiempo que el medicamento de marca original, para que se califiquen de medicamentos intercambiables.
Mito: Los medicamentos genéricos producen más efectos secundarios.
Realidad: Todas las agencias de regulación de medicamentos cuentan en la actualidad con grupos de fármaco-vigilancia, que reciben informes de reacciones adversas. Hasta ahora no se ha encontrado una diferencia notoria en la incidencia de efectos secundarios.
Mito: A menudo se fabrican en instalaciones de calidad inferior.
Realidad: Las agencias reguladoras de medicamentos se aseguran en sus inspecciones que los laboratorios farmacéuticos y sus instalaciones cumplan con un estándar denominado “buenas prácticas de manufactura”. Curiosamente, cerca de la mitad de los medicamentos genéricos es producida por empresas que, a la vez, fabrican medicamentos de marca y que hacen copias de sus propios medicamentos o de otros medicamentos de marca.
Mito: El medicamento genérico es una sustancia sustraída de un laboratorio multinacional en el extranjero.
Realidad: Debido a la globalización, el término laboratorio multinacional está tendiendo a cambiar de la designación de laboratorios en países desarrollados a laboratorio de cualquier país del mundo que pueden importar, fabricar o vender medicamentos por fuera de sus naciones de origen. Las compañías farmacéuticas que deciden producir su propia versión del medicamento después de que la patente expira, a menudo comercializan el medicamento bajo su nombre genérico o bajo otro nombre comercial, que puede llegar a ser más barato que el original. EUROPA PRESS N. S.