Los jóvenes de todo el continente americano son quienes más han sido afectados por la pandemia, afirmaron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, y señalan a la desigualdad como uno de los principales retos que debe afrontar este sector poblacional.
Con más de 106 millones de jóvenes en la región, los investigadores coinciden en que el presente se ha vuelto incierto para los jóvenes, con mayor confrontación y menos consensos.
Durante el foro “Persistencias y emergencias de las desigualdades en las nuevas generaciones de América Latina y El Caribe”, realizado en dicho espacio universitario, aseguraron que se debe trabajar para garantizarles oportunidades a futuro.
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VIOLENCIA Y FALTA DE EMPLEO, LOS OBSTÁCULOS
Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, apuntó que los jóvenes enfrentan de diferente manera tres retos principales: violencia, permanencia educativa y falta de oportunidades laborales.
“Veintiséis por ciento de toda la población latinoamericana lo representa este sector, son ellos los nativos digitales que usan de forma estratégica estas herramientas, son un capital humano que busca salvar al mundo, y a quienes debemos ofrecer opciones”, dijo.
“HAY QUE REFORZAR LAS VOCES DE LOS JÓVENES”
Por su parte, Pablo Vommaro, posdoctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó que hoy en día se presenta un “juvenicidio”, en el sentido que América es el continente que más niega a sus juventudes.
“La desigualdad es tan profunda que algunas personas se creen con el derecho a eliminarlos. Hay que realizar un reconocimiento a sus voces y reforzar su visibilización, debemos pensar cómo hay que escucharlos, terminar con la estigmatización y emprender una comunicación intergeneracional”, expuso.
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¿LA JUVENTUD ES APÁTICA?
Sobre la creencia de que los jóvenes son apáticos, Juan Romero, académico de la Universidad de la República en Uruguay, aclaró que se trata de un prejuicio, ya que las juventudes de cada época se manifiestan de maneras distintas.
“Toda esa generación de conflicto y malestar, es resultado de décadas de desigualdad, y ahí están los casos de Colombia, Brasil, Argentina y Chile”, dijo.
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Finalmente, Silvia Borelli, académica de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, Brasil, indicó que la cooperación educativa entre las naciones latinoamericanas debe discutir y construir conocimiento que impacte en las políticas públicas de la niñez y los jóvenes.
“Todo esto, para que ellas y ellos, puedan desplegar su potencial humano, y se fracturen los círculos de la exclusión, lo que se vuelve cada vez más urgente”, recalcó la especialista.
