Durante años su presencia fue habitual en el crucero de Avenida Hidalgo, esquina con Márquez de Guadalupe, hasta convertirlo en un ícono de las calles de Tampico.
Los días miércoles, sábados y domingos, el hombre plateado aprovechaba cuando el semáforo se ponía en rojo para hacer su show de magia.
➡️ También te puede interesar: Tampico fue sede de la primera embotelladora de Coca Cola en México, ¿la recuerdas?
Detrás del hombre plateado
Su nombre es Mario Esperanza, es esposo, padre y abuelo, también es payaso y figura del entretenimiento en los cruceros. Ha trabajado en diversas ciudades de Tamaulipas y Nuevo León, entre ellas Monterrey, Nuevo Laredo, Reynosa y, por supuesto, Tampico. Lugar donde se quedó a vivir por más de 27 años antes de mudarse.
A pesar de las críticas por su labor, “Pyllon”, uno de sus tantos nombres artísticos, aseguraba que una de las mayores ventajas del oficio era distraer a las personas por un instante de sus problemas.
En la entrevista realizada por César Rivera, Esperanza comentó que su objetivo era “regalar un show a cambio de una pequeña cooperación”.
Declaro estar acostumbrado a ver parejas discutiendo o automovilistas con el rostro contraído por el coraje o la amargura en los cruceros. En ese momento Esperanza intentaba robarles una sonrisa. En sus palabras: “Yo recibo todas las malas vibras y el mal humor que trae la gente a cambio de una cooperación, después me liberó de esa energía”.
Lo primero es la libertad
Rivera interrogó al hombre de plata sobre el motivo que lo llevó a realizar espectáculos circenses en una de las avenidas más transitadas de la zona conurbada, a pleno Sol.
Esperanza declaró que aquello que lo impulsaba a seguir era la libertad de poder hacer lo que quisiera, cuando quisiera, sin un empleador que determinará sus horarios o actividades. De igual manera, señaló que su oficio le permitía viajar junto a su familia en los plazos que ellos creían convenientes.
Una familia de payasos
La esposa del hombre plateado también es payasita. Durante el tiempo que vivieron en Tampico, tuvieron un negocio de entretenimiento llamado “Producciones Colesterol” donde ofrecían espectáculos para distintos tipos de eventos: desde despedidas de solteras, babyshower, cumpleaños, entre otros.
➡️ También te puede interesar: ¿Te acuerdas de la cafetería de Woolworth? Un vistazo a la década de los 80 en Tampico [Video]
Recibe las noticias de El Sol de Tampico directo en tu WhatsApp, suscríbete aquí
Para su familia no era extraño ver cómo Mario Esperanza cubría su cuerpo con un pigmento vegetal de color gris mezclado con aceite de bebé.
Tampoco lo era para los habitantes de Tampico, quienes acostumbraban ver al hombre plateado en los cruceros. Quien, de acuerdo a sus redes sociales, ahora vive en Sinaloa. Él lo dijo desde un principio, es un alma libre.