Propietarios de salones de fiestas agotan sus ahorros, empeorando su quebranto económico por segundo año consecutivo y en este periodo de graduaciones apenas registrarán una recuperación del 20% con pérdidas por encima de los cien millones de pesos, anticipó la Asociación de Empresarios de Restaurantes y Alimentos Condimentados.
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Reyes González del Ángel, líder de ese organismo, lamentó el abandono del gobierno que se ha negado a conceder estímulos fiscales, créditos de bajo costo, descuentos en servicios públicos y hasta apoyos de salarios mínimos para los miles de empleados, entre meseros, músicos, payasos y cantineros, entre otros que por más de un año subsisten sin ingresos.
En este periodo de graduaciones, que comienza desde finales de mayo hasta julio, las reservaciones de fiestas permanecen muy por debajo de las ocho que promediaban por mes antes de la pandemia.
Las clases en línea, el avance lento de la vacunación contra el Covid-19 y el temor de contraer el virus, apenas permitirá una recuperación del 20%, condenado a vivir en condiciones críticas a los más de trescientos salas de festejos registrados en la zona metropolitana.
Antes de la llegada del coronavirus, el promedio de festejos era de 2 mil 500 en estas 8 o 10 semanas, cuando concluían los ciclos escolares, pero por segunda vez en año será mínimo, dando escasa oportunidad de recuperar la rentabilidad y el empleo de miles de personas, que ahora hacen esfuerzos para sostener la economía familia, como vendedores ambulantes, empeñando sus equipos de trabajo u ofreciendo otros productos a través de redes sociales.
Como consecuencia de este colapso tampoco se ha detenido el cierre definitivo de salones o jardines porque este seguirá siendo año muy complejo y es probable que el comienzo del florecimiento de este gremio llegue hasta mediados del 2023.