La contingencia sanitaria ocasionado por el coronavirus generó un aumento en los casos en el que los menores se vieron en la necesidad de buscar un trabajo para contribuir con los gastos en el hogar.
La titular de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, en Ciudad Madero María Aidé Reyes Durán, indicó que durante estos más de dos años de pandemia, aumentó el número de menores quienes buscaron contribuir con los gastos del hogar.
“Diversos factores influyen para que en los hogares tengan que duplicar la cantidad de actividades laborales entre ellas se involucra a los niños y adolescentes para que estos aporten económicamente al hogar. Un factor determinante ha sido la pandemia que ha influido considerablemente en la deserción escolar, se han visto obligados a salir de sus hogares para limpiar vidrios o vender dulces en los cruceros, plazas y lugares concurridos”, expresó.
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De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría del Trabajo de Tamaulipas, Ciudad Madero ocupa uno de los lugares donde se ocupan a los niños, niñas y adolescentes en actividades laborales.
Reyes Durán, expresó que existen leyes para evitar que los menores sean víctimas de la explotación infantil, al ser obligados a desempeñar alguna actividad que conlleva poner en riesgo su integridad.
“La Convención sobre los Derechos del Niño, exhorta en su Artículo 32 a proteger a las niñas y niños de ser víctimas de explotación económica y de desempeñar cualquier trabajo que pueda ocasionarles daño, entorpecer su educación, o que sea perjudicial para su salud y desarrollo”, aseveró.
La funcionaria municipal señaló que las autoridades municipales trabajan para evitar que los infantes sean utilizados para efectuar alguna actividad, atendiendo los reportes en el cual además de dialogar con los familiares, brindan el apoyo a través de los diferentes programas sociales que se tiene.
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De acuerdo a la información proporcionada por el área de Trabajo Social de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema DIF Municipal, en Ciudad Madero se atiende a 219 niñas, niños y adolescentes a través de los programas "Nuestros Niños, Nuestro Futuro", "Niños de los cruceros" y "Niños en riesgo de deserción escolar", de los cuales 29% representa a niñas y el 33% a niños en edades de 0 a 10 años, mientras que el 15% corresponde a adolescentes varones y el 21% a adolescentes mujeres.
Pannarti vigila a 103 menores en Ciudad Madero
De acuerdo a datos del Programa de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Riesgo y Trabajo Infantil (PANNARTI), en Ciudad Madero se atienden a un promedio de 103 menores, quienes realizan alguna actividad para obtener recursos y seguir estudiando.
“No son obligados por sus padres, se vigila que continúen estudiando y por medio de Escuela para Padres se les imparten conferencias para que guíen a sus hijos, y no deserten de sus estudios”, aseveró la responsable de esta dependencia, Lucila Robles Rodríguez.
Dijo que son diferentes trabajos en el que se cuida que no arriesguen su integridad física y con lo que obtienen, se apoyan para seguir estudiando y poder el día de mañana superarse.
“Realizan diferentes actividades, unos en la playa otros en misceláneas, venden pan, gelatinas, fruta picada, algunas niñas lavan platos en restaurantes, hacen pulseras, venden ropa usada en los tianguis”, citó.
En temporada decembrina aumenta la llegada de menores a trabajar en la zona
Amelia Pérez Rodríguez, directora del Sistema DIF de Ciudad Madero, señaló que es a finales del año en el que el personal de esta dependencia municipal intensifica los recorridos en diferentes sectores de la ciudad para evitar que los menores sean explotados, ya que por experiencia se sabe de la llegada de familias procedentes de otros estados de la república al sur de Tamaulipas.
“En este período se intensifican los recorridos y las atenciones que se generan en este sentido, tanto del departamento de procuraduría como Panarti que son quienes se encargan de hacer estos rastreos y dar seguimiento a los mismos. Son temporadas en donde recibimos muchas personas que no son de aquí y aprovechan las fechas, en los lugares más concurridos para pedir una moneda”, expresó.
Mencionó que llegan a aumentar hasta 40% las personas que son localizadas en diferentes cruceros de las avenidas de mayor tráfico, en el cual exponen a los menores cuando llevan a cabo algún tipo de trabajo como vender dulces, limpiar los parabrisas de los vehículos o realizar algunos malabares.
Pérez Rodríguez, señaló que lo que se busca no es sancionar a los padres de estos menores, entendiendo que no cuenta con un recurso y lo que se procede es a entablar un diálogo con ellos para exhortarlos a no obligar a los menores a ejercer este tipo de actividades.
“Se hace la visita, se platica con las personas, se les invita a que se retiren, la mayoría acepta, dejan de venir unos días y posteriormente vuelven a regresar”, externó.
