El tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre en México, felicidades. El objetivo de la fecha es reconocer la labor de crianza de la figura paterna en los hogares del país. ¿Cómo se vive la paternidad en una época marcada por el cambio de paradigmas dentro de la sociedad? y ¿qué significa ser un buen papá? En el mundo contemporáneo, esta figura puede tener diversos rostros.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la República, 77 de cada 100 hogares reconocen a un hombre como cabeza de familia.´
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Definiendo a papá: un cambio de paradigma
El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la palabra “padre”, del latín páter, como un “varón que ha engendrado uno o más hijos”. En su tercera acepción, el vocablo se le asigna al “varón con cualidades atribuidas a un padre, especialmente por su carácter protector y afectivo”.
Bajo esta última definición, el término es flexible en su significado. La paternidad puede, entonces, ser ejercida por un padre biológico o un padre de crianza. Es factible que la figura corresponda a un padre adoptivo, a un padrastro o a un miembro masculino del núcleo familiar más próximo, por ejemplo, a un abuelo o a un tío.
El artículo 26 de la Ley para el Desarrollo Familiar del Estado de Tamaulipas establece que “el padre y la madre tienen, respecto de sus hijos menores de edad o declarados incapaces, el deber de protegerlos, educarlos, asistirlos y prepararlos para la vida y una adecuada y fructuosa integración a la sociedad”.
Tanto para el gobierno, como para la sociedad, la relación paterna filial conlleva principalmente una serie de responsabilidades afectivas, educativas, legales, sociales, culturales y financieras.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, Juan Rafael Hernández Palmer, psicólogo, indica que “dos palabras son claves para la paternidad hoy en día: la aceptación y el compromiso. Es importante cuidar, proteger y apoyar a los hijos en su desarrollo integral, expresando amor, respeto y reconocimiento”.
Acorde al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), una paternidad responsable y activa consiste en “estar presente”, es decir, comprometerse con la crianza de los hijos.
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Tal obligación equivale, entre otras tareas, a ejercer labores domésticas, involucrarse en el cuidado diario y fomentar un vínculo amoroso. Los beneficios de asumir una paternidad sana, reporta Unicef, se traducen en la construcción de una sólida autoestima y en el fomento del bienestar psicológico de los hijos e hijas. Sin embargo, no todos los padres asumen tal deber.
Cuando ellos se van: deslinde de obligaciones
En México, 33 de cada 100 hogares señalan a la mujer como cabeza de familia. En palabras de Hernández Palmer, “la ausencia de la figura paterna puede deberse a diversas causas, como el abandono, el divorcio, la migración, el fallecimiento o el encarcelamiento”.
Cabría agregar también el libre albedrío del género femenino por apostar por un hogar monoparental, a favor de la salud física y mental de los miembros de la familia.
“Los padres pueden abandonar los hogares por diversas razones, como conflictos conyugales, infidelidad, violencia doméstica, adicciones, desempleo o presiones sociales. Sin embargo, también pueden influir factores emocionales que impiden a los padres asumir su rol con madurez y compromiso”, prosigue el entrevistado.
“Desde una perspectiva psicológica, el abandono puede ser una forma de negar o rechazar la función paterna. El abandono puede ser físico o emocional y es una forma de violencia familiar que afecta a los hijos en su desarrollo”, asevera Hernández.
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Analizando la ausencia paterna desde el aspecto legal, en entrevista para este medio, Julián Álvarez Bautista, abogado, informa que cuando los padres son demandados por pensión alimenticia “generalmente siempre se oponen o, en su defecto, ofrecen una cantidad mínima, argumentando que ganan poco, que tienen muchos gastos e incluso que tienen otra familia que mantener. Buscan deslindarse de responsabilidades”.
¿Qué significa ser un buen padre?
No obstante, así como hay padres que se alejan, hay padres que cumplen cabalmente con las responsabilidades contraídas con sus hijos. Este domingo 18 de junio, diversos habitantes de la zona conurbada festejan a sus padres en agradecimiento por el amor brindado durante años.
Ser un buen padre, apunta Unicef implica asumir un rol activo en las labores domésticas cotidianas, asistir a reuniones y eventos escolares, destinar tiempo para actividades lúdicas y recreativas, escuchar con atención y respeto, consolar en los momentos difíciles, establecer límites, celebrar metas cumplidas y mostrar empatía.
Hernández Palmer concluye que “es de suma importancia revisar y confrontar los valores y objetivos como padres, para comprometerse con acciones que construyan relaciones más significativas con los hijos.”
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Aunque durante mucho tiempo, al rol masculino se le atribuyó un carácter estoico. La paternidad que se asume demuestra la capacidad de amor, apoyo, ternura, dedicación, bondad y perdón de la cual es capaz un ser humano.
Aceptando la flexibilidad de la palabra “padre”, quizás sea conveniente señalar: Feliz Día del Padre, padrastro; Feliz Día del Padre, abuelo; Feliz Día del Padre, tío; e incluso, amparados en la lógica de que quien asume una doble responsabilidad merece una doble recompensa, sería oportuno pronunciar: Feliz Día del Padre, mamá.
En la sociedad contemporánea, la paternidad se expresa mediante diversos rostros. Para aquellos que asumen el título con todos sus beneficios y responsabilidades: Feliz Día del Padre.
