Los refrescos o bebidas gaseosas que en el mercado se adquieren por poco más de 30 pesos enferman a ocho de cada 10 consumidores, convirtiéndose en padecimientos con afectaciones en la funcionalidad de los riñones.
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En la zona sur de Tamaulipas son diabetes mellitus, infecciones en las vías urinarias, cálculos renales e hipertensión arterial, las cuatro enfermedades de mayor incidencia entre personas que consumen en exceso refrescos y en un segundo tenor, sal.
Al llegar a la fase más crítica el paciente es remitido a hemodiálisis, un procedimiento médico que por mes tiene un costo aproximado de 50 mil pesos, que la gran mayoría no logran costear y tratamiento al que no tienen acceso en hospitales públicos 3 de cada 4 pacientes.
PERO ¿QUÉ CONTIENE EL REFRESCO QUE HACE TANTO DAÑO?
En el marco del Día Mundial del Riñón que se conmemora el segundo jueves de marzo, consultamos sobre el tema al médico nefrólogo-internista, Mateo Quilantán Rodríguez, quien explicó que la cantidad de azúcar, edulcorantes, ácidos y la fórmula secreta, provocan que se precipiten el ácido úrico y sales en el riñón, también trastorna el colesterol, triglicéridos y genera obesidad.
Los estudios revelan que las personas con altos consumos de refresco tienen una proporción interna de 80% refresco y 20% agua, esta proporción conlleva al daño en vías urinarias y cálculos renales, en donde el paciente si no deja el refresco, en un año estará conectado a la hemodiálisis y tendrá una vida contada, de la que si se tiene extremo cuidado y la solvencia económica, puede vivir hasta 20 años más.
¿CÓMO SE LLEGA A UNA SITUACIÓN DE VIDA TAN CRÍTICA?
Las enfermedades asociadas a los riñones son silenciosas, no duele nada hasta que duele todo, existen cinco estadíos del daño en el riñón, donde el paciente que está en el 1 al 2 se considera está bien; 3 y 4 hay daño avanzado y 5 el paciente tiene una funcionalidad de sus riñones de solo el 15%.
El también director del Centro Médico Renal de Tamaulipas asegura que la mayoría de los casos se atienden en fase 3 a 5, cuando el daño es tan severo que se envía a la diálisis.
Pero la hemodiálisis no es para todos, dependiendo de la etapa de la enfermedad y la edad del paciente se analizan las posibilidades para alargar su vida, quienes son menores de 55 años son candidatos a trasplantes de riñón “el problema es que no hay donadores, el paciente se queda en ese programa”.
Tan solo el año pasado 2020 se lograron tres trasplantes de riñones en Tamaulipas, lo que significa uno más que los cuatro del año de 2019. Al cierre del año anterior eran más de 20 las personas que estaban en lista de espera en esta entidad, revelan los datos abiertos del Centro Nacional de Trasplantes.
Para sustituir la función de los riñones se puede realizar una diálisis peritoneal, donde dijo el entrevistado se meten unas bolsas de azúcar a través de un tubito que va al estómago, o bien la hemodiálisis, de la que se requieren hasta 3 sesiones semanales con un costo por cada una que llega a los 4 mil pesos.
“Está diseñado para eliminar sustancias tóxicas que el paciente acumula con la enfermedad, eliminar líquidos, a través de la máquina corre la sangre que llega a un filtro en donde circula la solución de diálisis, agua tratada, limpia se une dentro de la máquina con la solución de bicarbonato y ácido, que pasa por afuera de la sangre”, dijo.
De acuerdo a las palabras del experto, a través de la orina se deben de eliminar los elementos tóxicos, pero al desencadenar todos los padecimientos, el riñón se hincha y no logra hacerlo a través de la orina, por lo que la máquina de hemodiálisis se convierte en el sustituto.
En la región, 8 de cada 10 pacientes que están en hemodiálisis es a causa de la diabetes, la Jurisdicción Sanitaria N.º II ha señalado que en Tampico son 10 nuevos casos los que se reportan semanalmente de diabetes, alcanzando el año anterior una mayor incidencia entre mujeres de 20 a 30 años, sobre esta situación.
La Encuesta Nacional de Salud revela que Tamaulipas es el segundo con mayoría de casos en el país, con 12.8% de su población, es decir más de medio millón de habitantes.
Quinlantán reveló que aún sometiéndose a la hemodiálisis, si el paciente no deja el refresco los niveles de insulina seguirán elevados, lo que genera gran daño, por lo que afirmó la mejor solución es la prevención, dejando el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas, apostando por una alimentación saludable y educar a una nueva generación que no tenga la adicción a estos líquidos.
Ya que existen casos documentados de menores, de solo 15 a 16 años con estos críticos cuadros de salud, en donde el mayor problema es la obesidad desarrollada por malos hábitos alimentarios.
