Por su condición fronteriza, Nuevo Laredo fue un punto codiciado durante la Revolución Mexicana, ya que su ubicación permitía el trasiego de armamento y municiones durante el conflicto entre las fracciones huertistas y constitucionalistas.
Es a raíz de los constantes enfrentamientos en este municipio que se produce uno de los episodios más trágicos en nuestro estado y que terminaría con un gran incendio.
EL CONTROL POR LA FRONTERA
Según información del Archivo General de Nuevo Laredo, en el municipio se desarrollaron batallas entre el ejército federal comandado por Victoriano Huerta y el constitucionalista, comandado por Venustiano Carranza, este último intentaba controlar unas de las fronteras más importantes de México, pero fue rechazado por los huertistas.
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No obstante, para 1914, cuando las fuerzas de Carranza consiguen tomar Monterrey, logran fortalecerse. “En tanto, el ejército federal veía disminuido su poder, sobre todo ante la incursión del ejército estadounidense en Veracruz”, explican.
CARRANCISTAS SE FORTALECEN
De acuerdo al historiador Stanley Green, a finales de marzo de aquel año, el ejército federal se dirige rumbo a Matamoros para tomarlo, pero al pasar por Nuevo Guerrero se encuentran con carrancistas atrincherados.
Después de tres combates, el jefe federalista Gustavo Guardiola y Aguirre se rinde, lo que permite el avance de las fuerzas constitucionalistas, escribe Green en la Revista Coahuilense de Historia. Esta circunstancia dio lugar a un suceso que la historia local registra como el incendio de Nuevo Laredo, y que sucedió el 24 de abril de 1914.
DESTRUIR LA CIUDAD, LA ORDEN
Ante el inminente arribo de los carrancistas a Nuevo Laredo, el comandante de la guarnición federal, el general Teodoro M. Quintana, dio la orden de abandonar la ciudad, explica Stanley Green. Y no solo eso, también dio instrucción de que se destruyera el palacio municipal, el consulado americano, la aduana, el edificio del correo, y el puente internacional.
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De manera que los huertistas dinamitaron y prendieron fuego a inmuebles e instalaciones y recintos que eran considerados afines a Venustiano Carranza. De acuerdo a Green, cuando los federales intentaron tirar el puente fueron abatidos por francotiradores estadounidenses.
“Sin duda un episodio trágico, pero que permitió el surgimiento de liderazgos locales que desde distintas trincheras contribuyeron con la causa revolucionaria”, afirma el Archivo General de Nuevo Laredo.
