Juan vivió toda su vida como pescador en Barra del Tordo, Aldama, sin embargo, las redes, los peces y las lanchas no lo hacían feliz, así que un día decidió perseguir su sueño y convertirse en músico. No le importó que ello implicaría ganar menos y trabajar en las calles.
“Es como si mi vida dependiera de la guitarra, yo siempre quise ser músico pero siempre tenía que trabajar como pescador en Barra del Tordo para sobrevivir, ese era mi trabajo, pero no quería hacer eso”, relató a EL SOL DE TAMPICO Juan Ramírez Mireles.
“Antes era pescador de alta mar, me sentía incompleto, se me hizo una obsesión, si no hacía esta actividad de ser músico, todo lo demás no tenía ningún sentido”, agregó el hombre de 60 años.
Un día decidió cumplir su sueño
El día llegó, Juan dejó las redes y se compró una guitarra, nadie le enseñó, aprendió de forma empírica, de oído y se animó a ganarse la vida por medio de su pasión, la música.
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“Un día andaba pescando, pensé ‘si yo vine a este mundo y no aprendo a tocar la guitarra entonces ¿a qué vine?”, se cuestionó.
Para aprender recurrió a videos, libros y a algunas visitas a la Casa de la Cultura.
“Dejé las lanchas, redes y dejé todo, no importa, me fui a trabajar a los camiones, a las calles”, indicó.
“La guitarra es como un marcapasos para poder vivir para mí, Roberto Carlos, José José, Julio Iglesias, Rocío Dúrcal, Napoleón y Vicente Fernández, son los cantantes que más me gustan”, explicó.
Le encanta trabajar en las calles
Juan, quien es soltero, dice que la canción “Chiquitita” de ABBA es su canción favorita.
“Chiquita de ABBA la escuché tantas veces, también me gusta, también me encanta Flauta de Pan, lo que más me gusta es trabajar en lo instrumental…Yo no tengo pareja, soy completamente solo, está bien, es otra forma de experimentar la vida”, dijo.
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Detalló que como músico se gana menos que como pescador, aunque esto no es importante para él.
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“He tocado en todos lados, en las calles, en los bares, pero en los bares no me gusta, la gente no te presta atención y en la calle nunca falta quién te coopere con una moneda o que se detenga a platicar contigo”, concluyó Juan, quien no se ha arrepentido de dejar su empleo como pescador para ser cantante en las calles de Tampico.
