Tampico Alto, Ver., Enero 8.- La palma de coco se puede convertir en un cultivo alternativo para los productores agrícolas de Cabo Rojo, en el municipio de Tampico Alto, al norte de Veracruz, debido a la producción que alcanza una hectárea de 28 mil cocos por año.
Buscan explotar el cultivo, ¿hasta cuántas hectáreas se plantarían?
En la actualidad existen 10 hectáreas de palma de coco que corresponden a un solo productor que ha logrado un buen rendimiento, pero están buscando explotar el cultivo, para lograr cubrir una superficie de 90 hectáreas en el corto plazo en ese lugar de la zona costera del Golfo de México.
Deivis Deantes Maya, productor agrícola en el municipio, explicó que la palma de coco es una planta que se siembra en los patios de las viviendas sin fines comerciales, por lo que resulta común que las familias siembran palma de coco en los patios de sus viviendas en las 23 comunidades de Cabo Rojo, donde no están consideradas como actividad agrícola.
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En una hectárea se pueden sembrar 144 plantas de coco a una distancia de por lo menos 8 metros una de otra, y deberán esperar cinco años para que la planta madure y comience a producir.
Palma de coco una alternativa de cultivo para Cabo Rojo, Veracruz
Cultivar la palma de coco puede resultar una buena opción para complementar la producción agrícola de la región, al tener posibilidades de producir por año en una hectárea hasta 28 mil cocos, que tiene un precio en el mercado de 7 a 10 pesos cada uno, lo que resulta un negocio rentable.
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El coco es materia prima para la producción de aceites, combustibles, suplementos alimenticios, productos de belleza y numerosas aplicaciones, por eso el interés de las autoridades locales para impulsar un proyecto de esta naturaleza, que permitirá diversificar la producción agrícola y activar la economía de las 23 comunidades de la costa de Cabo Rojo.
Cultivo como actividad económica alternativa a la pesca
La pesca, principal actividad económica para las familias de las 23 comunidades de Cabo Rojo al norte de Veracruz se ha visto seriamente afectada en la última década, por lo que ahora consideran como alternativa la siembra de productos agrícolas como la jícama, piña, la sandía y la palma de coco.
