La incertidumbre priva en el sector agropecuario de Tamaulipas, siendo la sequía y la falta de apoyos por parte del gobierno federal lo que más preocupa a los productores, quienes han tenido que tomar sus propias medidas para enfrentar la severa situación que padecen.
Las condiciones que enfrenta el sector primario es la peor en los últimos diez años, ya que además de la falta de lluvias los programas oficiales prácticamente han desaparecido.
Incluso los mismos productores han tenido que tomar acción para salvar sus hatos a la par de reducir en la medida de lo posible los elevados gastos.
Las pacas y los pozos
Una de las opciones que han tenido que tomar los ganaderos es la compra de pacas de pasto para alimentar a su ganado, ya que por la falta de lluvias la tierra está seca y árida sin producir el zacate suficiente para el consumo del ganado.
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El gasto es elevado, ya que actualmente cada paca se encuentra por encima de los 500 pesos, algunos ganaderos lo adquieren por grandes cantidades para darle de comer al ganado bovino y evitar que este siga perdiendo peso o incluso muera.
El productor ganadero de Reynosa, Marcelino Uresti Marroquín, mencionó que “en los ejidos dedicados a la actividad pecuaria hay compañeros que compran pacas por grandes cantidades, pero les duran unos días o incluso un mes, dependiendo de la cantidad de animales que tengan”.
Otra alternativa que han considerado es el uso del “nopal chamuscado”, que consiste en quemar las pencas para alimentar al ganado, convirtiéndose en una opción viable en espera de lluvias que hagan reverdecer los potreros.
Pero no solo se trata de alimentar al ganado, sino también hay que buscar qué darles de beber, por lo que los productores han tenido que construir pozos para extraer agua y poder abastecer las pilas de los potreros.
“No todos los ranchos tienen presas o pozos, pero quienes tienen llevan por pipas de un potrero a otro y es así como sacian la sed de su ganado”, dio a conocer el productor de la región.
Altos costos en insumos
Desde hace más de tres años los ganaderos y agricultores tamaulipecos han venido luchando contra los altos costos de los insumos, ya que retiraron los apoyos de programas como ProDiesel, Procampo, mejoramiento genético, entre otros.
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Además, dijo, se quitó el beneficio de tener una energía más económica a la hora de hacer pozos artificiales para abastecer de agua a la ganadería.
Gildardo López Hinojosa, consejero nacional de la Asociación Ganadera, destacó que en cuanto al tema genético solamente lo tienen con el gobierno del estado, pero del esquema de apoyos federales desapareció.
“No tenemos nada, lo estamos hablando con la instancia federal porque tenemos un competidor muy fuerte que es Estados Unidos, ellos tienen diésel barato y tienen muchos apoyos por parte del gobierno federal, nosotros quedamos en desventaja”, dijo el productor primario.
Los estragos de la sequía en esta frontera tamaulipeca se han agudizado, aunado a las altas temperaturas registradas en las pasadas semanas que han superado los 40 grados centígrados de sensación térmica, elevando la evaporación de espejos de agua y el consumo de líquido en hogares y ganado.
“Estamos con problemas de agua, algunos pozos se secaron por la corriente de agua, tenemos muchos problemas, ya estamos viendo vacas flacas”, explicó Gildardo López.
Destacó que han sobrevivido la intensa sequía del 2022, inseguridad, la pandemia del Covid-19 y la falta de apoyos del gobierno federal que hace meses desaparecieron, pero no saben cuanto más podrán resistir.
De acuerdo a esta situación 40% de los ganaderos del sur de Reynosa tuvieron que abandonar sus predios mientras que 60% sobrevive al día con excesivos gastos en pacas y agua.
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En Reynosa hay un promedio de 280 productores ganaderos, de los cuales 160 están inscritos en la Asociación Ganadera y esperan que este año, pese a la crisis que viven, no se cierren más corrales en los ranchos de la región.
La ganadería de Tamaulipas, como de gran parte del país, está en crisis, con vacas cada vez más flacas, altos costos para alimentarlas y nulos apoyos para poder superar la sequía.
