/ lunes 19 de octubre de 2020

Con café y a media luz | Todos los caminos…

Desde el jueves me vi envuelto en una serie de “dimes y diretes” y sumergido en un caudal de reflexiones con el sabio refranero hecho “a la mexicana”, porque lo que está ocurriendo en nuestro país, particularmente en los entornos jurídico y político, se pudiera resumir en cuatro o cinco adagios que, como bien decían los abuelitos, “son evangelios chiquitos” y encierran profundas verdades indiscutibles y demostrables.

Si quisiéramos citar el caso del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, ahora apodado con el remoquete de “El padrino”, muy al estilo de los libros y las películas que retrataban a la mafia siciliana, tendríamos que rememorar aquel proverbio que empezaba rezando propositivamente: “Si hace como pato, nada como pato y camina como pato…”

Lo anterior lo digo porque un operativo de la DEA para detener a una figura de la talla del general, a pesar de ya no ser funcionario de la cúpula gubernamental mexicana, no se hace “al vapor”, se debe sustentar con un expediente lo suficientemente grueso para que los elementos procedan a la captura y posterior presentación del señalado como culpable. Con mayor razón si se trata de un caso del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica contra un ciudadano que presenta las características del militar en cuestión.

En otras palabras y como lo sentencia otro dicharacho: “Para decir que la mula es parda…”, pues, aunque este tipo de juicios pueden durar años y Cienfuegos Zepeda sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario, para muchas personas fue sorprendente, incluso para los mismos funcionarios del gobierno mexicano actual, que la primera audiencia durara seis minutos, aunque para otros, no fue motivo de extrañamiento.

Este primer encuentro entre el presunto responsable de colaborar con el crimen organizado y promover el tráfico de estupefacientes a la Unión Americana y la justicia de aquel país, tuvo como objetivo el darle a conocer al indiciado los cargos que se le imputan, empero, las acusaciones son tan concretas que no requirió de más tiempo que el ocupado.

Cabe hacer mención que, figuras prominentes de varios círculos en nuestro país, han hecho públicos su apoyo y lealtad a Salvador Cienfuegos Zepeda, señalándolo como un hombre probo, recto y honorable del que sería inconcebible pensar una traición a la confianza depositada por los mexicanos en la administración pasada.

Aunque también existe un grupo que defiende la veracidad del proceder de las autoridades norteamericanas en torno a la “Operación Padrino” al traer a colación y como mero ejemplo al caso Lozoya Austin bajo la óptica del proverbio que apunta “Para muestra, basta un botón”.

Ya que una de las figuras de mayor importancia para la obtención del éxito del PRI en las elecciones del 2012, según se está revelando, fue precisamente el exdirector de Pemex, quien fungió como canal para la obtención de recursos extraordinarios de la empresa brasileña para el pago de asesores foráneos contratados por el equipo de quien fuera candidato del PRI. También, se dice, gestionó el factor económico para la “compra de voluntades” en el interior de la pasada legislatura y así concretar la aprobación de las reformas estructurales que constituyeron el llamado “Pacto por México”.

Aquellos que no resultaron convencidos con este “ejemplo”, también se les ha pedido que “Se echen el trompo de Rosario Robles, a la uña”, pues la otrora titular de la Secretaría de Desarrollo Social, se le imputan señalamientos sumamente serios en torno a una supuesta participación en la conocida como “estafa maestra”.

Debemos recordar que Robles Berlanga fue vinculada a proceso por un juez a solicitud del órgano investigador de mayor peso en torno al ejercicio de la función pública, es decir, la unidad especializada en la investigación de delitos cometidos por los funcionarios públicos, por tal motivo, la dama es ahora huésped del centro de Santa Martha Acatitla.

Curiosamente, también se pudiera citar a Luis Videgaray Caso quien, con Miguel Ángel Osorio Chong, formó el primer círculo de la última administración priista. Debemos recordar que otro señalado por Lozoya Austin fue el exsecretario de hacienda a quien identifica como el “repartidor” del beneficio económico. El también exsecretario de relaciones exteriores, solo se ha pronunciado en dos ocasiones, la primera para negar las acusaciones realizadas en su contra y la segunda para sostener que no abandonará su trabajo como docente en la universidad de Massachussets, aunque ha corrido el rumor de que el hombre se encuentra refugiado en Israel.

Con todo lo anterior, podemos citar un último refrán que bien pudiera caber en este espacio, ya que, de ser comprobados los cargos en cada uno de los funcionarios involucrados, se pudiera confirmar y - perdone la expresión – “reconfirmar” algo que se ha estado argumentando durante los últimos meses, que la administración “peñista” se destacó por ser la más oscura, en materia de corrupción, de los últimos años. Ese aforismo es aquel que indica que “Todos los caminos llevan a Roma” o, en este caso, a EPN.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.

Desde el jueves me vi envuelto en una serie de “dimes y diretes” y sumergido en un caudal de reflexiones con el sabio refranero hecho “a la mexicana”, porque lo que está ocurriendo en nuestro país, particularmente en los entornos jurídico y político, se pudiera resumir en cuatro o cinco adagios que, como bien decían los abuelitos, “son evangelios chiquitos” y encierran profundas verdades indiscutibles y demostrables.

Si quisiéramos citar el caso del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, ahora apodado con el remoquete de “El padrino”, muy al estilo de los libros y las películas que retrataban a la mafia siciliana, tendríamos que rememorar aquel proverbio que empezaba rezando propositivamente: “Si hace como pato, nada como pato y camina como pato…”

Lo anterior lo digo porque un operativo de la DEA para detener a una figura de la talla del general, a pesar de ya no ser funcionario de la cúpula gubernamental mexicana, no se hace “al vapor”, se debe sustentar con un expediente lo suficientemente grueso para que los elementos procedan a la captura y posterior presentación del señalado como culpable. Con mayor razón si se trata de un caso del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica contra un ciudadano que presenta las características del militar en cuestión.

En otras palabras y como lo sentencia otro dicharacho: “Para decir que la mula es parda…”, pues, aunque este tipo de juicios pueden durar años y Cienfuegos Zepeda sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario, para muchas personas fue sorprendente, incluso para los mismos funcionarios del gobierno mexicano actual, que la primera audiencia durara seis minutos, aunque para otros, no fue motivo de extrañamiento.

Este primer encuentro entre el presunto responsable de colaborar con el crimen organizado y promover el tráfico de estupefacientes a la Unión Americana y la justicia de aquel país, tuvo como objetivo el darle a conocer al indiciado los cargos que se le imputan, empero, las acusaciones son tan concretas que no requirió de más tiempo que el ocupado.

Cabe hacer mención que, figuras prominentes de varios círculos en nuestro país, han hecho públicos su apoyo y lealtad a Salvador Cienfuegos Zepeda, señalándolo como un hombre probo, recto y honorable del que sería inconcebible pensar una traición a la confianza depositada por los mexicanos en la administración pasada.

Aunque también existe un grupo que defiende la veracidad del proceder de las autoridades norteamericanas en torno a la “Operación Padrino” al traer a colación y como mero ejemplo al caso Lozoya Austin bajo la óptica del proverbio que apunta “Para muestra, basta un botón”.

Ya que una de las figuras de mayor importancia para la obtención del éxito del PRI en las elecciones del 2012, según se está revelando, fue precisamente el exdirector de Pemex, quien fungió como canal para la obtención de recursos extraordinarios de la empresa brasileña para el pago de asesores foráneos contratados por el equipo de quien fuera candidato del PRI. También, se dice, gestionó el factor económico para la “compra de voluntades” en el interior de la pasada legislatura y así concretar la aprobación de las reformas estructurales que constituyeron el llamado “Pacto por México”.

Aquellos que no resultaron convencidos con este “ejemplo”, también se les ha pedido que “Se echen el trompo de Rosario Robles, a la uña”, pues la otrora titular de la Secretaría de Desarrollo Social, se le imputan señalamientos sumamente serios en torno a una supuesta participación en la conocida como “estafa maestra”.

Debemos recordar que Robles Berlanga fue vinculada a proceso por un juez a solicitud del órgano investigador de mayor peso en torno al ejercicio de la función pública, es decir, la unidad especializada en la investigación de delitos cometidos por los funcionarios públicos, por tal motivo, la dama es ahora huésped del centro de Santa Martha Acatitla.

Curiosamente, también se pudiera citar a Luis Videgaray Caso quien, con Miguel Ángel Osorio Chong, formó el primer círculo de la última administración priista. Debemos recordar que otro señalado por Lozoya Austin fue el exsecretario de hacienda a quien identifica como el “repartidor” del beneficio económico. El también exsecretario de relaciones exteriores, solo se ha pronunciado en dos ocasiones, la primera para negar las acusaciones realizadas en su contra y la segunda para sostener que no abandonará su trabajo como docente en la universidad de Massachussets, aunque ha corrido el rumor de que el hombre se encuentra refugiado en Israel.

Con todo lo anterior, podemos citar un último refrán que bien pudiera caber en este espacio, ya que, de ser comprobados los cargos en cada uno de los funcionarios involucrados, se pudiera confirmar y - perdone la expresión – “reconfirmar” algo que se ha estado argumentando durante los últimos meses, que la administración “peñista” se destacó por ser la más oscura, en materia de corrupción, de los últimos años. Ese aforismo es aquel que indica que “Todos los caminos llevan a Roma” o, en este caso, a EPN.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.