/ viernes 9 de febrero de 2024

¡De bien para arriba! | Inteligencia emocional y liderazgo

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones, tomando en cuenta las habilidades como la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y las habilidades sociales, y es fundamental para las relaciones interpersonales, la toma de decisiones y el bienestar emocional.

La inteligencia emocional puede definirse como la manera en que una persona puede identificar, evaluar, controlar y expresar sus emociones, también se refiere a la manera en la que esa persona usa sus emociones para entender a sus empleados y equipos, y empatizar y conectar con ellos, en pocas oportunidades se considera la relación entre las características fundamentales que cualquier gerente o directivo de una empresa debe tener y se trata de la capacidad que posee una persona para comprender y manejar sus emociones de manera que estas no perjudiquen sus objetivos profesionales.

Si bien, en los próximos años, los robots harán muchos de los trabajos que ahora desempeñan los humanos y sin afán de detonar o hacer sensacionalismo, los expertos señalan que en esta carrera hombre-máquina, el ser humano cuenta con una ventaja competitiva: la inteligencia emocional.

En otros años, elliderazgogiraba exclusivamente en torno a una figura de autoridad, estos líderes tenían voces fuertes, argumentos poderosos y planes inamovibles que se llevaban a cabo bajo una estructura jerárquica, actualmente, las habilidades humanas, como la inteligencia emocional, están adquiriendo cada vez más protagonismo.

La inteligencia emocional es de las competencias más demandadas por las empresas hoy en día, a medida que se automatizan las tareas más repetitivas y rutinarias, en ese sentido, un reciente estudio de CapGemini denominado Emotional Intelligence: The Essential Skillset For The Age Of AI,el 76% de los directivos considera que los empleados deben desarrollar estas competencias,dado que tendrán que adaptarse a más funciones relacionadas con el trato personal y del cliente, el mismo porcentaje señala que los empleados tendrán que asumir más tareas que exigen competencias emocionales y no pueden ser automatizadas, como la empatía, la persuasión y el trabajo en equipo. en general, el 83% de las empresas señala que tener una plantilla con altas competencias en inteligencia emocional será imprescindible para alcanzar el éxito en los años venideros.

En este contexto, para llegar a ser un buen líder hay que dominar diversos aspectos relacionados con el desarrollo de la inteligencia emocional, el autoconocimiento y el autocontrol son dos de los principales, y pasan por un trabajo previo de introspección por parte del líder, complementado con la motivación, la empatía y las habilidades sociales como el autoconocimiento.

Considerando que es una habilidad que se puede mejorar, los líderes pueden ayudar a desarrollar la inteligencia emocional estando consciente de su voz y su lenguaje corporal, estar preparado para ganarse el respeto de los demás, trabajar en su propia motivación, por supuesto, practicar el optimismo para cualquier situación y buscar involucrar a su entorno en ese proceso.

Un líder emocionalmente inteligente suele despertar simpatía en los demás y ayuda a mediar en los posiblesconflictos que pueden surgir en su equipo de trabajo y siempre será útil para adaptarse, ser protagonista en gestionar el cambio y a ayudar a los demás, mantener el control de las situaciones de estrés, no dejarse llevar, sino analizar esas situaciones con calma para resolverlas de una manera más eficiente y rápida.

En conclusión, sabemos que con el liderazgo emocional de la mano de la Inteligencia Emocional, la calidad profesional y la conducta ética, es factible sostener que la figura del líder con inteligencia emocional es absolutamente relevante y debe conjugar la eficacia, el control de las emociones y los valores en su actuar, por lo cual, requiere de una formación en aspectos técnico-profesionales inherentes a su carga y su educación emocional, como así también un fuerte desarrollo con relación a los valores que sustentan el ejercicio de su rol de conducción y liderazgo, con un gran objetivo por delante, evitar uno de los grandes flagelos presentes en las organizaciones: el abuso y acoso laboral.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones, tomando en cuenta las habilidades como la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y las habilidades sociales, y es fundamental para las relaciones interpersonales, la toma de decisiones y el bienestar emocional.

La inteligencia emocional puede definirse como la manera en que una persona puede identificar, evaluar, controlar y expresar sus emociones, también se refiere a la manera en la que esa persona usa sus emociones para entender a sus empleados y equipos, y empatizar y conectar con ellos, en pocas oportunidades se considera la relación entre las características fundamentales que cualquier gerente o directivo de una empresa debe tener y se trata de la capacidad que posee una persona para comprender y manejar sus emociones de manera que estas no perjudiquen sus objetivos profesionales.

Si bien, en los próximos años, los robots harán muchos de los trabajos que ahora desempeñan los humanos y sin afán de detonar o hacer sensacionalismo, los expertos señalan que en esta carrera hombre-máquina, el ser humano cuenta con una ventaja competitiva: la inteligencia emocional.

En otros años, elliderazgogiraba exclusivamente en torno a una figura de autoridad, estos líderes tenían voces fuertes, argumentos poderosos y planes inamovibles que se llevaban a cabo bajo una estructura jerárquica, actualmente, las habilidades humanas, como la inteligencia emocional, están adquiriendo cada vez más protagonismo.

La inteligencia emocional es de las competencias más demandadas por las empresas hoy en día, a medida que se automatizan las tareas más repetitivas y rutinarias, en ese sentido, un reciente estudio de CapGemini denominado Emotional Intelligence: The Essential Skillset For The Age Of AI,el 76% de los directivos considera que los empleados deben desarrollar estas competencias,dado que tendrán que adaptarse a más funciones relacionadas con el trato personal y del cliente, el mismo porcentaje señala que los empleados tendrán que asumir más tareas que exigen competencias emocionales y no pueden ser automatizadas, como la empatía, la persuasión y el trabajo en equipo. en general, el 83% de las empresas señala que tener una plantilla con altas competencias en inteligencia emocional será imprescindible para alcanzar el éxito en los años venideros.

En este contexto, para llegar a ser un buen líder hay que dominar diversos aspectos relacionados con el desarrollo de la inteligencia emocional, el autoconocimiento y el autocontrol son dos de los principales, y pasan por un trabajo previo de introspección por parte del líder, complementado con la motivación, la empatía y las habilidades sociales como el autoconocimiento.

Considerando que es una habilidad que se puede mejorar, los líderes pueden ayudar a desarrollar la inteligencia emocional estando consciente de su voz y su lenguaje corporal, estar preparado para ganarse el respeto de los demás, trabajar en su propia motivación, por supuesto, practicar el optimismo para cualquier situación y buscar involucrar a su entorno en ese proceso.

Un líder emocionalmente inteligente suele despertar simpatía en los demás y ayuda a mediar en los posiblesconflictos que pueden surgir en su equipo de trabajo y siempre será útil para adaptarse, ser protagonista en gestionar el cambio y a ayudar a los demás, mantener el control de las situaciones de estrés, no dejarse llevar, sino analizar esas situaciones con calma para resolverlas de una manera más eficiente y rápida.

En conclusión, sabemos que con el liderazgo emocional de la mano de la Inteligencia Emocional, la calidad profesional y la conducta ética, es factible sostener que la figura del líder con inteligencia emocional es absolutamente relevante y debe conjugar la eficacia, el control de las emociones y los valores en su actuar, por lo cual, requiere de una formación en aspectos técnico-profesionales inherentes a su carga y su educación emocional, como así también un fuerte desarrollo con relación a los valores que sustentan el ejercicio de su rol de conducción y liderazgo, con un gran objetivo por delante, evitar uno de los grandes flagelos presentes en las organizaciones: el abuso y acoso laboral.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19