/ lunes 25 de septiembre de 2023

Desde el faro | ¿Y los papás de antes cómo le hacían?

Las expectativas de vida nos han revolucionado el bolsillo, inmersos en la vorágine de la mercadotecnia, difícilmente la gran mayoría de los mexicanos podemos tener independencia económica.

Este artículo lo había leído hace tiempo en alguna revista y me gustó, pero no lo guardé, ni lo copié ni nada. Hoy por casualidad lo encontré en una página de educación llamada Wittymum, me hizo reflexionar y dar una idea cómo vivían nuestros padres y ¡cómo les alcanzaba el dinero!, más de una ocasión me preguntaba cómo le hacían para mantener una familia promedio con un mínimo de cuatro chamacos, la casa, escuela, ropa, comida, un automovil, vacaciones cada año, regalos de Navidad, etc.

Estimado y fino lector, lo invito a disfrutar esta reflexión y, si les gusta, compártanlo.

“Hay mucha gente que se pregunta ¿Cómo le hacían los papás de antes para mantener a tantos hijos, sacar carro y casa?".

Pues les digo, fuera de que la capacidad adquisitiva era mayor en esos tiempos. Los padres de antes tenían un secreto y se los voy a compartir.

El secreto de los papás de antes es:

¡NO GASTABAN EN TONTERÍAS!

A nosotros nunca nos faltó nada, porque se nos compraba lo necesario... teníamos la ropa necesaria, no la de moda.

Los juguetes eran esperados en Navidad y cumpleaños, no cuando los pidiéramos ni por portarnos bien, o pasar las materias de la escuela, esa era nuestra responsabilidad. Y era un "intercambio" justo. Ellos nos daban comida y sustento, y nosotros no éramos un dolor de cabeza y nos preparábamos para cuando ellos nos hicieran falta.

Al paso que van, los niños van a querer un sueldo por cumplir con sus labores.

Ahorita a los niños se les da toda clase de premios y reconocimientos. ¿Medallas de participación? ¿neta? O sea, premios por existir.

Por eso, tú que eres padre de familia te vuelves casi un esclavo de tus hijos, unos hijos que casi no ves por trabajar para ellos. Y en tu afán de darles todo, lo único que has conseguido es tener a un pequeño jefe bien vestido, mal educado, con mal carácter, que cree que merece todo, pero inseguro y con baja autoestima. Niños con el clóset lleno, y el interior vacío.

Tu hijo no necesita todos los juguetes.

Tu hijo no necesita los tenis más caros ni ropa de marca.

Tú hijo te necesita a ti, dale tu tiempo.

La segunda pregunta del tema que más se hacen es "¿De dónde sacaban los papás de antes la paciencia para aguantar tanto chamaco?"

Ah, pues ¿Recuerdan que les dije que nosotros no éramos un dolor de cabeza? Ok, aquí el segundo secreto.

Los papás de antes NO TENÍAN PACIENCIA.

No había tolerancia, nos portábamos bien sí o sí, había disciplina.

Por educación no te tiras al piso, por educación no gritas en el centro comercial, por educación no contestas, por educación respetas las cosas ajenas, y un interminable etcétera.

Entiendo que quieran ser amigos de sus hijos, pero primero sean sus padres, edúquenlos... Yo no sería amigo de alguien que llora por nada, no me respeta o me hace pasar un mal tiempo. ¿Tú sí?

Y muchos dirán: "Cuando tengas hijos entenderás". No, yo ya entendí y estas dos razones me regirán”.

Lo que sí, es que en nuestro tiempo un celular es básico para nosotros, pero para un niño, no sé…

¿Un televisor en cada recámara? Cuando antes dormían dos o tres en una sola habitación y la única tele estaba en la sala.

¿Estrenar ropa de moda cada temporada por tendencia? Cuando antes se pasaban la ropa y los zapatos que dejaba el hermano mayor.

¿Cada año estrenar mochila, cuadernos, colores y juego de geometría? Cuando antes casi, casi eran para toda la vida.

¿Cambiarle el celular más nuevo al niño? Cuando antes solo había un aparato telefónico en la casa.

¿Regalarle en Navidad el juego más moderno y caro? Cuando antes eran felices jugando a las canicas, a los quemados y a las escondidas.

Los tiempos cambian y hoy es el tiempo que todo es desechable, se tira, se reemplaza por algo más nuevo y novedoso.

Nuestros juegos solo quedan en la página del recuerdo y se irán borrando con el tiempo.

Nos leemos el próximo lunes DESDE EL FARO


Las expectativas de vida nos han revolucionado el bolsillo, inmersos en la vorágine de la mercadotecnia, difícilmente la gran mayoría de los mexicanos podemos tener independencia económica.

Este artículo lo había leído hace tiempo en alguna revista y me gustó, pero no lo guardé, ni lo copié ni nada. Hoy por casualidad lo encontré en una página de educación llamada Wittymum, me hizo reflexionar y dar una idea cómo vivían nuestros padres y ¡cómo les alcanzaba el dinero!, más de una ocasión me preguntaba cómo le hacían para mantener una familia promedio con un mínimo de cuatro chamacos, la casa, escuela, ropa, comida, un automovil, vacaciones cada año, regalos de Navidad, etc.

Estimado y fino lector, lo invito a disfrutar esta reflexión y, si les gusta, compártanlo.

“Hay mucha gente que se pregunta ¿Cómo le hacían los papás de antes para mantener a tantos hijos, sacar carro y casa?".

Pues les digo, fuera de que la capacidad adquisitiva era mayor en esos tiempos. Los padres de antes tenían un secreto y se los voy a compartir.

El secreto de los papás de antes es:

¡NO GASTABAN EN TONTERÍAS!

A nosotros nunca nos faltó nada, porque se nos compraba lo necesario... teníamos la ropa necesaria, no la de moda.

Los juguetes eran esperados en Navidad y cumpleaños, no cuando los pidiéramos ni por portarnos bien, o pasar las materias de la escuela, esa era nuestra responsabilidad. Y era un "intercambio" justo. Ellos nos daban comida y sustento, y nosotros no éramos un dolor de cabeza y nos preparábamos para cuando ellos nos hicieran falta.

Al paso que van, los niños van a querer un sueldo por cumplir con sus labores.

Ahorita a los niños se les da toda clase de premios y reconocimientos. ¿Medallas de participación? ¿neta? O sea, premios por existir.

Por eso, tú que eres padre de familia te vuelves casi un esclavo de tus hijos, unos hijos que casi no ves por trabajar para ellos. Y en tu afán de darles todo, lo único que has conseguido es tener a un pequeño jefe bien vestido, mal educado, con mal carácter, que cree que merece todo, pero inseguro y con baja autoestima. Niños con el clóset lleno, y el interior vacío.

Tu hijo no necesita todos los juguetes.

Tu hijo no necesita los tenis más caros ni ropa de marca.

Tú hijo te necesita a ti, dale tu tiempo.

La segunda pregunta del tema que más se hacen es "¿De dónde sacaban los papás de antes la paciencia para aguantar tanto chamaco?"

Ah, pues ¿Recuerdan que les dije que nosotros no éramos un dolor de cabeza? Ok, aquí el segundo secreto.

Los papás de antes NO TENÍAN PACIENCIA.

No había tolerancia, nos portábamos bien sí o sí, había disciplina.

Por educación no te tiras al piso, por educación no gritas en el centro comercial, por educación no contestas, por educación respetas las cosas ajenas, y un interminable etcétera.

Entiendo que quieran ser amigos de sus hijos, pero primero sean sus padres, edúquenlos... Yo no sería amigo de alguien que llora por nada, no me respeta o me hace pasar un mal tiempo. ¿Tú sí?

Y muchos dirán: "Cuando tengas hijos entenderás". No, yo ya entendí y estas dos razones me regirán”.

Lo que sí, es que en nuestro tiempo un celular es básico para nosotros, pero para un niño, no sé…

¿Un televisor en cada recámara? Cuando antes dormían dos o tres en una sola habitación y la única tele estaba en la sala.

¿Estrenar ropa de moda cada temporada por tendencia? Cuando antes se pasaban la ropa y los zapatos que dejaba el hermano mayor.

¿Cada año estrenar mochila, cuadernos, colores y juego de geometría? Cuando antes casi, casi eran para toda la vida.

¿Cambiarle el celular más nuevo al niño? Cuando antes solo había un aparato telefónico en la casa.

¿Regalarle en Navidad el juego más moderno y caro? Cuando antes eran felices jugando a las canicas, a los quemados y a las escondidas.

Los tiempos cambian y hoy es el tiempo que todo es desechable, se tira, se reemplaza por algo más nuevo y novedoso.

Nuestros juegos solo quedan en la página del recuerdo y se irán borrando con el tiempo.

Nos leemos el próximo lunes DESDE EL FARO