/ martes 5 de diciembre de 2023

Economía para todos | Incremento al SM

El viernes pasado se definió el aumento que tendrá el salario mínimo en nuestro país para el próximo año.

Ya casi acaba el año, y con ello, se vislumbran las celebraciones decembrinas, los pagos de aguinaldo a los trabajadores y emisiones de información importante para la población mexicana. Una de ellas, es el incremento al salario mínimo (SM, en adelante). Y es que el pasado viernes, se comunicó el incremento que tendrá el SM será del 20 por ciento, es decir, pasaría a 248.93 pesos diarios, siendo un incremento absoluto de 27.40 pesos por concepto del Monto Independiente de Recuperación (MIR) más 6 por ciento de aumento por fijación. De igual forma, para la zona libre de la frontera norte, se tendría un salario mínimo para el próximo año de 374.89 pesos, conformado por 41.26 pesos por MIR más 6 por ciento de aumento por fijación.

Recordemos que el MIR es una cantidad fija en pesos diseñada exclusivamente para contribuir a la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. No debe ser utilizado como punto de referencia para determinar aumentos en otros salarios existentes en el mercado laboral, como salarios contractuales, federales, locales, distintos a los mínimos y contractuales, salarios para servidores públicos federales, estatales y municipales, y otros salarios del sector informal. Además, puede aplicarse tanto en procedimientos de revisión salarial como de fijación salarial

En este sentido, con estos incrementos se estima que se beneficiarían 8.9 millones de personas aseguradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es decir, aproximadamente el 40.3 por ciento de la población total asegurada.

Dentro de las implicaciones económicas que conllevaría este incremento al SM, es que podría tener beneficios inmediatos al mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que puede estimular el consumo y apoyar la economía interna. Además, el aumento podría ayudar a reducir la desigualdad salarial y mejorar las condiciones de vida para los empleados que dependen de ingresos mínimos.

Sin embargo, también existen desafíos asociados con estos incrementos salariales. Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, podrían enfrentar presiones financieras adicionales, lo que podría resultar en reducciones de empleo o aumentos en los precios de bienes y servicios para compensar los mayores costos laborales. Esto, a su vez, podría generar presiones inflacionarias y afectar la competitividad de las empresas en el mercado internacional.

Desde el punto de vista de las teorías económicas, este aumento se relaciona con la noción de salarios mínimos impuestos por el gobierno. La teoría clásica sostiene que los salarios deberían ser determinados por la oferta y la demanda en el mercado laboral, y cualquier intervención, como fijar un salario mínimo, podría tener consecuencias negativas, como el desempleo.

Por otro lado, desde la perspectiva keynesiana, se argumenta que incrementar los salarios puede tener efectos positivos en la demanda agregada, ya que los trabajadores con salarios más altos tienden a gastar más. Sin embargo, también reconoce que en algunos casos podría haber efectos negativos, especialmente si las empresas no pueden absorber los mayores costos.

De igual forma, desde el marco de la teoría institucionalista, la fijación de salarios mínimos se percibe como un mecanismo para establecer un nivel básico que garantice condiciones laborales aceptables. Esta práctica podría, según esta perspectiva, contribuir a la reducción de la desigualdad y al mejoramiento del bienestar de los trabajadores. Sin embargo, los críticos de esta teoría señalan que la rigidez impuesta por los salarios mínimos podría dar lugar a distorsiones en el mercado laboral, especialmente afectando a empleadores que podrían tener dificultades para hacer frente a los costos adicionales asociados.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), encabezada por Luis Felipe Munguía Corella, cada año realiza estudios y análisis para estimar el impacto del SM en la economía mexicana. Este año, utilizaron información de las empresas para medir su costo laboral y observar el efecto que tiene en la inflación y el empleo.

Con esto, concluyeron que el próximo año, el incremento al SM se reflejará en un costo laboral promedio de 2.1 por ciento para el país. Mientras que sus estimaciones fueron que, por cada punto porcentual en el incremento del costo laboral, las empresas incrementan sus precios en 0.27 puntos porcentuales y el empleo en 0.4 puntos porcentuales. Concluyendo, su estimación calcula que el salario mínimo para el próximo año podría acrecentar los precios en 0.5 puntos porcentuales y, aunque pareciera contradictorio, el empleo aumentaría en 0.84 puntos porcentuales. Siendo así, se descartaría que el SM tenga un impacto significativo en los precios de los productos, es decir, en la inflación.

A pesar de que el aumento al salario mínimo en México tiene ramificaciones complejas que afectan a empleadores, empleados y la economía en general, la implementación y gestión efectivas de estas políticas son esenciales para equilibrar los beneficios para los trabajadores con las necesidades y capacidades de las empresas. Lo esencial es que el salario mínimo implique un equilibrio delicado entre garantizar condiciones de trabajo justas y evitar distorsiones en el mercado laboral.

Regeneración 19


El viernes pasado se definió el aumento que tendrá el salario mínimo en nuestro país para el próximo año.

Ya casi acaba el año, y con ello, se vislumbran las celebraciones decembrinas, los pagos de aguinaldo a los trabajadores y emisiones de información importante para la población mexicana. Una de ellas, es el incremento al salario mínimo (SM, en adelante). Y es que el pasado viernes, se comunicó el incremento que tendrá el SM será del 20 por ciento, es decir, pasaría a 248.93 pesos diarios, siendo un incremento absoluto de 27.40 pesos por concepto del Monto Independiente de Recuperación (MIR) más 6 por ciento de aumento por fijación. De igual forma, para la zona libre de la frontera norte, se tendría un salario mínimo para el próximo año de 374.89 pesos, conformado por 41.26 pesos por MIR más 6 por ciento de aumento por fijación.

Recordemos que el MIR es una cantidad fija en pesos diseñada exclusivamente para contribuir a la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. No debe ser utilizado como punto de referencia para determinar aumentos en otros salarios existentes en el mercado laboral, como salarios contractuales, federales, locales, distintos a los mínimos y contractuales, salarios para servidores públicos federales, estatales y municipales, y otros salarios del sector informal. Además, puede aplicarse tanto en procedimientos de revisión salarial como de fijación salarial

En este sentido, con estos incrementos se estima que se beneficiarían 8.9 millones de personas aseguradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es decir, aproximadamente el 40.3 por ciento de la población total asegurada.

Dentro de las implicaciones económicas que conllevaría este incremento al SM, es que podría tener beneficios inmediatos al mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que puede estimular el consumo y apoyar la economía interna. Además, el aumento podría ayudar a reducir la desigualdad salarial y mejorar las condiciones de vida para los empleados que dependen de ingresos mínimos.

Sin embargo, también existen desafíos asociados con estos incrementos salariales. Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, podrían enfrentar presiones financieras adicionales, lo que podría resultar en reducciones de empleo o aumentos en los precios de bienes y servicios para compensar los mayores costos laborales. Esto, a su vez, podría generar presiones inflacionarias y afectar la competitividad de las empresas en el mercado internacional.

Desde el punto de vista de las teorías económicas, este aumento se relaciona con la noción de salarios mínimos impuestos por el gobierno. La teoría clásica sostiene que los salarios deberían ser determinados por la oferta y la demanda en el mercado laboral, y cualquier intervención, como fijar un salario mínimo, podría tener consecuencias negativas, como el desempleo.

Por otro lado, desde la perspectiva keynesiana, se argumenta que incrementar los salarios puede tener efectos positivos en la demanda agregada, ya que los trabajadores con salarios más altos tienden a gastar más. Sin embargo, también reconoce que en algunos casos podría haber efectos negativos, especialmente si las empresas no pueden absorber los mayores costos.

De igual forma, desde el marco de la teoría institucionalista, la fijación de salarios mínimos se percibe como un mecanismo para establecer un nivel básico que garantice condiciones laborales aceptables. Esta práctica podría, según esta perspectiva, contribuir a la reducción de la desigualdad y al mejoramiento del bienestar de los trabajadores. Sin embargo, los críticos de esta teoría señalan que la rigidez impuesta por los salarios mínimos podría dar lugar a distorsiones en el mercado laboral, especialmente afectando a empleadores que podrían tener dificultades para hacer frente a los costos adicionales asociados.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), encabezada por Luis Felipe Munguía Corella, cada año realiza estudios y análisis para estimar el impacto del SM en la economía mexicana. Este año, utilizaron información de las empresas para medir su costo laboral y observar el efecto que tiene en la inflación y el empleo.

Con esto, concluyeron que el próximo año, el incremento al SM se reflejará en un costo laboral promedio de 2.1 por ciento para el país. Mientras que sus estimaciones fueron que, por cada punto porcentual en el incremento del costo laboral, las empresas incrementan sus precios en 0.27 puntos porcentuales y el empleo en 0.4 puntos porcentuales. Concluyendo, su estimación calcula que el salario mínimo para el próximo año podría acrecentar los precios en 0.5 puntos porcentuales y, aunque pareciera contradictorio, el empleo aumentaría en 0.84 puntos porcentuales. Siendo así, se descartaría que el SM tenga un impacto significativo en los precios de los productos, es decir, en la inflación.

A pesar de que el aumento al salario mínimo en México tiene ramificaciones complejas que afectan a empleadores, empleados y la economía en general, la implementación y gestión efectivas de estas políticas son esenciales para equilibrar los beneficios para los trabajadores con las necesidades y capacidades de las empresas. Lo esencial es que el salario mínimo implique un equilibrio delicado entre garantizar condiciones de trabajo justas y evitar distorsiones en el mercado laboral.

Regeneración 19