En la vida cotidiana solo notamos los cambios en el entorno, clima y las actividades que podemos o no realizar según la lluvia, el calor o el frío, pero hay mucho más.
Las estaciones del año están reguladas por los movimientos de la Tierra y la cercanía o mayor distancia del Sol y nuestro planeta que gira a su alrededor.
Pero, ¿en qué nos beneficia o afecta este fenómeno natural?
Está iniciando otoño y hay que tener en cuenta que todos los seres vivos de este bello planeta dependemos de los cambios climáticos, tanto plantas, animales no humanos y animales humanos, cada estación está directamente relacionada con todo lo que pasa en la naturaleza, las épocas de reproducción, hibernación, floración, frutos, recuperación.
Y gracias a estos ciclos es que nuestra cadena alimenticia se mantiene en constante movimiento de forma cíclica, siempre y cuando se entienda que la sobreexplotación fractura el equilibrio natural y de nosotros depende buscar mejores maneras de generar recursos sin extinguirlos, o causaremos un efecto dominó en la naturaleza.
Pero regresando a las estaciones del año y enfocándome en la temporada en la que estamos cursando que es otoño, se puede decir que es un tiempo para "REINICIARNOS" tanto las plantas como los animales, todos entramos en un proceso de regeneración, en lo particular los seres humanos somos muy susceptibles a los cambios en la cantidad de luz solar que recibe el cuerpo, ¿y qué pasa con esta luz solar?
Al tener un alto grado de luz, nuestro cuerpo reacciona desde las células y presenta un aumento en la sensación de alegría y felicidad, esto debido a que la producción de serotonina en mayor cantidad causa ese efecto, pero he aquí la importancia de los ciclos, ningún organismo podría estar toda la vida con una misma intensidad.
Ya que el desgaste sería fatal y terminaría con el desequilibrio emocional y físico del individuo, por eso otoño es vital para que nuestros cuerpos mantengan un equilibrio, todos comenzamos a sentir un toque de nostalgia y, por qué no decirlo, flojera en los días lluviosos, y con un clima más cómodo que nos brinda una sensación de bienestar.
Así las cosas, queridos lectores, la naturaleza está bien diseñada y en el viaje de 365 días de nuestro planeta los cuatro cambios que cursamos mantienen el equilibrio de las lluvias, los vientos, la vegetación, las conductas en todos los animales.
Entre los que nosotros somos los que tenemos una gran responsabilidad, para que este coctel de sensaciones, cambios y sentimientos sigan siendo parte de nuestro querido y no tan bien tratado planeta Tierra, disfrutemos del otoño y de cada una de las etapas de nuestra vida, ya que también somos parte de este ciclo sin fin. O ¿usted que opina?
- Regeneración 19.
