/ jueves 27 de mayo de 2021

Fractal | Pensemos en los adultos, pero en los del mañana

Triste se ve el panorama para nuestras futuras generaciones; no existe un verdadero interés en rehabilitar el ecosistema o activar planes de contingencia ante el inminente problema de la extinción de nuestros recursos en flora y fauna, día con día todos los que tenemos algo que ver con el entorno silvestre, nos damos cuenta de la crítica situación, ya que a nuestras manos llegan muchos animales en malas condiciones y lo más preocupante es que las especies que se están encontrando en carreteras y poblados son de las que no era común encontrar en zonas urbanas, felinos en todas sus tallas y variedades, tamandúas, zorros de cola roja, martuchas, aves que solo se encontraban en áreas boscosas o selvas, hoy en día son encontradas en medio de las ciudades, tortugas, reptiles y hasta insectos que han modificado su estilo de vida para alimentarse de desperdicios generados por los humanos en vez de estar degradando hojas y frutos para hacer más fértil la tierra, y que los bosques y selvas sigan regalándonos oxígeno y lluvias.

Los adultos de hoy pudimos apreciar y disfrutar de un planeta en condiciones medianamente agradables, los adultos del mañana se tendrán que enfrentar a las consecuencias de nuestros actos, de los cuales ya nos estamos dando cuenta en carne propia, como la escasez de agua o la salinidad desproporcionada en agua dulce, pero los adultos del futuro, sin tener culpa alguna pasarán sequías, fríos intensos, calores sofocantes, y la triste versión del reino animal y vegetal que solo podrán ver, en sus dispositivos futuristas con resolución realista, sin aroma, sin contacto físico, sin atardeceres de grillos y luciérnagas.

Se lee triste; pues en nuestras manos esta hacer algo por evitar esta realidad casi inmediata, cuando el instinto de consumo sin límite sea disminuido y racional, este será el principio de un cambio real, en la medida que aprendamos a generar nuestros propios huertos urbanos, y así bajar la carga de las grandes ciudades a los pocos productores del campo, que sufren cada vez más, para poder cultivar en suelos tan pobres y con menos lluvias, y entendamos que si seguimos contaminando indiscriminadamente sin buscar opciones más ecológicas, este panorama que se plantea para el futuro será una realidad en muy corto plazo, y lo peor es que usted mi querido lector, lo sabe, y todos esperamos que alguien más haga algo, pero la guillotina no distinguirá cuando caiga en nuestras cabezas y en las de nuestras familias, ya que la omisión del problema por indiferencia no cambiará los resultados, la evolución es personal como la conciencia, pero siempre buscando la unión de fuerzas para un bien común, que es salvar la vida de todos en este nuestro hermoso planeta tierra.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.

Triste se ve el panorama para nuestras futuras generaciones; no existe un verdadero interés en rehabilitar el ecosistema o activar planes de contingencia ante el inminente problema de la extinción de nuestros recursos en flora y fauna, día con día todos los que tenemos algo que ver con el entorno silvestre, nos damos cuenta de la crítica situación, ya que a nuestras manos llegan muchos animales en malas condiciones y lo más preocupante es que las especies que se están encontrando en carreteras y poblados son de las que no era común encontrar en zonas urbanas, felinos en todas sus tallas y variedades, tamandúas, zorros de cola roja, martuchas, aves que solo se encontraban en áreas boscosas o selvas, hoy en día son encontradas en medio de las ciudades, tortugas, reptiles y hasta insectos que han modificado su estilo de vida para alimentarse de desperdicios generados por los humanos en vez de estar degradando hojas y frutos para hacer más fértil la tierra, y que los bosques y selvas sigan regalándonos oxígeno y lluvias.

Los adultos de hoy pudimos apreciar y disfrutar de un planeta en condiciones medianamente agradables, los adultos del mañana se tendrán que enfrentar a las consecuencias de nuestros actos, de los cuales ya nos estamos dando cuenta en carne propia, como la escasez de agua o la salinidad desproporcionada en agua dulce, pero los adultos del futuro, sin tener culpa alguna pasarán sequías, fríos intensos, calores sofocantes, y la triste versión del reino animal y vegetal que solo podrán ver, en sus dispositivos futuristas con resolución realista, sin aroma, sin contacto físico, sin atardeceres de grillos y luciérnagas.

Se lee triste; pues en nuestras manos esta hacer algo por evitar esta realidad casi inmediata, cuando el instinto de consumo sin límite sea disminuido y racional, este será el principio de un cambio real, en la medida que aprendamos a generar nuestros propios huertos urbanos, y así bajar la carga de las grandes ciudades a los pocos productores del campo, que sufren cada vez más, para poder cultivar en suelos tan pobres y con menos lluvias, y entendamos que si seguimos contaminando indiscriminadamente sin buscar opciones más ecológicas, este panorama que se plantea para el futuro será una realidad en muy corto plazo, y lo peor es que usted mi querido lector, lo sabe, y todos esperamos que alguien más haga algo, pero la guillotina no distinguirá cuando caiga en nuestras cabezas y en las de nuestras familias, ya que la omisión del problema por indiferencia no cambiará los resultados, la evolución es personal como la conciencia, pero siempre buscando la unión de fuerzas para un bien común, que es salvar la vida de todos en este nuestro hermoso planeta tierra.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.