La acantosis nigricans es el oscurecimiento y engrosamiento de la piel, especialmente en área de cuello, axilas, las ingles y otras áreas de pliegues. Como digo yo éste es un diagnóstico de camión porque regularmente cuando vamos en un transporte público podemos ver el cuello posterior de una persona y es ahí donde podemos detectar si lo tiene oscuro. Este padecimiento, aunque suele afectar a personas adultas, los niños y los adolescentes no están exentos de padecerlo, especialmente aquellos que viven con obesidad.
Aunque es una enfermedad dermatológica que se caracteriza por la presencia como parches oscuros engrosados en la piel, se relaciona con obesidad y alteraciones metabólicas especialmente de la insulina. Los parches suelen aparecen en los pliegues del cuello, axilas, ingles, codos y rodillas. Este puede ser un signo de que pudiera haber un problema de salud serio.
Algunos de los síntomas incluyen la presencia de parches oscuros en áreas específicas de la piel que suelen acompañarse de queratosis (engrosamiento de la piel) y en algunos casos pequeñas verrugas. En algunos otros casos este oscurecimiento suele acompañarse de picazón o irritación y la piel suele sentirse más gruesa o suave que la piel circundante. No esperemos a que los niños o adolescentes que la presentan tengan otros síntomas, pues en la mayoría de los casos no los hay.
La principal causa de la acantosis nigricans es el sobrepeso y la obesidad en niños. El exceso de grasa corporal principalmente en el abdomen contribuye al desarrollo de la resistencia a la insulina; una alteración metabólica en la que el cuerpo reacciona de forma alterada a los azucares en sangre y por ende el páncreas produce mayor cantidad de insulina, lo cual se relaciona con un riesgo incrementado para desarrollar diabetes. Tanto la acantosis nigricans como la diabetes tipo 2 (también llamada no insulino dependiente) tienen un componente genético/hereditario que incrementa el riesgo de padecerlas.
Sin duda el control de peso es fundamental en el manejo de la acantosis nigricans, un cambio de estilo de vida en el que se incluya apoyo nutricional y cambios en la actividad física es indispensable. El cuidado de la piel es indispensable manteniéndola hidratada y limpia para ayudar a reducir la sintomatología de irritación. El manejo de la resistencia a la insulina, los niveles de glucosa y algunos otros parámetros metabólicos son indispensables para el manejo de la obesidad y acantosis nigricans; estos manejos pueden incluir el uso de medicamentos que controlan estas alteraciones y deben ser recetados por un médico experto en el tema. El manejo del niño que tiene acantosis nigricans debe ser multidisciplinario por pediatra, dermatólogo, endocrinólogo pediatra, nutriólogo, psicólogo y ejercitador físico.
Debemos entender que la obesidad infantil es un problema de salud pública, que la acantosis nigricans es un signo de alarma en esta población y que nos está hablando de un incremento de riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, hígado graso y enfermedad cardiovascular, entre otros padecimientos. Que debemos intervenir de forma oportuna promoviendo un estilo de vida saludable en nuestros niños y adolescentes e incluso el uso de medicamentos de forma temprana para la prevención y el tratamiento de la obesidad y diabetes. Por la alegría de verlos sanos Feliz Dia del Niño!!!
