/ martes 2 de febrero de 2021

¡Imagínese! | La experiencia de la derrota

Perdiendo, ganaron. En política, la derrota muchas veces significa pequeños triunfos en estrategia, en acuerdos o en ganar algo que no se compra: la experiencia. Muchos de los actuales candidatos ya confirmados por sus partidos políticos, han conocido muy bien la miel de la victoria, pero también la hiel de la derrota, de la que han aprendido mucho de deslealtades, voto cruzado, gente doble cara, tiempo y dinero (mucho dinero) perdido, decepciones y de intereses, muchos intereses encontrados.

Para llegar a ser (como lo acaba de evaluar Massive Caller el pasado 31 de enero) el mejor alcalde del país, Chucho Nader Nasrallah triunfó en la elección del 2003 que lo llevó a San Lázaro a ser Diputado Federal, pero en su búsqueda por la alcaldía, cayó en dos ocasiones (2004 y 2007) ambas con el PRI, hasta que en 2018 asumió la alcaldía con un triunfo contundente y hoy por hoy es el más fuerte aspirante a reelegirse en el cargo que tanto deseó, para el que tanto se preparó y que tanto le costó, pero no fue el único.

En la elección del 2008 con el triunfo en la bolsa, el entonces candidato del PAN a la alcaldía de Ciudad Madero, no impugnó una o dos casillas que le separaban de un triunfo seguro en la mesa, permitiendo que ganara el entonces candidato del PRI, Sergio Posada Lara, en la siguiente elección ya con la camiseta de la coalición encabezada por el PRI, Turrubiates Solís, obtuvo el triunfo en 2010 y fue un buen alcalde, con logros importantes en obra pública que aún hoy prevalece. Jaime Turrubiates hoy nuevamente abanderado por Acción Nacional, buscará dar la batalla en uno de los bastiones de Morena, Ciudad Madero, gobernado por Adrián Oseguera Kernion, quien también buscará la reelección de su encargo y es favorito en la contienda. No fue Adrián, pero sí su hermano Abel Oseguera Kernion quien cayó en la elección del (2007) como candidato del PRD a la alcaldía de Madero, por lo que esa experiencia tampoco está tan lejana del edil maderense, que le sabe un rato a esto de la operación política y es también considerado uno de los mejores alcaldes del país.

En Altamira también se cuecen habas y el hoy aspirante a la candidatura de Morena a la alcaldía, Armando Martínez Manríquez, también cayó, apenas en la elección pasada, la del 2018 buscando el mismo cargo por Morena, pero ya antes había buscado sin éxito, varias veces la candidatura del PRI a la alcaldía altamirense.

Otro buen ejemplo es el hoy candidato suplente a la alcaldía de Altamira por el PAN, Zeferino “Tino” Lee Rodríguez, que ha buscado la alcaldía, las diputaciones, federal y local sin ningún éxito hasta ahora y nuevamente va como alcalde suplente de Ciro Hernández Arteaga.

En esta conjunción de ex priistas que han dejado a su partido para irse por el PAN, llama la atención la suplente de la candidata a la Diputación Federal por el Distrito 08 de Tampico, Rosa María González Azcárraga, la maderense Honoria Mar Vargas, quien ya ocupó en una ocasión una curul en el Congreso de Tamaulipas, pero también acumula algunas derrotas en procesos internos y constitucionales por varios cargos. Ese también es el caso de otro ex priista hoy con el PAN, Eduardo “Lalo” Pérez, quien ocupó direcciones municipales y regidurías en Altamira, no logró candidaturas con el PRI, aunque sí con Movimiento Ciudadano, en donde contendió en 2006 por la alcaldía, también sin éxito. Hoy Lalo Pérez es candidato suplente a la Diputación federal por el Distrito 07 cuyo titular es Joaquín Hernández Correa, actual Diputado Local por el Distrito 07, que en público y privado presume que no dejará su curul para ser diputado y candidato al mismo tiempo, porque “la ley me lo permite”, pero este es otro debate, el que tiene que ver con quienes seguirán en campaña desde sus cargos. El propio “Joaco” conoce bien la derrota pues, aunque ya ganó la alcaldía, llegó a ser candidato del PRD a la gubernatura del estado cayendo derrotado en su momento. Hay otros casos, como el del doctor Francisco Castañeda, panista de cepa en Madero que ha buscado incansablemente una candidatura y hoy al fin obtuvo una suplencia a la Diputación Local por el Distrito 20, cuyo candidato titular será Carlos Fernández Altamirano. Ahí está el caso de Oscar Lacio González, que también buscó por muchos caminos una candidatura en el PRI y el PAN de Altamira sin éxito y hoy es tomado en cuenta por Movimiento Ciudadano. Y claro, la lista continúa y es larga de enumerar.

Todos ellos perdieron en las urnas y este 6 de junio estarán nuevamente en las boletas, algunos con más posibilidades de triunfo que otros, pero todos acorazados por una piel endurecida por la derrota, saben lo que es perder una elección y están nuevamente ante la posibilidad de esta vez sí, alcanzar el triunfo.

Perdiendo, ganaron. En política, la derrota muchas veces significa pequeños triunfos en estrategia, en acuerdos o en ganar algo que no se compra: la experiencia. Muchos de los actuales candidatos ya confirmados por sus partidos políticos, han conocido muy bien la miel de la victoria, pero también la hiel de la derrota, de la que han aprendido mucho de deslealtades, voto cruzado, gente doble cara, tiempo y dinero (mucho dinero) perdido, decepciones y de intereses, muchos intereses encontrados.

Para llegar a ser (como lo acaba de evaluar Massive Caller el pasado 31 de enero) el mejor alcalde del país, Chucho Nader Nasrallah triunfó en la elección del 2003 que lo llevó a San Lázaro a ser Diputado Federal, pero en su búsqueda por la alcaldía, cayó en dos ocasiones (2004 y 2007) ambas con el PRI, hasta que en 2018 asumió la alcaldía con un triunfo contundente y hoy por hoy es el más fuerte aspirante a reelegirse en el cargo que tanto deseó, para el que tanto se preparó y que tanto le costó, pero no fue el único.

En la elección del 2008 con el triunfo en la bolsa, el entonces candidato del PAN a la alcaldía de Ciudad Madero, no impugnó una o dos casillas que le separaban de un triunfo seguro en la mesa, permitiendo que ganara el entonces candidato del PRI, Sergio Posada Lara, en la siguiente elección ya con la camiseta de la coalición encabezada por el PRI, Turrubiates Solís, obtuvo el triunfo en 2010 y fue un buen alcalde, con logros importantes en obra pública que aún hoy prevalece. Jaime Turrubiates hoy nuevamente abanderado por Acción Nacional, buscará dar la batalla en uno de los bastiones de Morena, Ciudad Madero, gobernado por Adrián Oseguera Kernion, quien también buscará la reelección de su encargo y es favorito en la contienda. No fue Adrián, pero sí su hermano Abel Oseguera Kernion quien cayó en la elección del (2007) como candidato del PRD a la alcaldía de Madero, por lo que esa experiencia tampoco está tan lejana del edil maderense, que le sabe un rato a esto de la operación política y es también considerado uno de los mejores alcaldes del país.

En Altamira también se cuecen habas y el hoy aspirante a la candidatura de Morena a la alcaldía, Armando Martínez Manríquez, también cayó, apenas en la elección pasada, la del 2018 buscando el mismo cargo por Morena, pero ya antes había buscado sin éxito, varias veces la candidatura del PRI a la alcaldía altamirense.

Otro buen ejemplo es el hoy candidato suplente a la alcaldía de Altamira por el PAN, Zeferino “Tino” Lee Rodríguez, que ha buscado la alcaldía, las diputaciones, federal y local sin ningún éxito hasta ahora y nuevamente va como alcalde suplente de Ciro Hernández Arteaga.

En esta conjunción de ex priistas que han dejado a su partido para irse por el PAN, llama la atención la suplente de la candidata a la Diputación Federal por el Distrito 08 de Tampico, Rosa María González Azcárraga, la maderense Honoria Mar Vargas, quien ya ocupó en una ocasión una curul en el Congreso de Tamaulipas, pero también acumula algunas derrotas en procesos internos y constitucionales por varios cargos. Ese también es el caso de otro ex priista hoy con el PAN, Eduardo “Lalo” Pérez, quien ocupó direcciones municipales y regidurías en Altamira, no logró candidaturas con el PRI, aunque sí con Movimiento Ciudadano, en donde contendió en 2006 por la alcaldía, también sin éxito. Hoy Lalo Pérez es candidato suplente a la Diputación federal por el Distrito 07 cuyo titular es Joaquín Hernández Correa, actual Diputado Local por el Distrito 07, que en público y privado presume que no dejará su curul para ser diputado y candidato al mismo tiempo, porque “la ley me lo permite”, pero este es otro debate, el que tiene que ver con quienes seguirán en campaña desde sus cargos. El propio “Joaco” conoce bien la derrota pues, aunque ya ganó la alcaldía, llegó a ser candidato del PRD a la gubernatura del estado cayendo derrotado en su momento. Hay otros casos, como el del doctor Francisco Castañeda, panista de cepa en Madero que ha buscado incansablemente una candidatura y hoy al fin obtuvo una suplencia a la Diputación Local por el Distrito 20, cuyo candidato titular será Carlos Fernández Altamirano. Ahí está el caso de Oscar Lacio González, que también buscó por muchos caminos una candidatura en el PRI y el PAN de Altamira sin éxito y hoy es tomado en cuenta por Movimiento Ciudadano. Y claro, la lista continúa y es larga de enumerar.

Todos ellos perdieron en las urnas y este 6 de junio estarán nuevamente en las boletas, algunos con más posibilidades de triunfo que otros, pero todos acorazados por una piel endurecida por la derrota, saben lo que es perder una elección y están nuevamente ante la posibilidad de esta vez sí, alcanzar el triunfo.