A diez días de la elección más grande y compleja de nuestra historia en el país, las cosas no mejoran, pues lejos de ver debates de ideas, innovadoras propuestas que nos digan qué van a hacer y cómo lo harán los candidatos que buscan representarnos y gobernarnos, lo que a diario se ve, es la confrontación directa entre funcionarios de gobierno de todos los órdenes, aspirantes, partidos y hasta los empresarios que reclaman la estabilidad necesaria en un estado que venía en franco crecimiento económico, seguridad y desarrollo, antes de las crisis recurrentes que hoy nos azotan con fiereza.
Las batallas legales por el desafuero del gobernador, las denuncias casi por cualquier motivo, las declaraciones de intromisión de actores que deberían guardar imparcialidad y ser garantes del proceso electoral, la ausencia de propuestas concretas, viables, las constantes violaciones a la ley que evidentemente desembocarán en la judicialización del proceso electoral y lo que quizás sea menos grave y más común, pero que igualmente afecta la limpieza del proceso es el abuso de la mentira y los lugares comunes para denostar y crear realidades alternativas en cada municipio, región y distrito, todo se vale, con tal de ganar votos y adeptos para sus causas. Desde Palacio Nacional el Presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene empacho en declarar que está metiendo las manos en la elección y ofrece sus argumentos, la embestida de la federación y el poder judicial en contra del gobernador de Tamaulipas en pleno proceso electoral es tan evidente, como la intromisión de actores como el senador Ricardo Monreal, que pareciera, están esperando este hecho para apuntalar a los candidatos de Morena que por sí solos, difícilmente ganarían, pero no es distinto a lo que ocurre en Nuevo León o en Michoacán. Por acá en el sur de Tamaulipas, los candidatos están mucho más preocupados por cuidar las formas legales de su campaña que por ofrecer debates y propuestas concretas, cuando todo parece estar ya definido, al menos de cara a la elección del 6 de junio, pero también es un hecho que veremos batallas postelectorales que se librarán en el terreno legal, en donde justamente hoy hay una batalla que ya se ha convertido en polémica nacional. Quizás lo más lamentable del caso es que, lejos de desenredarse un poco este galimatías político, se acrecentará con la batalla electoral que paralelamente corre en esta elección y que se constituye en la sucesión estatal del año entrante y que una vez que acabe esta contienda, se despejará la bruma y veremos con mayor claridad muchos de los intereses hoy ocultos. Sin embargo, la voz del pueblo puede acallar todo este ruido mediático en torno al proceso electoral, nos toca a los ciudadanos ejercer nuestro derecho al voto, manifestar nuestra opinión en las boletas, participar y acallar con la voluntad popular toda esta maraña política que nos envuelve, confunde y empantana.
AMLO “A RAS DE TIERRA” EN TAMPICO
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, terminó el domingo una gira de trabajo por la huasteca veracruzana y potosina, en donde constató el estado que guarda el sistema carretero nacional en esa zona, en donde dijo vino a destrabar problemas para terminar de construir tramos carreteros, una problemática que lleva varias décadas, una larga lista de funcionarios que prometieron su solución, sin concretarse. Son obras que por generaciones han exigido todos los sectores, y que ojalá esta vez sí se hagan una realidad y se completen los tramos de las carreteras México-Tuxpan-Tampico y la Tampico-Valles, entre otras que están despedazadas desde hace décadas. Pero ya que andaba por acá le podríamos recomendar darse una vuelta por algunos otros pendientes, ojalá que el Presidente haya recordado que iba a mandar a la directora de Conagua a ver el problema del desabasto y la salinidad en el agua por la falta de obras en el Dique en el estero de El Camalote, ya entrado en eso, podría ver los grandes pendientes de los drenes y Obras Hidráulicas indispensables para evitar inundaciones como ocurre en su tierra natal, o dejar de darle “mejoralitos” al ya desgastado Cordón Litoral que podría causar una catástrofe en caso de que nos fallen los extraterrestres y nos arrase un huracán; si anda por ahí por Ciudad Madero, quizás pueda ver el grave atraso que presentan las obras del nuevo Hospital General que se construye desde el sexenio pasado en Miramápolis y tal vez hasta pueda ver el abandono en el que se encuentra el llamado Puente Roto, que tantos accidentes y vidas ha costado, por la ineficiencia gubernamental, entre muchos pasivos más, que la federación mantiene en la zona conurbada, para que verdaderamente pueda decir nuestro primer mandatario que estuvo “a ras de tierra”.
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