/ jueves 2 de junio de 2022

¡Imagínese! | Votar en conciencia

Gane quien gane la elección del domingo, enfrentará un panorama muy complicado para cumplir con sus promesas de campaña y su eventual plataforma de gobierno, por el horizonte que encontrará de un Tamaulipas dividido, con una sociedad ideológicamente encontrada, un Congreso del Estado partido por la mitad, sin mayoría absoluta, los municipios también repartidos entre las principales fuerzas políticas y el gran tema de mantener los niveles de seguridad que han permitido la llegada de inversiones, el crecimiento económico y la generación de empleos.

A partir del primero de octubre el próximo gobernador de Tamaulipas deberá mantener la altura de miras para defender la paz que reclama la ciudadanía de los 43 municipios, acrecentar lo bueno que se ha alcanzado y enfrentar las áreas de oportunidad que haya en la geografía estatal. Se acabaron las campañas, ya no hay ruido mediático, no hay discursos, ni encuestas, ni opiniones encontradas, ni mucho menos ataques o noticias falsas, más allá de las siempre incontenibles redes sociales. Este silencio legal debe permitir la valiosa oportunidad de reflexionar el voto y el domingo cumplir con esa responsabilidad cívica de ejercerlo en plena conciencia a favor del proyecto que mejor considere cada uno de los más de dos millones 700 mil electores de la Lista Nominal que podrán sufragar, más allá de cualquier expectativa o pronóstico que hablen de una elección concurrida. Hay en el país un clima de absoluta atención a lo que ocurrirá el domingo en el proceso electoral de seis estados en los que se elegirán gobernadores y ello ha dado espacio a que muchos opinen en favor de uno u otro proyecto, declaren ganadores con mucha anticipación y hasta hagan sus quinielas de apuestas sobre quiénes triunfarán. Con tanta especulación, es fácil caer en el análisis simple, más aún entre el grueso de una sociedad que no está politizada y que sólo alcanza a ver de reojo lo que sucede en el ámbito político local, pues se encuentra tan inmersa en sus propias crisis personales que no ven más allá de la gran importancia que tienen las elecciones, muchos ni siquiera se han enterado que la elección se realizará este domingo. Una señora de edad avanzada me preguntó en la calle con cierta curiosidad que quién era el candidato del partido político por el que había votado toda su vida. Realmente fue difícil explicarle el tema de la coalición y porqué quienes antes se odiaban a muerte, hoy van juntos para buscar la gubernatura, pero lo que no fue nada difícil fue explicarle quién era el “gallo” de “ya saben quién”. Nuestra gente no está acostumbrada a la reflexión del voto. Es más, ni siquiera le toman importancia al proceso electoral, a sus candidatos, mucho menos a sus propuestas o al contenido de sus plataformas electorales. Luego están los jóvenes que toman como “moda” ir a votar por un color, un meme, una “tendencia” y ya de plano hay quienes hasta cínicamente ponen a subasta su voto en las redes sociales, ofreciendo su voluntad al mejor postor. A esta nuestra sociedad desentendida de la política y sus políticos no se le puede culpar de esta indiferencia, por la cantidad de escándalos que a diario vemos ya desde hace décadas de las tropelías que cometen quienes tienen algún coto de poder que son capaces, ya ni siquiera de “robar poquito”, o coaligarse a grandes criminales, sino hasta de dejar a niños enfermos de cáncer con placebos o descaradamente sin medicamentos, pero en el discurso se dicen los grandes reformadores, se envuelven en banderas ideológicas y adoptan posturas mesiánicas. Sin embargo, hay que participar y decidir. Ya sea votando por el menor de los males o mejor aún reflexionando las propuestas y decidiendo en conciencia lo mejor para Tamaulipas. Está ya comprobado por especialistas en materia electoral que la abstención o anular el voto, sólo otorga más poder, más recursos y más publicidad a los partidos políticos en la misma proporción, por lo que lo ideal es ejercer el voto y que se respete la voluntad popular, al menos mientras se reforman las Leyes Electorales y se prevén estas situaciones y muchas otras. Lo que todos esperamos es que la del domingo sea una jornada electoral ejemplar, con una gran participación ciudadana no sólo en las urnas, sino también en la organización del proceso, sin incidentes ni violencia en cualquiera de sus formas y para que esto sea una realidad, todos tenemos que participar, desde nuestra trinchera, para validar una elección, cuyo resultado nos mostrará el camino que seguirá Tamaulipas desde el próximo primero de octubre y hasta el año 2028.

  • E-mail: marioagamezh@hotmail.com

A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batallaNapoleón Bonaparte, emperador francés

Gane quien gane la elección del domingo, enfrentará un panorama muy complicado para cumplir con sus promesas de campaña y su eventual plataforma de gobierno, por el horizonte que encontrará de un Tamaulipas dividido, con una sociedad ideológicamente encontrada, un Congreso del Estado partido por la mitad, sin mayoría absoluta, los municipios también repartidos entre las principales fuerzas políticas y el gran tema de mantener los niveles de seguridad que han permitido la llegada de inversiones, el crecimiento económico y la generación de empleos.

A partir del primero de octubre el próximo gobernador de Tamaulipas deberá mantener la altura de miras para defender la paz que reclama la ciudadanía de los 43 municipios, acrecentar lo bueno que se ha alcanzado y enfrentar las áreas de oportunidad que haya en la geografía estatal. Se acabaron las campañas, ya no hay ruido mediático, no hay discursos, ni encuestas, ni opiniones encontradas, ni mucho menos ataques o noticias falsas, más allá de las siempre incontenibles redes sociales. Este silencio legal debe permitir la valiosa oportunidad de reflexionar el voto y el domingo cumplir con esa responsabilidad cívica de ejercerlo en plena conciencia a favor del proyecto que mejor considere cada uno de los más de dos millones 700 mil electores de la Lista Nominal que podrán sufragar, más allá de cualquier expectativa o pronóstico que hablen de una elección concurrida. Hay en el país un clima de absoluta atención a lo que ocurrirá el domingo en el proceso electoral de seis estados en los que se elegirán gobernadores y ello ha dado espacio a que muchos opinen en favor de uno u otro proyecto, declaren ganadores con mucha anticipación y hasta hagan sus quinielas de apuestas sobre quiénes triunfarán. Con tanta especulación, es fácil caer en el análisis simple, más aún entre el grueso de una sociedad que no está politizada y que sólo alcanza a ver de reojo lo que sucede en el ámbito político local, pues se encuentra tan inmersa en sus propias crisis personales que no ven más allá de la gran importancia que tienen las elecciones, muchos ni siquiera se han enterado que la elección se realizará este domingo. Una señora de edad avanzada me preguntó en la calle con cierta curiosidad que quién era el candidato del partido político por el que había votado toda su vida. Realmente fue difícil explicarle el tema de la coalición y porqué quienes antes se odiaban a muerte, hoy van juntos para buscar la gubernatura, pero lo que no fue nada difícil fue explicarle quién era el “gallo” de “ya saben quién”. Nuestra gente no está acostumbrada a la reflexión del voto. Es más, ni siquiera le toman importancia al proceso electoral, a sus candidatos, mucho menos a sus propuestas o al contenido de sus plataformas electorales. Luego están los jóvenes que toman como “moda” ir a votar por un color, un meme, una “tendencia” y ya de plano hay quienes hasta cínicamente ponen a subasta su voto en las redes sociales, ofreciendo su voluntad al mejor postor. A esta nuestra sociedad desentendida de la política y sus políticos no se le puede culpar de esta indiferencia, por la cantidad de escándalos que a diario vemos ya desde hace décadas de las tropelías que cometen quienes tienen algún coto de poder que son capaces, ya ni siquiera de “robar poquito”, o coaligarse a grandes criminales, sino hasta de dejar a niños enfermos de cáncer con placebos o descaradamente sin medicamentos, pero en el discurso se dicen los grandes reformadores, se envuelven en banderas ideológicas y adoptan posturas mesiánicas. Sin embargo, hay que participar y decidir. Ya sea votando por el menor de los males o mejor aún reflexionando las propuestas y decidiendo en conciencia lo mejor para Tamaulipas. Está ya comprobado por especialistas en materia electoral que la abstención o anular el voto, sólo otorga más poder, más recursos y más publicidad a los partidos políticos en la misma proporción, por lo que lo ideal es ejercer el voto y que se respete la voluntad popular, al menos mientras se reforman las Leyes Electorales y se prevén estas situaciones y muchas otras. Lo que todos esperamos es que la del domingo sea una jornada electoral ejemplar, con una gran participación ciudadana no sólo en las urnas, sino también en la organización del proceso, sin incidentes ni violencia en cualquiera de sus formas y para que esto sea una realidad, todos tenemos que participar, desde nuestra trinchera, para validar una elección, cuyo resultado nos mostrará el camino que seguirá Tamaulipas desde el próximo primero de octubre y hasta el año 2028.

  • E-mail: marioagamezh@hotmail.com

A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batallaNapoleón Bonaparte, emperador francés