El próximo 8 de marzo se celebrará el Día Internacional de la Mujer con eventos importantes en varios foros del mundo...
Participarán damas notables que han trascendido el género en un valor superior en materias como el arte, la política, la literatura y la actuación, dejando constancia de su capacidad y talento en un grado similar al del género masculino.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada para lograr un mejor entendimiento entre los países, ha dictaminado que el género feme-nino sufre una desventaja monumental en relación con el hombre.
No existe realmente una equidad de género que redima a las mujeres de las condiciones feudales en las que históricamente se ha desempeñado.
Lo más grave en el mundo en el que se desenvuelve la mujer es que resulta víctima de la violencia, de la discriminación y sobre todo de un brutal sometimiento en los países orientales donde se le considera un objeto que puede ser una mercancía para ser ofrecida al mejor postor.
En nuestro país existe recientemente el Instituto de la Mujer y esta institución expone datos aterradores: El 80% de los casos de violencia contra las mujeres comienza entre el noviazgo y el tercer año de vivir en pareja; el 50% de la población femenina reconoce haber sido víctima de violencia familiar. Y un elevado porcentaje de mujeres se desempeñan como jefa de familia, madre y trabajadora.
Por otra parte existe un sector femenino del que -conviene decirlo aquí- actúa cabalmente en la política mexicana que está proponiendo que las mujeres mexicanas participen activamente en las tareas políticas de México para lograr el empoderamiento que sería finalmente la acción civilizadora que demostraría que la mujer tiene la misma capacidad que el hombre para dirigir, además de su familia, una nación como la nuestra.
Hoy en día nos es común y corriente ver a las mujeres actuar en las diferentes actividades que existen en el mundo contemporáneo regido por la globalización económica, política y social.
Observamos cómo alcanzan posiciones elevadas en el mundo del mercado y en la política, y toman decisiones acertadas, resultando ser tan exitosas como lo puede ser en su momento cualquier magnate del dinero en el universo.
La mujer moderna es sin duda el producto de una lucha incesante e incansable en aras de romper esquemas morales y sociales que la tenían atada a un sometimiento dirigido por el hombre.
Existen verdaderos testimonios de heroísmo en nuestro país por parte de las mujeres como lo fue en su época doña Josefa Ortiz de Domínguez, Carmen Serdán y Antonieta Rivas Mercado, esta última compañera de José Vasconcelos, mecenas cultural y precursora de la participación de su género en la cultura el arte y la política de oposición.
En México la mujer no tenía derechos políticos. Votó por vez primera en 1923 en el estado de San Luis Potosí, pero exclusivamente para elegir presidente municipal. Fue hasta 1958 cuando conquistó plenamente sus derechos políticos en toda la nación logrando ser electa a cualquier cargo de representación popular. Hoy existen millones de mujeres que trabajan, que actúan dirigiendo a la sociedad, que son pieza fundamental en las decisiones de la configuracion financiera del mundo. Sin embargo hay que reconocerlo, que la mujer aquí en México y en el mundo tiene aún que conquistar cumbres para obtener su total redención.
Algunos misóginos que no están de acuerdo con el trabajo que hacen las mujeres por reivindicar su género, argumentan que el error de este sector consiste en que en su proyecto de reivindicación cometen el pecado de confrontarse con el hombre; y tratar de superarlo para que éste ocupe el rol de sumisión que históricamente desempeñó el género femenino.
En la actualidad hay mujeres notables que dirigen sus países, pero el número es muy reducido, apenas alcanzan a sumar media docena en todo el mundo. Por ejemplo en América Latina recientemente gobernó Chile una doctora en medicina, que fue víctima de la barbarie que Pinochet perpetró en Chile, después del golpe de estado que protagonizó para destituir al doctor Salvador Allende, alcanzando la presidencia de ese país andino en forma democrática y bajo las banderas de un socialismo sui generis con una aceptación muy amplia de todos los sectores incluidos principalmente los amplios bastiones de trabajadores: Michell Bachalett. Imediatamente, siguiendo el mismo ejemplo que la estadista chilena llegó y se reeligio Cristina Fernández, esposa de Néstor Kirchner a la presidencia de la República Argentina, recibiendo el bastón de mando de su esposo que se desempeñaba como mandatario de todos los argentinos. En este caso es importante dejar constancia que Cristina Kirchner tiene un vida política propia, independiente de la de su finado esposo Néstor Kirchner.
En Brasil Dilma Rousselff, llegó a la presidencia de ese inmenso país con una serie de contrastes de miseria y progreso que en estos momentos lo ubican junto con la India, China y Rusia de los pocos países que tiene crecimiento económico. En Alemania la poderosa Angel Merker, gobierna su país con mano serena y firme y es tan boyante su economía que recientemente acaba de conceder un préstamo importante a Grecia que la rescató del abismo al cual está arrastrando a toda la zona europea.
En Costa Rica, Laura Chinchilla ganó con amplitud el mandato que cumplió con creces y desempeñó con rumbo exacto dentro de la democracia y el respeto de los derechos humanos. El trabajo que les espera a las mujeres es largo y a veces parece interminable, pero es necesario que alcance autonomía y la liberación sexual que les significa el derecho que tienen sobre su cuerpo; para que no se cometa en ellas la brutalidad de la que han sido objeto por siglos en todo el mundo.
El fenómeno de que alcancemos una sociedad solidaria y respetuosa, en donde las diferencias económicas disminuyan, y las de género terminen para siempre, es responsabilidad de mujeres y hombres. Todos tenemos la obligación y la responsabilidad de que la supervivencia perdure en un mundo que nos pertenece a todos por igual.
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