/ sábado 10 de febrero de 2018

Más sobre Alicia

El efecto que este periódico causa en la gente es contundente, hace unos días, una distinguida tampiqueña llamó a mi oficina para solicitarme que hablara un poco más del autor de “Alicia en el país de las maravillas”

Fue un tema que traté hace ya varios meses ante ustedes. Dicho esto entremos en materia: Lewis Carroll, autor de la legendaria obra literaria, no se llamaba realmente así, se llamaba Charles Dodgson, este nombre no le gustaba, por lo tanto no lo usó para firmar la obra que lo transportó a la inmortalidad.

Nació en Inglaterra en 1832, en la época en que fue coronada la Reina Victoria, por lo tanto su vida corrió paralela a la gran expansión imperial británica que con su flota inglesa conquistó todos los mares, ya que los dominios de la corona iban de Canadá hasta la India, pasando por Australia.

Nuestro personaje era un hombre tímido, tartamudo, sordo de un oído, y realizó estudios en la Universidad de Oxford, donde terminó como matemático, se consagró a la religión y se ordenó diácono en la iglesia anglicana, en este medio religioso es donde conoce a la hija menor de otro diácono llamado George Lidell, que, ya lo adivinó usted, es el padre de Alicia.

Esta pequeña, fue la que inspiró a Lewis Carroll a que publicara su obra central.

Ya que parte de su vida consistía en contarle historias fantásticas y absurdas que complementaba con dibujos que entregaba a la niña en un cuaderno de notas.

Fue así como se animó a publicar “Alicia en el país de las maravillas” en 1865, dando un golpe literario, se hizo popular, fue el libro más importante de su tiempo, para después convertirse en un clásico de la literatura universal.

El mundo de los niños es fantástico, algunas veces nos dan lecciones que nos hacen rectificar nuestra existencia, en otras, como sucede frecuentemente, nos llenan de alegría con sus ocurrencias. En una palabra los niños son mágicos.

Por último le cuento que “Alicia en el País de las Maravillas” es una obra que debe leerse, encuentro en ella respuestas a muchas circunstancias de la vida cotidiana, sus paisajes irracionales y disparatados.

mail.-notario177@msn.com

El efecto que este periódico causa en la gente es contundente, hace unos días, una distinguida tampiqueña llamó a mi oficina para solicitarme que hablara un poco más del autor de “Alicia en el país de las maravillas”

Fue un tema que traté hace ya varios meses ante ustedes. Dicho esto entremos en materia: Lewis Carroll, autor de la legendaria obra literaria, no se llamaba realmente así, se llamaba Charles Dodgson, este nombre no le gustaba, por lo tanto no lo usó para firmar la obra que lo transportó a la inmortalidad.

Nació en Inglaterra en 1832, en la época en que fue coronada la Reina Victoria, por lo tanto su vida corrió paralela a la gran expansión imperial británica que con su flota inglesa conquistó todos los mares, ya que los dominios de la corona iban de Canadá hasta la India, pasando por Australia.

Nuestro personaje era un hombre tímido, tartamudo, sordo de un oído, y realizó estudios en la Universidad de Oxford, donde terminó como matemático, se consagró a la religión y se ordenó diácono en la iglesia anglicana, en este medio religioso es donde conoce a la hija menor de otro diácono llamado George Lidell, que, ya lo adivinó usted, es el padre de Alicia.

Esta pequeña, fue la que inspiró a Lewis Carroll a que publicara su obra central.

Ya que parte de su vida consistía en contarle historias fantásticas y absurdas que complementaba con dibujos que entregaba a la niña en un cuaderno de notas.

Fue así como se animó a publicar “Alicia en el país de las maravillas” en 1865, dando un golpe literario, se hizo popular, fue el libro más importante de su tiempo, para después convertirse en un clásico de la literatura universal.

El mundo de los niños es fantástico, algunas veces nos dan lecciones que nos hacen rectificar nuestra existencia, en otras, como sucede frecuentemente, nos llenan de alegría con sus ocurrencias. En una palabra los niños son mágicos.

Por último le cuento que “Alicia en el País de las Maravillas” es una obra que debe leerse, encuentro en ella respuestas a muchas circunstancias de la vida cotidiana, sus paisajes irracionales y disparatados.

mail.-notario177@msn.com