Fue en julio de 2022 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que todas las personas del mundo tienen derecho a un medio ambiente sano. En la sede de la ONU en Nueva York, los Estados Miembros de la Asamblea General afirmaron que el cambio climático y la degradación ambiental son las amenazas más urgentes para el futuro de los seres humanos.
Años antes en 1997 bajo la coordinación de la ONU los países miembros habían firmado el Protocolo de Kioto, un tratado internacional diseñado para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Después vendría el Acuerdo de París, tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Fue adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, en 2015 y entró en vigor un año más tarde.
PNUMA Y LOS LITIGIOS CLIMÁTICOS
Uno de los argumentos principales del Informe mundial sobre litigios climáticos. Revisión Global 2020, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es el rápido aumento de los litigios climáticos que se ha producido en todo el mundo.
En 2017, el número total de casos que se habían presentado era de 884 en 24 países mientras que, al 1 de julio de 2020, el número de casos se había duplicado prácticamente, con al menos 1.550 casos de cambio climático presentados en 38 países. Esta creciente ola de casos climáticos está impulsando una evolución muy necesaria.
El informe muestra cómo los litigios climáticos están obligando a los gobiernos y a los actores corporativos a perseguir objetivos más ambiciosos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Habla asimismo sobre tendencias emergentes que han sido clave en estos casos, incluido el papel de los derechos humanos fundamentales relacionados con un clima seguro, y los casos que dan vida al derecho a un medio ambiente saludable, el cual figura hoy en las constituciones de más de 100 países.
El documento describe también cómo los casos están obligando a una mayor divulgación en torno al clima y poniendo fin al “lavado verde” por parte de las corporaciones sobre los temas del cambio climático y la transición energética. Además, muestra cómo las personas están exigiendo cuentas a sus gobiernos, evitando que se extraigan los combustibles fósiles del suelo y desafiando el incumplimiento de las leyes y políticas relacionadas con el clima.
Un particular juicio iniciado en junio pasado y terminando en agosto benefició a 16 jóvenes. El caso se desarrolló en torno a la controversia en donde los demandantes aseguraron que el gobierno estatal no ha logrado cumplir su mandato constitucional de “mantener y optimizar un ambiente limpio y saludable para las generaciones presentes y futuras, en el estado de Montana, Estados Unidos.
LOS JÓVENES QUIEREN MEJORES CONDICIONES
El juicio comenzó en junio. La jueza escuchó a los jóvenes, de entre 5 y 22 años, quienes promovieron una demanda en marzo de 2020 en contra de las autoridades estatales. Tiempo atrás el Congreso de Montana aprobó una serie de leyes que favorece a la industria del petróleo, gas y carbón, al mismo tiempo que se frenaban las energías renovables. Durante dos semanas, el grupo testificó cómo el humo de los incendios forestales, el incremento de las temperaturas y la sequía en el Oeste han afectado la salud física y mental de los habitantes de la entidad, que tiene 1,1 millones de habitantes.
Entre las personas que testificaron se encuentran indígenas de tribus originarias, una familia de rancheros que ha visto disminuida su suministro de agua, jóvenes empeorando su cuadro de asma provocado por los incendios, y activistas climáticos.
Todos estos litigios que se verifican alrededor del mundo nos hablan de que el Acuerdo de París (2015), tratado internacional sobre el cambio climático no funciona. Los gobiernos de los países continúan dando la espalda a todas las recomendaciones y resoluciones sostenidas alrededor de las COP
Aun así, se continúa viviendo la farsa. Está próxima la Cumbre del Clima de Naciones Unidas de 2023 (COP 28), se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dúbai (Emiratos Árabes Unidos).
De la nueva generación de jóvenes, nos hablan de estudios de investigación, tienen claros sus principios como ciudadanos, están dando muestra de su sentir y actuar. Los jóvenes han sido reconocidos como una generación con alta conciencia ambiental por ser consumidores responsables y cambiar sus hábitos a fin de cuidar el planeta. Ahorrar agua, energía o reciclar, son los primeros pasos para prevenir los impactos negativos de nuestras acciones en el medio ambiente. Hoy con los litigios climáticos ¡Tomemos lecciones de ellos!
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