/ lunes 4 de marzo de 2024

Verba luminis / La crisis del agua en la CdMx... Y en el país...

La Ciudad de México actualmente vive una crisis por la falta de agua. Donde la escasez de agua resulta dramática. Pero también sucede en diversos estados de la república, afectando a grandes sectores como el agropecuario, ganadero, inclusive sus efectos se empiezan a sentir en algunos municipios de Tamaulipas. ¿Y qué podemos hacer nosotros en lo personal y en lo individual? Cuidar el consumo del agua.

El agua, en efecto se vuelve cada vez más escasa tanto en volumen como en calidad. Este problema que vivimos trasciende el ámbito de competencia de una institución o dependencia pública, de un grupo social o económico. El cuidado del agua requiere de la colaboración activa y responsable de todos los sectores de sociedad y gobierno. Debemos fomentar una cultura del cuidado responsable del uso del agua que incluya desde los niños a las familias. Cada ciudadano debemos estar conscientes que muchas pequeñas acciones cotidianas dependen en general de la mejoría al problema del abasto del agua. Solo con un esfuerzo corresponsable se alcanzarán estos propósitos. Todo esfuerzo que emprendamos hoy, toda medida eficaz que hagamos ahora, será benéfica para nuestra salud y la de nuestras familias.

Este problema también se acentúa por el mal estado de la infraestructura de distribución que provoca fugas en altos porcentajes del agua abastecida, así como los sistemas de cobranza del vital líquido que no estimulan su ahorro. Además en el marco de una adecuada normatividad los gobiernos tanto estatal como municipales deben alentar las inversiones del sector privado mediante esquemas de contratación de servicios de operación, mantenimiento y rehabilitación de redes de distribución, instalación, lectura y medidores, en un sistema de cobranza justo, sobre todo si la tarifa es baja en los niveles de consumo necesario para abastecer las necesidades familiares básicas. Lo anterior debe ser complementado con la estricta aplicación de normas para sancionar a quienes hagan mal uso del agua o no tengan el cuidado necesario, cultura que debe empezar por los hogares, además de desarrollar programas educativos para poder analizar, identificar, fomentar una mayor educación en materia del cuidado del agua para incrementar la conciencia de la ciudadanía.

Todo gobierno tiene como responsabilidad principal satisfacer las necesidades humanas. Sus objetivos de desarrollo deben incluir no solo el aliento de una mayor prosperidad y mejores condiciones sociales sino también proveer un ambiente estimulante y saludable para sus habitantes, como agua potable suficiente, buenos drenajes, servicios eficaces, calles pavimentadas y otras formas de servicios e infraestructura para la salud y para una base económica próspera.

Por ello, considero que independientemente de cuestiones partidarias o políticas, se emprenda la participación ciudadana activa y en el pleno ejercicio de sus derechos y responsabilidades, para cuidar el agua, el cual es un derecho humano, pero también debemos tener el firme compromiso de cuidarla, haciendo un uso responsable de la misma, lo que redundará en beneficio de la salud y seguridad social. El agua es un componente esencial para lograrlo. Sociedad y gobierno unidos, así como ciudadanos con conciencia y cultura cuidaremos del vital líquido necesario para la salud. Cuidemos el agua. Ese es el reto.

cesar.fentanesbanda@gmail.com

La Ciudad de México actualmente vive una crisis por la falta de agua. Donde la escasez de agua resulta dramática. Pero también sucede en diversos estados de la república, afectando a grandes sectores como el agropecuario, ganadero, inclusive sus efectos se empiezan a sentir en algunos municipios de Tamaulipas. ¿Y qué podemos hacer nosotros en lo personal y en lo individual? Cuidar el consumo del agua.

El agua, en efecto se vuelve cada vez más escasa tanto en volumen como en calidad. Este problema que vivimos trasciende el ámbito de competencia de una institución o dependencia pública, de un grupo social o económico. El cuidado del agua requiere de la colaboración activa y responsable de todos los sectores de sociedad y gobierno. Debemos fomentar una cultura del cuidado responsable del uso del agua que incluya desde los niños a las familias. Cada ciudadano debemos estar conscientes que muchas pequeñas acciones cotidianas dependen en general de la mejoría al problema del abasto del agua. Solo con un esfuerzo corresponsable se alcanzarán estos propósitos. Todo esfuerzo que emprendamos hoy, toda medida eficaz que hagamos ahora, será benéfica para nuestra salud y la de nuestras familias.

Este problema también se acentúa por el mal estado de la infraestructura de distribución que provoca fugas en altos porcentajes del agua abastecida, así como los sistemas de cobranza del vital líquido que no estimulan su ahorro. Además en el marco de una adecuada normatividad los gobiernos tanto estatal como municipales deben alentar las inversiones del sector privado mediante esquemas de contratación de servicios de operación, mantenimiento y rehabilitación de redes de distribución, instalación, lectura y medidores, en un sistema de cobranza justo, sobre todo si la tarifa es baja en los niveles de consumo necesario para abastecer las necesidades familiares básicas. Lo anterior debe ser complementado con la estricta aplicación de normas para sancionar a quienes hagan mal uso del agua o no tengan el cuidado necesario, cultura que debe empezar por los hogares, además de desarrollar programas educativos para poder analizar, identificar, fomentar una mayor educación en materia del cuidado del agua para incrementar la conciencia de la ciudadanía.

Todo gobierno tiene como responsabilidad principal satisfacer las necesidades humanas. Sus objetivos de desarrollo deben incluir no solo el aliento de una mayor prosperidad y mejores condiciones sociales sino también proveer un ambiente estimulante y saludable para sus habitantes, como agua potable suficiente, buenos drenajes, servicios eficaces, calles pavimentadas y otras formas de servicios e infraestructura para la salud y para una base económica próspera.

Por ello, considero que independientemente de cuestiones partidarias o políticas, se emprenda la participación ciudadana activa y en el pleno ejercicio de sus derechos y responsabilidades, para cuidar el agua, el cual es un derecho humano, pero también debemos tener el firme compromiso de cuidarla, haciendo un uso responsable de la misma, lo que redundará en beneficio de la salud y seguridad social. El agua es un componente esencial para lograrlo. Sociedad y gobierno unidos, así como ciudadanos con conciencia y cultura cuidaremos del vital líquido necesario para la salud. Cuidemos el agua. Ese es el reto.

cesar.fentanesbanda@gmail.com