/ lunes 25 de marzo de 2024

Verba luminis / La relación con Dios

Todos debemos de tener una relación con Dios en nuestra vida, pero ¿Cuál es el tipo de relación que debemos tener? Debemos tener una relación de amor y de pacto incondicional. Para ello es necesario conocer el carácter de Dios que nos hace ver las cosas desde otra perspectiva, te llena de paz y esperanza y te inspira a compartir tu fe con los demás.

La experiencia con Dios viene por medio de nuestra creencia firme en Él y en sus promesas contenidas en la Biblia. ¿Cuál es el significado de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en lo que se denomina Semana Santa? En la cruz del calvario se estableció la nueva alianza y entendiendo esta revelación le debemos de servir a Dios por agradecimiento, la salvación de nosotros a través de Cristo comienza con la obra del Espíritu Santo, pero requiere de nosotros una respuesta esencial: poner a Dios en el primer lugar de nuestras vidas. Independientemente de cualquier creencia, credo religioso, creyentes o no creyentes, debemos de reconocer, alejado de todo dogma que la fe en Jesucristo y en su palabra descrita en los evangelios ilumina los principios que son el único e insustituible fundamento de estable tranquilidad en que se apoya nuestra vida interior, y también la vida pública, además me atrevo a afirmar la prosperidad de una nación. Ante las graves formas de injusticia social, discriminación, violencia, abandono de niños enfermos y ancianos, se agudiza cada vez más la necesidad de una radical renovación personal y social capaz de asegurar, justicia, solidaridad, honestidad y trasparencia. Siempre será una verdad que el mundo se cambia desde el hombre, y el hombre se cambia desde el interior. Si queremos una mejor sociedad debemos de empezar a cambiar nosotros mismos.

Las enseñanzas de Jesucristo establecen que la salvación no es comunitaria, sino, personal. Por eso no se puede decir que una sociedad es justa en el mismo sentido en el que se afirma que un hombre es justo. Los cristianos no debemos olvidar que Jesucristo se opuso terminantemente a todos los intentos de convertirse en un mesías político, y de ser utilizado para cualquier tipo de reivindicaciones político-sociales, con independencia de la posible justicia de dichas reivindicaciones. Jesús nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana y por tanto de la transformación del mundo es el mandamiento nuevo del amor.

La reflexión y meditación parte de la fe para explicar los hechos y los problemas del hombre, y toda la realidad y la problemática del mundo en el que se vive se debe dar una explicación desde el fundamento de una visión cristiana. Los creyentes sabemos que el amor es el motivo por el cual Dios entra en relación con el hombre. El respeto al otro y sus derechos, hace ver el amor prójimo como así mismo. El amor a Cristo y a nuestros hermanos será, no sólo la fuerza liberadora de la justicia y la opresión, sino inspiradora de la justicia social, entendida como concepción de vida y como impulso hacia el desarrollo integral de nuestros pueblos… Es el mismo Dios quien envía a su hijo para que venga a liberar a todos los hombres del pecado, la ignorancia, la miseria, la opresión, la injusticia y el odio, por ello necesitamos una profunda conversión a fin de que llegue a nosotros el reino de justicia, de amor y de paz.

cesar.fentanesbanda@gmail.com

Todos debemos de tener una relación con Dios en nuestra vida, pero ¿Cuál es el tipo de relación que debemos tener? Debemos tener una relación de amor y de pacto incondicional. Para ello es necesario conocer el carácter de Dios que nos hace ver las cosas desde otra perspectiva, te llena de paz y esperanza y te inspira a compartir tu fe con los demás.

La experiencia con Dios viene por medio de nuestra creencia firme en Él y en sus promesas contenidas en la Biblia. ¿Cuál es el significado de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en lo que se denomina Semana Santa? En la cruz del calvario se estableció la nueva alianza y entendiendo esta revelación le debemos de servir a Dios por agradecimiento, la salvación de nosotros a través de Cristo comienza con la obra del Espíritu Santo, pero requiere de nosotros una respuesta esencial: poner a Dios en el primer lugar de nuestras vidas. Independientemente de cualquier creencia, credo religioso, creyentes o no creyentes, debemos de reconocer, alejado de todo dogma que la fe en Jesucristo y en su palabra descrita en los evangelios ilumina los principios que son el único e insustituible fundamento de estable tranquilidad en que se apoya nuestra vida interior, y también la vida pública, además me atrevo a afirmar la prosperidad de una nación. Ante las graves formas de injusticia social, discriminación, violencia, abandono de niños enfermos y ancianos, se agudiza cada vez más la necesidad de una radical renovación personal y social capaz de asegurar, justicia, solidaridad, honestidad y trasparencia. Siempre será una verdad que el mundo se cambia desde el hombre, y el hombre se cambia desde el interior. Si queremos una mejor sociedad debemos de empezar a cambiar nosotros mismos.

Las enseñanzas de Jesucristo establecen que la salvación no es comunitaria, sino, personal. Por eso no se puede decir que una sociedad es justa en el mismo sentido en el que se afirma que un hombre es justo. Los cristianos no debemos olvidar que Jesucristo se opuso terminantemente a todos los intentos de convertirse en un mesías político, y de ser utilizado para cualquier tipo de reivindicaciones político-sociales, con independencia de la posible justicia de dichas reivindicaciones. Jesús nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana y por tanto de la transformación del mundo es el mandamiento nuevo del amor.

La reflexión y meditación parte de la fe para explicar los hechos y los problemas del hombre, y toda la realidad y la problemática del mundo en el que se vive se debe dar una explicación desde el fundamento de una visión cristiana. Los creyentes sabemos que el amor es el motivo por el cual Dios entra en relación con el hombre. El respeto al otro y sus derechos, hace ver el amor prójimo como así mismo. El amor a Cristo y a nuestros hermanos será, no sólo la fuerza liberadora de la justicia y la opresión, sino inspiradora de la justicia social, entendida como concepción de vida y como impulso hacia el desarrollo integral de nuestros pueblos… Es el mismo Dios quien envía a su hijo para que venga a liberar a todos los hombres del pecado, la ignorancia, la miseria, la opresión, la injusticia y el odio, por ello necesitamos una profunda conversión a fin de que llegue a nosotros el reino de justicia, de amor y de paz.

cesar.fentanesbanda@gmail.com