En este 2022 se celebra el 100 aniversario del nacimiento del escritor Jack Kerouac, creador de la novela "En el camino", en la cual se narran 5 viajes en la vida del autor y uno de ellos cobra gran importancia por hablar de Tamaulipas.
Dicho lo anterior el artista plástico Jorge Antonio Fuentes, originario de Ciudad Victoria, se dio a la tarea de crear un proyecto fotográfico construido como un viaje íntimo a través de la ruta que sigue el personaje Sal Paradise por territorio tamaulipeco rumbo a la CDMX en la mencionada novela.
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"Este proyecto se comenzó a gestar con la beca Jóvenes Creadores del FONCA 2020 y posteriormente enriquecido dentro del Seminario de Producción Fotográfica 2021 del Centro de la Imagen. He iniciado a promover la parte del viaje mexicano, el contexto histórico entrelazado con Tamaulipas y la carretera nacional 85, que es la ruta por la que estos personajes pasan y la visión de progreso para el estado", explica para EL SOL DE TAMPICO.
El egresado de la Universidad La Salle comparte cómo nace su gusto por el arte, sus proyectos y la experiencia que le dejó la creación, experimentación e investigación de la obra de Jack Kerouac.
¿Cómo nace en ti el gusto por el arte?
Desde niño el entorno que me rodeaba me estimulaba demasiado y tenía una sensibilidad a observar ese entorno a detalle, la luz, las texturas, los colores, los objetos y las sensaciones, todo eso junto era un cúmulo de energía que posteriormente se manifestó en una necesidad de expresar mi interior y mis padres se dieron cuenta muy rápido de esa energía y esa sensibilidad.
A ellos les debo los primeros acercamientos a disciplinas artísticas y deportivas, mientras ellos buscaban canalizar mi hiperactividad, yo comencé a descubrir en el dibujo, a los 5 años, una manera de imaginar, entrar en otra realidad al momento de trazar, desde entonces el arte se ha vuelto una posibilidad para comunicarme y habitar otros momentos.
Después del dibujo comencé a tener intención de pintar al óleo, el cual aprendí de manera autodidacta, y posteriormente descubrí el cine cuando mi padre me llevó a la cineteca, comenzaba a cursar la secundara y me impactó mucho el tipo de historias que se podían contar con el cine, “Amores Perros” de Iñarritú, por ejemplo, con esa estética fotográfica cruda de grano visible rápidamente me atrapó.
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Recuerdo haber visto “Todo sobre mi madre”, de Almodóvar, un día en la noche por televisión abierta a escondidas de mis papás y me encantó la manera de tejer una historia, y a los 15 años de regalo pedí una cámara de video, la necesidad de expresarme era bastante clara, creo ese fue el momento de acercamiento al arte mucho más formal y comenzó a tomar forma y sentido, entré de llenó no sólo a ver cine sino a buscar la mayor cantidad de información sobre éste, aún no explotaba el internet, pero la tecnología ya nos daba muchas posibilidades, Encarta y Altavista eran las herramientas más accesibles.
Pero todavía no había mucha información en la red, los libros eran otra posibilidad de acercamiento, sobre todo en una ciudad relativamente pequeña como Ciudad Victoria, en pocas palabras y sin darme cuenta me estaba autoeducando, sabía con certeza que el arte era (es) mi vida.
En preparatoria todo tomó rumbo, me recuerdo saliendo del CBTIS, ir a la biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas y pasar la mayoría de la tarde revisando los libros de pintores como Juan Soriano, Lilia Carrillo, Enrique Guzmán, pintores del período de la ruptura mexicana, esa fue mi formación en esa época y obviamente rentar mucho cine de arte en Blockbuster, de niño era muy fan del videoclub.
El bachillerato es una etapa que atesoro mucho, a la cual regreso infinitas veces, es la columna vertebrla de lo que soy ahora, donde me encontraba educándome no sólo en la técnica sino en lo más importante, educando mi mirada.
¿Qué representó la creación del proyecto fotográfico con el que celebras Jack Kerouac?
“Sobre la marcha” representa la posibilidad de hablar sobre mi territorio Tamaulipas, partiendo de la provocación que me da la novela “En el camino”, de Jack Kerouac, donde sus personajes viajeros, Sal Paradise y compañía atraviesan el Estado para llegar a la Ciudad de México.
A partir de la experiencia vivida por los personajes, construyo una investigación sólida a mayor profundidad donde el significado del terruño permite entender las dinámicas actuales que cimbran y representan la entidad actualmente y donde el concepto de movimiento es una característica fundamental que los tamaulipecos deben comprender y abrazar.
“Sobre la marcha” también representa el inicio de un proyecto de vida artístico, un viaje íntimo de reconciliación con la tierra y el cuerpo, todo el proceso fotográfico es una manera incesante de regresar a casa.
¿Cómo te sientes de celebrar el natalicio de Jack Kerouac a través de tu proyecto?
Me ha dado mucho sentido como persona y habitante de esta geografía, como una novela puede detonar una serie de conexiones históricas y de contexto que permite comprender el progreso del Estado en el siglo XX y XXI.
Desde que inicié el proyecto en el 2020 siempre he pensado que “Sobre la marcha” complementa a las narrativas estadounidenses relacionadas al texto de Kerouac y a fotógrafos como William Egglestone, Stephen Shore, Joel Sternfeld, Robret Frank o Alec Soth, fotógrafos de carretera o de viaje, quienes también fueron influenciados por “En el camino”, y van a registrar lo observado en el paisaje de la América profunda, para mí es un gran nicho de oportunidad no sólo como un proyecto artístico sino como un proyecto cultural, por lo poco abordado en cuanto al significado de México dentro de la novela, donde la narrativa de ese México que ellos veían, sucede en Tamaulipas y en Ciudad Victoria o como en el libro la nombran “Ciudad de Gregoria”, la ciudad donde explota su juventud, su sexualidad, su mística sobre el mundo.
Tamaulipas es clave en la transformación de estos personajes, aquí es donde sucede la apoteosis del viaje, lo que Joseph Campbell llama “el camino del héroe”, ese punto donde los personajes ya no vuelven a ser los mismos, donde existe un cambio interior que les permite ver la realidad desde otra perspectiva.
Celebrar el natalicio de Kerouac es el primer paso a una meta que trazamos dentro del colectivo Amoxcalco, con el poeta y artista Eduardo Vargas López, de hacer de Ciudad Victoria una “Ciudad de Literatura”, que es la denominación dada por un programa de la UNESCO que forma parte de su Red de Ciudades Creativas, el cual fue lanzado en 2004.
¿Qué ha significado para ti enaltecer a Tamaulipas a través de tu proyecto?
Regresarle la posibilidad al Estado de ser visto con mayor profundidad, que los tamaulipecos se sientan poseedores de una gran dinámica de tradición, movimiento cultural e historia. Al mismo tiempo significa hacer un llamado a más creadores tamaulipecos a seguir produciendo desde dentro del Estado.
Pero una de las cosas más conmovedoras es la oportunidad de vernos, a los tamaulipecos, reflejados en obras de arte, creo fuertemente que los habitantes de Tamaulipas están deseosos de poderse ver culturalmente, narrados, pintados, fotografiados, musicalizados o coreográfeados en manifestaciones artísticas y más cuando se vuelven obras trascendentes y universales.
Al finalizar la agradable entrevista Jorge Antonio Fuentes invitó a la sociedad del sur de Tamaulipas a conocer su trabajo a través de sus redes sociales y así adentrarse en el mundo de la fotografía mediante "Sobre la marcha".
