En 1988, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) promovió a nivel internacional el 23 de abril como el Día del Libro. La fecha fue elegida por su presunta relación con la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra y de William Shakespeare.
Sin embargo, Cervantes falleció el 22 de abril, siendo enterrado hasta el día 23 del mismo mes en 1616. Shakespeare murió el 23 de abril del mismo año, pero bajo el calendario juliano, el sistema de división de tiempo predominante en el Reino Unido durante la época.
¿Por qué es importante festejar el Día del Libro?
Por medio de la lectura se conocen nuevos mundos, se viaja a lugares remotos, se propaga el conocimiento y se distrae la mente.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, Berenice Gutiérrez Hungbserg, licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas, comenta: “Los libros son la memoria de la humanidad, cualquiera que sea su forma (digital, impresa, gráfica…).”
Te puede interesar: Por qué los libros para colorear están siendo recomendados por los expertos en salud mental
“La lectura, el acto de interpretar signos y símbolos para configurar una realidad en nuestra mente, es un proceso único en el mundo natural. Leer nos conecta con nuestro pasado, nos ayuda a procesar el presente y construir nuestro futuro”, apunta Gutiérrez Hungbserg.
La entrevistada explica por qué el autor de “Penas por amor perdidas” es clave en la celebración del Día del Libro: “[A Shakespeare se le considera] el creador del inglés moderno. Se le acredita haber inventado más de 1,600 palabras que seguimos usando en la actualidad.”
Gutiérrez Hungbserg prosigue: [El escritor] muestra un espejo en el que las virtudes y fallas humanas se resaltan y permanecen a través del tiempo. Hoy en día, “Macbeth” sigue enseñándonos el terrible costo de la ambición desmedida y la traición. Las dudas de “Hamlet” son las dudas de cualquier persona que se ha llegado a preguntar el sentido de la vida. “Romeo y Julieta” nos muestra que el odio es aprendido, no innato.”
¿Quién fue William Shakespeare?
Gracias a diversas fuentes, entre ellas, “Shakespeare: la biografía” de Peter Ackroyd; “Explorar la lengua inglesa: Shakespeare” del Consulado Británico; y “Shakespeare: Contexto y Producción teatral” del King’s College London sabemos la siguiente información:
Nació un día de abril de 1564, en la región de Stratford-upon-Avon, en Inglaterra. Fue bautizado el 26 de abril, hijo de un matrimonio de prósperos comerciantes, John y Mary Shakespeare.
Tercero de ocho hermanos, contrajo matrimonio a los 18 años con Anne Hathaway, consecuencia del embarazo de tres meses de la joven de 26 años. Tras una breve convivencia y con tres hijos en común, Shakespeare abandonó el hogar entre 1585 y 1586.
Después desapareció durante siete años, la historia no guarda registro de ese periodo en la vida del autor. Es una memoria perdida en el tiempo.
En 1592, se vuelve a saber de él, en ese momento se encuentra en Londres desempeñando las profesiones de dramaturgo y actor, ya es conocido por “Los dos hidalgos de Verona”.
En 1594, funda junto a otros compañeros una compañía teatral llamada “Los hombres del Lord Chamberlain”. La compañía cambia de nombre a “Los hombres del Rey” en 1603.
Te puede interesar:Las 'Chicas pesadas' de Tampico: un proyecto revela sus historias inspiradoras
El cambio de denominación del grupo artístico corresponde también al cambio de estilo de vida de Shakespeare. Su carrera fue en ascenso. En 1595, escribió tanto “Romeo y Julieta” como “Sueño de una noche de verano”. En 1597, crea “El mercader de Venecia”. En 1958, continúa con su trabajo creativo y comienza a redactar “Hamlet”.
En 1599, se convierte en empresario teatral con la inauguración de “El Globo”, lugar donde sus obras se van a representar. El éxito entre la crítica y el público continuó durante años. En 1605, llega “Rey Lear”; en 1606, le precede “Macbeth”. Para 1607, “Marco Antonio y Cleopatra” está terminada.
Publicación y análisis de su obra
En 1623, siete años después de su muerte, sus amigos Heminge y Condell publican una recopilación de 36 piezas teatrales bajo el título “Folio”. El libro divide el trabajo del escritor en tres corrientes: dramas históricos, comedias y tragedias.
En la tragedia “Romeo y Julieta, Romeo es Montesco, Julieta es Capuleto y las familias son rivales. Ambos se conocen en una fiesta, se ven, se gustan, se enamoran y se juran amor eterno. No obstante, el secreto de la unión los conduce a la muerte.
Julieta es directa con Romeo, le dice sin lugar a dudas que lo quiere. Este acto contraviene la voluntad de su familia. Además, Julieta se casa con el hombre que ella elige. La joven muestra un carácter (si se quiere) impulsivo, pero autónomo.
La protagonista no solo contradice la obediencia femenina divulgada como ideal en el siglo XVI, también atenta contra la tradición. En esa época, los matrimonios se celebraban por beneficios monetarios o sociales, no por amor.
Gutiérrez Hungbserg, apunta cuál es la capacidad de Shakespeare para hacer explícita la realidad: “[Su trabajo] muestra la fragilidad y la complejidad humana”.
“Ninguno de sus personajes es un santo e incluso sus más terribles villanos razonan (en un lenguaje y retórica hermosos) el porqué de sus acciones. Todo, al final, será una historia más, devorada por el tiempo”, prosigue Gutiérrez Hungbserg.
La entrevistada finaliza: “La frase que mejor resume el universo de Shakespeare está en el soliloquio de Próspero, el protagonista de “La Tempestad” (la que es quizás la última obra de Shakespeare) que reza: “Somos de la misma sustancia que los sueños, y nuestra breve vida culmina en un dormir”.
Para concluir, solo resta preguntar, en este Día del Libro, ¿cuál obra de William Shakespeare vas a comenzar a leer?
Piezas teatrales de Shakespeare:
- Otelo
- Enrique VIII
- Julio César
- Ricardo III
- La fierecilla domada
- Mucho ruido y pocas nueces
- Noche de Reyes
- Las alegres comadres de Windsor
- Tito Andrónico
“No es amor el amor que, al percibir un cambio, cambia; o que obliga al distanciado a distanciarse. ¡Oh no! Es un faro inmóvil que contempla las tempestades y no se estremece nunca”. Fragmento del “Soneto 116” de Shakespeare.
“Deja tu nombre, Romeo, y, en cambio, de tu nombre que no es cosa alguna sustancial, toma toda mi alma”. Fragmento de “Romeo y Julieta” de Shakespeare.
