Al menos en tres ocasiones, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador -AMLO-, se reunió con el tampiqueño subcomandante Marcos en Chiapas, incluso en una ocasión trató de convencerlo de no retomar el movimiento armado.
“Sí, me entrevisté 3 o 4 veces con Marcos, platicamos 2, 3 veces y recuerdo una muy bien, esa que dices me acompañó el ingeniero -Cuauhtémoc- Cárdenas, estaba en campaña por la presidencia, fue en el 94”, dijo en la conferencia mañanera de este miércoles.
El subcomandante Marcos, fue identificado por el gobierno federal como Rafael Guillén Vicente, cuyo domicilio familiar estaba en la colonia Petrolera, un sector residencial de Tampico.
Guillén Vicente es el cuarto de ocho hijos del matrimonio conformado por María del Socorro Vicente y Alfonso Guillén, quienes eran propietarios de la Mueblerías Guillén, conocida en Tampico como “la del crédito humanitario”.
El subcomandante tampiqueño, hombre blanco, armado y vestido como un militar rudimentario, emergió entre la sorpresa y la confusión cuando el primero de enero de 1994 los los mexicanos despertaron con la noticia de que en Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se había levantado en armas contra el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
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Marcos lo invitó a comer pero por separado
A pregunta expresa de un reportero, el presidente relató que en estos encuentros participó el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, con la intención de convencerlo de que no tomarán de nuevo las armas para evitar la pérdida de vidas humanas.
“Se había logrado una especie de tregua que se iba a romper, porque no había acuerdos y se iba a volver a la confrontación, regresé con el ingeniero Cárdenas, hablamos con Marcos para darle, dimos nuestro punto de vista, convencerlo de que no era conveniente el enfrentamiento”, destacó.
Reconoció que aunque fueron invitados a comer, el subcomandante se alejó de ellos ya que había que retirarse el pasamontañas.
“El ingeniero Cárdenas le llevó una carta que yo consideró histórica, un documento excepcional, por ahí debe estar y fue con nosotros doña Rosario Ibarra, fuimos los tres, hablamos con él, comimos, claro que nos invitaron a comer y él comió aparte porque no se podía quitar -el pasamontañas-“, narró.
“Dio resultado como a los 3, 4, 5 días -Marcos- envió un comunicado para que se mantuvieran la tregua y luego nos lo volvimos a encontrar en San Cristóbal, respeto mucho lo que hicieron, no comparto que no haya participado en el proceso de transformación por la vía pacífica”, afirmó.
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Dijo respetar las posturas de los zapatistas y de Marcos, que en su momento pidió no votar por el movimiento encabezado por Obrador.
“Muchos que siguen simpatizando con el movimiento zapatista están trabajando en organizaciones que promueven los programas de Bienestar”, presumió.
Descarta un levantamiento armado en su gobierno
Consideró poco posible que actualmente existan condiciones para que haya grupos que tomen las vías armadas como ocurrió en 1994 en Chiapas.
“No veo que se vaya a presentar ningún levantamiento armado ni nada por el estilo”, recalcó el presidente, quien precisó que “no son las mismas condiciones, son otras completamente distintas, el gobierno nuestra cuenta con el respaldo del pueblo, en todos los lugares hasta en las comunidades más apartadas se le tiene mucho respeto al Gobierno nuestro, la gente ven como suyo el gobierno nuestro”.
Afirmó que en Chiapas es uno de los lugares donde más se ha disminuido la pobreza.
“Porque les están llegando apoyos, aunque sea una pequeña porción, les llega, lo que nunca había sucedido, nunca entonces eso hace distinto todo, completamente distinto, allá en Chiapas hay 80 mil sembradores de Sembrando Vida”, finalizó AMLO quien recordó las reuniones que tuvo con el “tampiqueño” subcomandante Marcos.
