Las costas de Puerto Rico se están inundando debido a la erosión costera producto de la actividad humana. Conforme el agua invade el territorio de los 44 municipios con acceso al mar de la isla del Caribe, cientos de personas pierden sus hogares. Una situación como esta, ¿podría ocurrir en México? Esto es lo que dicen los expertos.
El artículo titulado “Las edificaciones fantasma que el mar devora en las costas de Puerto Rico”, escrito por Ronald Ávila-Claudio, para la BBC, expone la situación en la que se encuentran Villa Cristiana, en Loíza; y el barrio Córcega, en Rincón, en donde el mar traspasó sus límites naturales y está invadiendo las propiedades costeras.
Hasta el momento el fenómeno ha obligado a diversas familias a abandonar sus hogares. No es para menos, acorde al Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico, de 1950 a 2018, la línea de agua ha inundado cerca de 99 km de lo que antes era arena.
El desastre no solo afecta a nivel personal, tiene serias implicaciones negativas en esferas económicas, comerciales, turísticas, de seguridad y de salud, tanto física como mental.
¿Por qué está sucediendo esto?
De acuerdo al profesor Ruperto Chaparro, profesor de la Universidad de Puerto Rico y director del programa Sea Grant, la intensidad de la erosión costera en las playas de la Isla, no es coincidencia. En sus palabras, reproducidas por la BBC, “Los desastres, como este son antropogénicos, son creados por el ser humano".
Desde la perspectiva de Chaparro, la proliferación de construcciones mal diseñadas en la zona costera ha dañado recursos naturales imprescindibles, como dunas, manglares y colares, cuya función es detener el oleaje del mar.
A esto, continúa el profesor, se debe añadir el cambio climático. Hay que recordar el alto número de huracanes que han golpeado a la Isla del Caribe. En el 2017, fueron Irma y María. En el 2019, Dorian; en el 2022, sucedieron Earl, Fiona, Ian, Lisa y Nicole.
Los huracanes, para Chaparro, “son monstruos que cambian tanto las playas como el fondo marino, las montañas, los valles, todo”.
También es bueno señalar que las leyes actuales para legislar la construcción en los litorales de Puerto Rico procede de 1886 y, originalmente, eran una serie de reglamentos pensados para territorio español.
Los afectados
La BBC recoge los casos de Elsie Helger, quien vive en el barrio Córcega, en el municipio de Rincón; y de Janet Quiñones, oriunda de Villa Cristiana, en el municipio de Loíza.
Elsie Herger compró en los años 80 una propiedad, la cual convirtió en un establecimiento de hostelería. Antes se anunciaba al público como “un hotel con playa”, ahora se promociona como “un hotel con mar”. El agua golpea la pared trasera, en una ocasión lo hizo con tanta fuerza que la derrumbó.
Janet Quiñones, por su parte, hace cuarenta años compró una casa costera. Detrás de ella vivían otros vecinos. Los habitantes de la zona acostumbraban realizar reuniones y fiestas en las áreas en común. Eso quedó en el pasado. Las casas de sus vecinos sucumbieron inundadas por el mar. La casa de Quiñones, ahora mismo, se está cayendo a pedazos poco a poco.
¿Podría ocurrir en México?
Los lectores de El Sol de Tampico podrían preguntarse si la misma situación que ocurre en Puerto Rico podría suceder en la Zona Conurbada. Aunque no es un hecho imposible, las circunstancias geográficas y ambientales son muy diferentes.
Esto no significa que no hay que prestar atención al cuidado del medio ambiente y velar por buenas políticas reglamentarias para la construcción de edificaciones en Playa Miramar.
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Ejemplo del peligro al que estamos expuestos todos, es el caso de Playa Hermosa, en Pueblo Viejo, donde la erosión costera está provocando serios daños al ecosistema y, con ello, a sus pobladores.
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Lamentamos muchísimo la situación que está sucediendo en las costas de Puerto Rico, donde cientos de personas están perdiendo sus hogares.
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Aunque esto no está ocurriendo todavía en México, no es imposible que suceda debido a las consecuencias del cambio climático y malas decisiones humanas.