La siguiente es una historia triste. La diosa Perséfone, hija de Zeus y de Deméter, es raptada por su tío Hades y se ve obligada a casarse con él. Este relato griego coadyuva al origen de las cuatro estaciones.
Luego de su rapto se convierte en la diosa del Inframundo; recluida en la morada de los muertos, de acuerdo a la tradición mitológica de Grecia, la tristeza y la desesperación de la joven dieron inicio al invierno.
¿Cuál es el origen de la historia de Perséfone?
La mitología griega es una serie de historias sobre diversos personajes y situaciones. Su origen se remonta a la antigüedad, donde los asentamientos humanos precisaban de explicaciones casi increíbles para justificar los procesos naturales y sociales de la época.
No existe un solo compendió oficial de mitología griega. Las leyendas que se suelen aglomerar bajo esta clasificación provienen de la tradición oral y de libros antiguos, como La Ilíada y la Odisea de Homero, y las Tragedias de Esquilo y Eurípides, por nombrar algunas fuentes.
Así fue el infortunio de Perséfone
Para reconstruir la historia y desesperación de Perséfone vamos a recurrir a dos medios distintos, a saber, el Diccionario Clásico de la Universidad de Oxford y el libro “Introducción a la mitología griega” de García Gual.
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Entonces, comencemos. Zeus es el dios principal del Olimpo, secundado por sus hermanos, Poseidón y Hades, todos hijos del dios Cronos. Poseidón domina los mares y Hades controla el Inframundo.
Zeus, casado con Hera, tiene (serios) problemas de fidelidad y su lista de amantes es larga. En muchas ocasiones, los encuentros amorosos son voluntarios, pero el dios también recurre al engaño y a la violencia para lograr su cometido. En unión con la diosa Deméter, regente de la agricultura, Zeus se convierte en el padre de Perséfone.
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Perséfone, diosa de la vegetación, es una joven quien pasa sus días en el campo. Un día, Hades la contempla y cegado por sus impulsos, la secuestra, la lleva al Inframundo y la agrede físicamente. Al ser una diosa, Hades se ve obligado a casarse con ella.
La madre de Perséfone, Deméter, busca desesperada a su hija y, al enterarse de lo sucedido, jura venganza. El papel de Zeus en la trama es incierto, para algunos especialistas, el dios del Olimpo había sido cómplice del crimen, para otros solo era un padre incompetente.
Deméter, diosa de la agricultura, somete a la tierra a un período de sequía tan radical que los humanos, los animales y la vegetación comienzan a morir.
Los dioses del Olimpo, consternados por la situación, tratan de negociar con la diosa, quien solo va a dar fin al agostamiento del mundo a cambio de la liberación de su hija.
Por su parte, Perséfone, sometida a un calvario mental y a la violencia de su raptor, come una granada sin saber que, al consumir un fruto del Inframundo, se condenaba a habitar por la eternidad la morada de los muertos.
Este es el origen de las estaciones
El pacto de los dioses es este: Perséfone pasará la mitad del tiempo en la tierra y el resto de su vida inmortal en el Inframundo. Deméter, al no estar satisfecha, cambia también las condiciones del trato. Cuando su hija sea libre, la tierra va a florecer, pero cuando su hija vuelva a ser una prisionera, el mundo va a sufrir.
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Durante la primavera, Perséfone y Deméter son felices y la tierra rinde frutos, pero al llegar el verano, su alegría decrece. En el otoño, Perséfone tiene que regresar al Inframundo, su carácter, junto al de su madre, tiende a la tristeza y a la impotencia. Mientras que en el invierno, la joven cae en una profunda y gélida depresión.
El lector estaba advertido de que la vida de Perséfone era una historia triste. La diosa de la vegetación, nombrada contra su voluntad, la diosa del Inframundo, ve en cada invierno el inicio de su desesperación.
