Una sola generación fue testigo de la total transformación de Tampico. A partir de 1877 vienen los cambios con la renovación del puerto y el tendido de vías de ferrocarril, mientras que a la vuelta del siglo XX se descubre el petróleo. Esta modernización es también un espacio histórico en el que comenzaron a formarse nuevas relaciones sociales.
La economía y la política transformaron al Tampico de finales del siglo XIX
“La nuevas condiciones económicas y políticas vinieron a alterar las formas de vida de los tampiqueños, acostumbrados a una vida sencilla y rural, la expansión comercial innovó otros ritmos y pautas. Con todo, la ciudad mantuvo un cierto equilibrio entre lo nuevo y lo viejo. Pero la aparición del petróleo terminó por cambiarlo todo”, señala el historiador Lief Adleson.
En su libro “Historia social de los obreros industriales de Tampico”, comenta que la construcción de los muelles y el calado del río hizo que grandes embarcaciones llegaran a Tampico, lo que creó también nuevas condiciones laborales, así como una promoción de inmigrantes de las colonias inglesas y francesas, que llegaban a los muelles a realizar el trabajo más arduo.
También el petróleo atrajo a miles, indica, “nuevos hombres llegaron, unos a controlar y otros a trabajar en la nueva industria. Estos últimos se vieron inmersos en una sociedad donde la empresa y el dinero estructuraron buena parte de su vida, para lo cual tendría que crear nuevas maneras de ver el mundo y de relacionarse con él".
Tampico y su transformación laboral y económica
En 1896, se establecían ya los primeros tabulares de trabajo en el Tampico que estaba transformándose en un centro laboral importante, los haberes diarios devengados por estos obreros rasos, fluctuaban entre 50 y 75 centavos, mientras que los hombres que conocían el oficio de estibador, ganaban entre 1.00 peso y 1.25 por el día de 12 horas.
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Mientras que en los muelles crecía el movimiento de obreros y personas, hacía 1905, Tampico estaba a punto de estallar en un a vorágine económica, la industria petrolera y las actividades asociadas a ella modificarían los contextos político, social y laboral, además de traer oportunidades de cambio para aquellos que se sentían atrapados.
Este boom del llamado oro negro, será la primera irrupción en la ciudad, pues Tampico dejará atrás desde sus costumbres hasta sus paisajes, para entrar en una carrera de modernización nunca antes vistas, además de generar una fuerza laboral que detonará en la expropiación petrolera y la creación de nuevas organizaciones obreras como el cooperativismo.
La inversión de empresas extranjeras en Tampico
Entre 1910 y 1925 diversas empresas extranjeras invirtieron millones de dólares para dotar a sus instalaciones, cercanas al puerto, de sistemas modernos de exploración y exportación del líquido codiciado y de sus derivados. La población aumentó de 17 mil en 1910 a cerca de 150 mil en 1921.
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Siete refinerías principales, plantas de tratamiento, aglomerados de tanques de almacenamiento, estaciones de embarque, muelles, talleres, casas de bombeo, laberintos de tubería, eran el nuevo escenario alrededor de la ciudad.
Atraída por la oferta de empleo y la promesa de altos salarios durante momentos de intranquilidad social en otras partes, mucha gente emigró a la urbe.
Tampico y el trabajo petrolero llegaron a tener un aire exótico. Circulaban por muchos lugares del país cuentos de toda índole acerca de las fantásticas oportunidades para hacerse rico con solo el esfuerzo de agacharse para recoger las monedas de oro que rodaban por las calles. Fue una época que definió la identidad de los habitantes de este ciudad.
Fueron los estibadores y los petroleros los que con su esfuerzo hicieron rodar la rueda del progreso y la modernización de Tampico, entre estos trabajadores surgieron los primeros héroes obreros que habrán de generar los cambios que modernizaron las condiciones laborales en el país.
