La fragilidad del sector de la construcción, resultante que las oportunidades de contratos en el sector público cayeron 77.1% y los privados permanecen estancados, mantienen fuera del empleo formal a más de tres mil 250 trabajadores en Tampico, Ciudad Madero y la región; el porcentaje más alto en el comparativo al resto del estado.
A pesar de la ligera recuperación en 2021 hasta diciembre pasado, las empresas constructoras mantienen el índice deficitario en empleo, lo que hace imperativo que el Poder Ejecutivo en sus tres niveles comience la liberación de recursos para obra pública y otorgue máximas facilidades a privados, para comenzar proyectos estancados.
EN PICADA EL GASTO PÚBLICO EN TAMAULIPAS
Gerardo Holguín López, candidato a la presidencia de la delegación estatal de Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, señaló hasta octubre pasado el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco) mostraban que en ese periodo el 78.1% de la obra realizada en el gremio fue de inversión privada, con un valor de cinco mil 797 millones de pesos y el restante 21.9% a inversión pública con un total de mil 630 millones de pesos.
Esos datos hablan del estrecho gasto público en la entidad, afectando en especial a las constructoras de Tampico, Madero y Altamira, las cuales en el 2021 perdieron tres mil 241 empleos. En diciembre de 2020 contabilizaban 19 mil 925 trabajadores asegurados en el IMSS, pero esa cifra cayó a 16 mil 684 al cierre de 2021.
Ninguna otra subdelegación en la entidad, esto es Reynosa, Matamoros, Victoria, Laredo o Mante presentan esos números negativos, pues además que han venido recuperando a sus trabajadores, es en Tampico, Madero y Altamira donde el sector de la construcción tiene una mayor fortaleza.
PEOR QUE NUNCA, ASÍ ES LA CRISIS DEL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Explicó que a nivel estatal, en el primer trimestre de 2021 comenzó a ganar terreno con una recuperación de 12.9%, respecto al trimestre anterior, pero esa tendencia no fue generalizada.
De esa forma, el valor de producción entre enero-julio pasado, ascendió a siete mil 427 millones de pesos corrientes, lo que implicó una reducción de 42.5% respecto a 2020.
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Los sectores más afectados por la baja inversión pública fue de 97.6% en la facturación de obras hidráulicas; asimismo, en actividades para trabajos de conducción de gasolinas y gas e instalaciones petroquímicas con 87.3%.
