En la margen izquierda del río Pánuco podemos encontrar una estructura colosal que ha servido de guía a numerosas embarcaciones comerciales que arribaron seguras al puerto, un sitio histórico que data del porfiriato y que con sus 139 años de antigüedad es un emblema de Ciudad Madero: el faro de la colonia La Barra.
La instalación del faro en la colonia La Barra formó parte de las iniciativas de Porfirio Díaz para incrementar la eficiencia del puerto, que ya en el siglo XIX despuntaba como el principal centro comercial exportador de México.
Faro de La Barra comenzó a funcionar a principios de 1883
“La ciudad cumplió las funciones de terminal ferroviaria, puerto fluvial, puerto de cabotaje y puerto de altura”, señala el historiador Roberto Hernández Elizondo.
Hernández Elizondo añade que Díaz gestiona una serie de obras para la consolidación del puerto, entre ellas la construcción de las escolleras en la desembocadura del río Pánuco, así como el establecimiento del sistema de dragado del canal de navegación para recibir buques de mayor calado.
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“Se importa de Francia; el faro, que todavía da servicio a la navegación en la actualidad y que está ubicado en La Barra”, indica el doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Aunque cabe señalar que también se habla que la estructura fue elaborada en Estados Unidos. Así, el 5 de febrero de 1883 inicia operaciones como señal marítima la majestuosa linterna.
¿Sabías que el plan original era construirlo en el cerro de Andonegui?
De acuerdo con información de la cronista de Ciudad Madero, Carolina Infante Pacheco, colocar el faro en la colonia La Barra, una de las fundadoras de la ciudad, no era la primera opción. En un principio, se había pensado colocarlo en el cerro de Andonegui, entonces el punto más alto de la zona, pero se descartó por hallarse muy retirado de la playa.
Finalmente se elige a La Barra por su cercanía a las aguas del golfo de México y por ello su luz tendría mayor visibilidad. Se hizo necesario entonces, anota la cronista, un pilotaje en la base, de forma hexagonal, y de 8.2 metros por lado.
Mientras que la linterna se alza del suelo a una altura de casi 42 metros, por lo que es considerado uno de los faros más altos del país. Su forma es la de una pirámide hexagonal con un cilindro central para las escaleras de caracol de 209 escalones que conducían al aparato de iluminación.
El faro de La Barra es resguardado por API Tampico y el INAH
“La luz producida por este faro estaba compuesta de un grupo de tres destellos blancos cada segundo. Siendo un faro de segundo orden, tenía una intensidad luminosa de 36 unidades de 100 lámparas cárcel. Su alcance luminoso en tiempo claro era de 55 millas marinas, y su alcance geográfico de 18 millas”, ha escrito Infante Pacheco.
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Actualmente el faro se encuentra a resguardo de la Administración Portuaria Integral (API) de Tampico, que en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo protegen y restauran con el fin de que en un futuro se vuelva un destacado punto turístico más en la zona conurbada.
