En 1988, el huracán Gilberto, categoría cinco, se formó frente a la península de Yucatán, azotó las costas de Tamaulipas y provocó a nivel nacional, de acuerdo a cifras oficiales, 51 mil 610 damnificados. Te contamos cómo se vivió el fenómeno meteorológico en la zona conurbada de Tampico.
EL SOL DE TAMPICO informó sobre los primeros reportes de alerta de ciclón, el plan de contingencia realizado por las autoridades de la región y los daños ocasionados por el huracán cuando “tocó tierra” en Soto la Marina y Matamoros. Acompáñanos a leer las noticias del pasado.
Todo comenzó en el Caribe
El miércoles 14 de septiembre de 1988, a las 19:00 horas, el huracán Gilberto ingresó al Golfo de México, proveniente de la isla de Cozumel, donde se registraron vientos de hasta 324 km/h. Para ese momento, ya había provocado desperfectos materiales y pérdidas humanas en Jamaica y Honduras.
La importancia de encontrar un refugio
La portada del viernes 16 de septiembre de 1988, anunciaba que la ciudad de Tampico estaba bajo estado de alerta. Se esperaba que Gilberto entrará por la Laguna Madre a territorio tamaulipeco, con vientos de 250 km/h.
El Centro de Previsión del Golfo en Veracruz, aunado al Servicio Meteorológico del país, estimaban que el huracán entraría en las coordenadas de 25 grados Latitud Norte y 97 grados Latitud Oeste.
Para ese momento, las medidas de seguridad tomadas por el gobierno de México y el de Estados Unidos se calificaron como “rígidas”, es decir, se activaron todos los protocolos posibles para preservar la vida.
La Armada de México, a través de la Primera Zona Naval Militar de Tampico, dirigida por Mario Rodríguez Esperón, ejecutó el plan “M-A”. El cual consistía en proteger a la población civil que habitaba en la costa. Para ello, se desplegaron más de 2 mil elementos militares para ayudar a las personas a buscar refugio ante la tempestad.
Preparados para la adversidad
La Capitanía del Puerto, a cargo de Aristídes Palma, cerró operaciones marítimas. Cerca de 30 embarcaciones fueron atracadas al muelle y se ordenó llevar a suelo firme todos los botes sencillos de pesca.
El personal de la policía, bomberos y tránsito permanecían acuartelados en espera de la catástrofe ambiental prevista.
En Tampico se habían abierto refugios temporales en las escuelas “Carlos A. Carillo”, “Ignacio Zaragoza” y “Gabino Barredo”; y en el Hospital Civil “Dr. Heriberto Espinoza Rosales”.
El director general del Sistema Portuario de Altamira, en ese momento, Francisco Javier Mares Cárdenas, aseveró que el equipo industrial del municipio estaba ya bajo resguardo.
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La Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro de energía eléctrica en las colonias del norte para evitar accidentes provocados por las lluvias y los fuertes vientos que se avecinaban.
La zona conurbada de Tampico conoce a Gilberto
A las 23:00 horas, del viernes 16 de septiembre de 1988, el huracán Gilberto entró, acorde a lo previsto, por el territorio de Laguna Madre, en el municipio de La Carbonera, provocando en la región sur de Tamaulipas vientos de 110 km/h.
El alcalde de Tampico, Nicanor Fernández Cabrera, declaró que el río Pánuco estaba a punto de desbordarse, más del 80 % de la ciudad carecía de luz, además diversas colonias presentaban problemas con el suministro de agua potable.
La portada de EL SOL DE TAMPICO del sábado 17 de septiembre de 1988, anunciaba 9 mil damnificados. La CFE aducía que las múltiples caídas de árboles, anuncios y láminas perjudicaron el cableado eléctrico, provocando la falla en el servicio.
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El presidente de la Unión de Servicios Turísticos de la época, Lucio Torres Saldaña, calculaba que el 90 % de las palapas de playa Miramar presentaban daños. En la misma situación sé encontraban diversos restaurantes, hoteles y depósitos. Los desperfectos causados en los límites costeros se calculaban en millones de pesos.
Al mismo tiempo, el director general de Pemex, Francisco Rojas, comunicaba que los hospitales, clínicas y consultorios de la empresa quedaban abiertos al público en general.
El Washington Post entrevistó al Sol de Tampico
Además de afectar a Tamaulipas, el pronóstico del clima apuntaba que Gilberto iba a llegar también a las costas de Estados Unidos. El peligro que representaba el huracán (categoría 5) provocó que el periódico Washington Post se contactará con EL SOL DE TAMPICO, solicitando un informe de la situación.
En entrevista para el medio estadounidense, el editor del periódico, José Antonio Lara, indicó que el techo del ayuntamiento de ciudad Victoria, capital del Estado, se desprendió del resto del edificio a causa de los estragos del huracán.
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Sin embargo, Gilberto solo provocó lluvias muy fuertes en Brownsville, Texas, antes de perder intensidad.
Todo acabo tan rápido como empezó
El pronóstico del clima del domingo 18 de septiembre de 1988, de EL SOL DE TAMPICO, apuntaba únicamente lluvias débiles y dispersas para el territorio de Tamaulipas. El huracán Gilberto días antes calificado por el mismo periódico como “el de mayor potencia en este siglo”, se había desintegrado.
Hace casi 35 años, a finales de los años 80, el huracán Gilberto azotó las costas de Tamaulipas. El viernes 16 de septiembre de 1988, la zona conurbada de Tampico se preparaba para un escenario climático adverso. Por fortuna, no se reportaron pérdidas humanas.
