Estados Unidos de América es un país conformado por inmigrantes de Europa y de Asia, tierra de conquista a donde llegaron aventureros de distintas nacionalidades para fundar lo que hoy es el Estado más poderoso del mundo. Solo que USA ha olvidado sus orígenes, y los norteamericanos de hoy, no todos, pero sí una gran mayoría, ven con ojos de horror al movimiento migratorio que busca llegar a lo que se ha dado en llamar “el sueño americano”.
Uno de los más recalcitrantes enemigos del actual movimiento de migrantes de América del Sur lo es el gobernador del estado de Texas, Greg Abbot, quien está impulsando una ley racista que pretende detener a cualquier persona de apariencia no norteamericana, a fin de deportarla en caso de no comprobar su estancia legal en el país del norte.
Ahora, cualquier persona con tez morena que se encuentre en la vía pública corre el peligro de ser criminalizada por los policías gringos, si es que se impone la ley racista aprobada por el Congreso de Texas e impugnada por las autoridades federales de Estados Unidos.
A tal grado ha llegado la fobia y el racismo de una gran cantidad de ciudadanos texanos, que se creen con derechos de “cazar” a los migrantes que en su lucha por penetrar en el país gringo tienen la desgracia de pasar por una de las extensas propiedades de los supremacistas blancos.
Ese tal Abbot ha de ser descendiente de alguno de aquellos gringos que se apropiaron, por no decir robaron, el estado de Texas y después trataron de convertirse en nación independiente de la Unión Americana, cosa que no lograron.
Por eso hoy es el estado de la estrella solitaria.
En otros asuntos, el Partido del Trabajo impugnó la candidatura de Adrián Oseguera Kernion a la diputación federal, esgrimiendo que existía inequidad de género, motivo por el cual la autoridad electoral local ordenó invalidar el registro del alcalde de Ciudad Madero con licencia.
Oseguera Kernion, con legítima indignación, informó a los medios que lucharía por sus derechos políticos y constitucionales, ante este absurdo proceder en su contra, como ya había sucedido con anterioridad en su campaña anterior por la Presidencia Municipal de la urbe petrolera.
En aquella ocasión, AOK, luego de una intensa campaña logró lo que legítimamente le correspondía: la restitución de su candidatura, la que ganó con una gran ventaja de votos sobre su contrincante.
Y en el puerto jaibo, la candidata de la coalición que seguirá haciendo historia, Mónica Villarreal Anaya, registró su candidatura ante el Consejo Municipal Electoral de Tampico acompañada de quienes serán parte de la fórmula que conformará su campaña electoral.
Mónica Villarreal Anaya es, sin duda, una mujer con amplia experiencia en la política porteña, estimada en la sociedad de Tampico e identificada con las clases populares por su carisma y don de gentes.
Su estirpe en los asuntos del estado nace con la herencia de su padre, el ingeniero Américo Villarreal Guerra, exgobernador del estado, un hombre que dejó huella en la tierra cueruda por su incansable trabajo en favor de los tamaulipecos.
P.D. Mónica VA.
