/ jueves 15 de noviembre de 2018

Demóstenes

Demóstenes fue uno de los personajes favoritos para los miembros de mi generación que sentían inclinación por la actividad cultural de participar en los concursos de oratoria en donde se ponía en práctica el valor y los conocimientos de los concursantes quienes competían en una liza de la palabra que se dividía en dos partes, la primera fase era desarrollar una pieza oratoria premeditada y aprendida de memoria y después intervenir en una segunda oportunidad en la que el tema era seleccionado por los miembros del jurado, lo que ponía al orador frente al abismo de la improvisación, en el que con frecuencia mucho de los jóvenes caían porque no tenían la menor idea del contenido del tema que les indicaban los jueces que calificaban la calidad del orador en turno que la mayor de la veces eran profesionistas con experiencia y cultura en el arte de hablar en público y desarrollar temas históricos de los héroes nacionales que nos dieron patria y libertad. Hoy todo esto tan lejos de la juventud, que está más cerca de la tecnología y la comunicación pero que no estimula ni promueve el patriotismo, la solidaridad y el compromiso social.

Conocíamos perfectamente la vida de Demóstenes, sabíamos que era tartamudo y que practicaba sus brillantes piezas oratorias frente al mar, nos impresionó la metodología que usó para vencer la tartamudez que lo inhibía algunas veces cuando en el ágora de Atenas se dirigía a las multitudes. Demóstenes se ponía piedras en la lengua para con esto eliminar de fondo su dificultad para hablar de una manera fluida y perfecta. Recuerdo que eran muchos los jóvenes de mi época que acudían a Miramar a desarrollar los temas sobre la vida y la obra del presidente Benito Juárez. Eran otros tiempos lamentablemente.

Federico Nietzsche fue un lector entusiasta de la vida de Demóstenes, el asegura en su obra que el orador ateniense fue alumno distinguido de Sócrates. Cicerón otro grande de la historia escribió que nuestro querido Demóstenes también recibió clases de Platón y Aristóteles por lo que tenemos que dar por seguro que toda la inteligencia que después el orador griego puso en la práctica en una etapa de su vida en la que mientras recuperaba la enorme fortuna que dejaron sus padres en un complicado fideicomiso, vivió de la escritura judicial y de los fogosos discursos que pronunciaba en defensa de Atenas ante las intenciones aviesas de Filipo II, primero y Alejandro Magno, después que finalmente se apoderaron de la ciudad estado que tanto amaba Demóstenes, y que siempre fue su patria que llegó a defender incluso con su propia vida cuando los enemigos de Atenas se apoderaron de su tierra, escogiendo el destino del suicidio ante la posibilidad de caer en manos de sus enemigos.

Demóstenes se interesó en la política en el año 350 A.C. cuando dio sus primeros discursos políticos en público dedico sus años de plenitud física e intelectual a oponerse a la expansión del reino de Macedonia. Idealizaba su ciudad y luchaba por restaurar la supremacía ateniense para oponerse al rey de Macedonia. Busco preservar la libertad de Atenas y establecer una lianza contra Macedonia en un intento sin éxito de impedir los planes de Filipo de expandir su influencia hacia el sur conquistando las ciudades estado griegas. Antes de que muriera Filipo, Demóstenes tuvo un papel capital en el levantamiento de Atenas y Tebas contra el rey Macedonio y su hijo Alejandro. Estos enviaron a sus hombres para que acabaran con Demóstenes. Demóstenes prefirió suicidarse como lo señalé arriba para no caer en manos de los enemigos de Grecia.

Se puede asegurar que este ateniense brillante buscó por todas las vías contener a su adversario: una y otra vez intentó reconstruir las alianzas con las otras ciudades griegas, incluso llegó al extremo de unirse con su enemigo acérrimo los persas, con tal de detener al rey de Macedonia.

En toda esta extraordinaria lucha, Demóstenes se hizo de grandes enemigos que no dudaron en liquidarlo después de las derrotas militares que sufrió Atenas, es donde se presenta el genio político extraordinario de Demóstenes en medio de la adversidad que teniendo todo en su contra, supo defenderse con una elocuencia tal que acusado se convirtió en acusador cuando estaba siendo atacado por Esquines, quien había intentado responsabilizarlo de la derrota y de los miles de muertos con el argumento de que ocasionaba la ruina de todo lo que tocaba.

La oratoria genial es el instrumento más importante que debe tener el hombre de estado para dirigirse a su nación, es la metodología emocional y lógica que sabe concatenar la fortaleza con la derrota, convertir las lágrimas en sonrisas y hacer llevadera las realidad de pobreza creando la expectativa por medio de una comunicación auténtica y respaldada por un comportamiento republicano y austero de quien gobierna para que la población no sea víctima de la desesperanza. Es pues la oratoria un arma que todo político profesional inteligente y honrado debe tener de su lado para conducir con rectitud el destino de su país, estado o ciudad que le tocó dirigir.

La figuralegendaria y clásica de Demóstenes, el fantástico orador griego que con su elocuencia logró enfrentarse y algunas veces vencer a Filipo II, rey de Macedonia, y después a su hijo el inconmensurable Alejandro Magno…


Demóstenes fue uno de los personajes favoritos para los miembros de mi generación que sentían inclinación por la actividad cultural de participar en los concursos de oratoria en donde se ponía en práctica el valor y los conocimientos de los concursantes quienes competían en una liza de la palabra que se dividía en dos partes, la primera fase era desarrollar una pieza oratoria premeditada y aprendida de memoria y después intervenir en una segunda oportunidad en la que el tema era seleccionado por los miembros del jurado, lo que ponía al orador frente al abismo de la improvisación, en el que con frecuencia mucho de los jóvenes caían porque no tenían la menor idea del contenido del tema que les indicaban los jueces que calificaban la calidad del orador en turno que la mayor de la veces eran profesionistas con experiencia y cultura en el arte de hablar en público y desarrollar temas históricos de los héroes nacionales que nos dieron patria y libertad. Hoy todo esto tan lejos de la juventud, que está más cerca de la tecnología y la comunicación pero que no estimula ni promueve el patriotismo, la solidaridad y el compromiso social.

Conocíamos perfectamente la vida de Demóstenes, sabíamos que era tartamudo y que practicaba sus brillantes piezas oratorias frente al mar, nos impresionó la metodología que usó para vencer la tartamudez que lo inhibía algunas veces cuando en el ágora de Atenas se dirigía a las multitudes. Demóstenes se ponía piedras en la lengua para con esto eliminar de fondo su dificultad para hablar de una manera fluida y perfecta. Recuerdo que eran muchos los jóvenes de mi época que acudían a Miramar a desarrollar los temas sobre la vida y la obra del presidente Benito Juárez. Eran otros tiempos lamentablemente.

Federico Nietzsche fue un lector entusiasta de la vida de Demóstenes, el asegura en su obra que el orador ateniense fue alumno distinguido de Sócrates. Cicerón otro grande de la historia escribió que nuestro querido Demóstenes también recibió clases de Platón y Aristóteles por lo que tenemos que dar por seguro que toda la inteligencia que después el orador griego puso en la práctica en una etapa de su vida en la que mientras recuperaba la enorme fortuna que dejaron sus padres en un complicado fideicomiso, vivió de la escritura judicial y de los fogosos discursos que pronunciaba en defensa de Atenas ante las intenciones aviesas de Filipo II, primero y Alejandro Magno, después que finalmente se apoderaron de la ciudad estado que tanto amaba Demóstenes, y que siempre fue su patria que llegó a defender incluso con su propia vida cuando los enemigos de Atenas se apoderaron de su tierra, escogiendo el destino del suicidio ante la posibilidad de caer en manos de sus enemigos.

Demóstenes se interesó en la política en el año 350 A.C. cuando dio sus primeros discursos políticos en público dedico sus años de plenitud física e intelectual a oponerse a la expansión del reino de Macedonia. Idealizaba su ciudad y luchaba por restaurar la supremacía ateniense para oponerse al rey de Macedonia. Busco preservar la libertad de Atenas y establecer una lianza contra Macedonia en un intento sin éxito de impedir los planes de Filipo de expandir su influencia hacia el sur conquistando las ciudades estado griegas. Antes de que muriera Filipo, Demóstenes tuvo un papel capital en el levantamiento de Atenas y Tebas contra el rey Macedonio y su hijo Alejandro. Estos enviaron a sus hombres para que acabaran con Demóstenes. Demóstenes prefirió suicidarse como lo señalé arriba para no caer en manos de los enemigos de Grecia.

Se puede asegurar que este ateniense brillante buscó por todas las vías contener a su adversario: una y otra vez intentó reconstruir las alianzas con las otras ciudades griegas, incluso llegó al extremo de unirse con su enemigo acérrimo los persas, con tal de detener al rey de Macedonia.

En toda esta extraordinaria lucha, Demóstenes se hizo de grandes enemigos que no dudaron en liquidarlo después de las derrotas militares que sufrió Atenas, es donde se presenta el genio político extraordinario de Demóstenes en medio de la adversidad que teniendo todo en su contra, supo defenderse con una elocuencia tal que acusado se convirtió en acusador cuando estaba siendo atacado por Esquines, quien había intentado responsabilizarlo de la derrota y de los miles de muertos con el argumento de que ocasionaba la ruina de todo lo que tocaba.

La oratoria genial es el instrumento más importante que debe tener el hombre de estado para dirigirse a su nación, es la metodología emocional y lógica que sabe concatenar la fortaleza con la derrota, convertir las lágrimas en sonrisas y hacer llevadera las realidad de pobreza creando la expectativa por medio de una comunicación auténtica y respaldada por un comportamiento republicano y austero de quien gobierna para que la población no sea víctima de la desesperanza. Es pues la oratoria un arma que todo político profesional inteligente y honrado debe tener de su lado para conducir con rectitud el destino de su país, estado o ciudad que le tocó dirigir.

La figuralegendaria y clásica de Demóstenes, el fantástico orador griego que con su elocuencia logró enfrentarse y algunas veces vencer a Filipo II, rey de Macedonia, y después a su hijo el inconmensurable Alejandro Magno…