/ lunes 19 de julio de 2021

Desde el faro | Identidad y arraigo petrolero

Refinería Madero cumple 107 años de historia y trabajo, haciendo de Ciudad Madero un municipio pujante y próspero.

Nace con el nombre de la compañía “El Águila” de capital extranjero, edificada en la Villa Cecilia, hoy Ciudad Madero, la Refinería Madero de Petróleos Mexicanos (Pemex) cumple 107 años de ser un referente y parte fundamental para el desarrollo de esta región del estado de Tamaulipas y norte de Veracruz.

Después de la expropiación petrolera, decretada por el expresidente de México, General Lázaro Cadenas del Río, el 18 de marzo de 1938, cambió al nombre de Francisco Ygnacio Madero, conocida como Francisco I. Madero.

Con un historial de lucha sindicalista y logros en favor de la clase trabajadora fuimos la “Cuna del Sindicalismo Mexicano”.

La refinería Madero, actualmente es la segunda más longeva de Pemex, fue construida con mano de obra mexicana, arrancando operaciones el 15 de julio de 1914.

Desde 1938 forma parte del Sistema Nacional de Refinación y ha contribuido a lo largo de los años a la producción de petrolíferos que son utilizados a nivel local y nacional.

En sus inicios contó con siete plantas: dos de destilación primaria de petróleo crudo, una reformadora de gas por vía térmica, una desintegradora térmica de residuos y obtención de gases, gasolinas y diluyentes, una recuperadora de líquidos y licuables por absorción, una productora de asfalto y una para obtener parafinas por enfriamiento y cristalización; por ello fue catalogada como la más grande de México en aquellos tiempos. Tenía una producción de alrededor de 65 mil barriles diarios.

Para 1999 se realiza la reconfiguración de esta refinería, llegando a 22 plantas de proceso, agregando tanques de almacenamiento, servicios principales y auxiliares, laboratorio y el área administrativa, logrando en ese momento una capacidad instalada de proceso de 186 mil barriles de petróleo por día.

Los principales productos de esta refinería son: gasolina, turbosina, diésel, combustóleo pesado, gas licuado, lubricantes, coque y asfalto.

La importancia de este centro de trabajo de Pemex ha sido muy relevante a lo largo de estos 107 años porque ha significado inversión, empleo y derrama económica, contribuyendo en la calidad de vida de los maderenses y de toda la región.

La fructífera producción que se generaba en esta tierra hizo que Ciudad Madero se convierta en un imperio petrolero, por la buena administración del Sindicato Petrolero bajo la dirección de don Joaquín Hernández Galicia (a) "La Quina", refiriéndome al pasado que se consolidó política y laboralmente hablando. Hoy solo queda el recuerdo de los años de prosperidad y fuente de empleo prioritaria en la zona.

Hoy por hoy, Pemex forma parte de la fuerza laboral que no ejerce una mayoría social ni política.

Aun así, al maderense se le identifica plenamente con el petróleo y, de una u otra manera, todos venimos de padres o abuelos que llegaron a esta zona a trabajar como “petroleros”, que le apostaron al progreso y bienestar para sus familias.

Ay la ra la la laaaaa soy Petrolero, ¡ay la la lalaaaa Viva Madero!!!

Lic. Adriana Carolina Infante Pacheco

Cronista municipal de Ciudad Madero

Refinería Madero cumple 107 años de historia y trabajo, haciendo de Ciudad Madero un municipio pujante y próspero.

Nace con el nombre de la compañía “El Águila” de capital extranjero, edificada en la Villa Cecilia, hoy Ciudad Madero, la Refinería Madero de Petróleos Mexicanos (Pemex) cumple 107 años de ser un referente y parte fundamental para el desarrollo de esta región del estado de Tamaulipas y norte de Veracruz.

Después de la expropiación petrolera, decretada por el expresidente de México, General Lázaro Cadenas del Río, el 18 de marzo de 1938, cambió al nombre de Francisco Ygnacio Madero, conocida como Francisco I. Madero.

Con un historial de lucha sindicalista y logros en favor de la clase trabajadora fuimos la “Cuna del Sindicalismo Mexicano”.

La refinería Madero, actualmente es la segunda más longeva de Pemex, fue construida con mano de obra mexicana, arrancando operaciones el 15 de julio de 1914.

Desde 1938 forma parte del Sistema Nacional de Refinación y ha contribuido a lo largo de los años a la producción de petrolíferos que son utilizados a nivel local y nacional.

En sus inicios contó con siete plantas: dos de destilación primaria de petróleo crudo, una reformadora de gas por vía térmica, una desintegradora térmica de residuos y obtención de gases, gasolinas y diluyentes, una recuperadora de líquidos y licuables por absorción, una productora de asfalto y una para obtener parafinas por enfriamiento y cristalización; por ello fue catalogada como la más grande de México en aquellos tiempos. Tenía una producción de alrededor de 65 mil barriles diarios.

Para 1999 se realiza la reconfiguración de esta refinería, llegando a 22 plantas de proceso, agregando tanques de almacenamiento, servicios principales y auxiliares, laboratorio y el área administrativa, logrando en ese momento una capacidad instalada de proceso de 186 mil barriles de petróleo por día.

Los principales productos de esta refinería son: gasolina, turbosina, diésel, combustóleo pesado, gas licuado, lubricantes, coque y asfalto.

La importancia de este centro de trabajo de Pemex ha sido muy relevante a lo largo de estos 107 años porque ha significado inversión, empleo y derrama económica, contribuyendo en la calidad de vida de los maderenses y de toda la región.

La fructífera producción que se generaba en esta tierra hizo que Ciudad Madero se convierta en un imperio petrolero, por la buena administración del Sindicato Petrolero bajo la dirección de don Joaquín Hernández Galicia (a) "La Quina", refiriéndome al pasado que se consolidó política y laboralmente hablando. Hoy solo queda el recuerdo de los años de prosperidad y fuente de empleo prioritaria en la zona.

Hoy por hoy, Pemex forma parte de la fuerza laboral que no ejerce una mayoría social ni política.

Aun así, al maderense se le identifica plenamente con el petróleo y, de una u otra manera, todos venimos de padres o abuelos que llegaron a esta zona a trabajar como “petroleros”, que le apostaron al progreso y bienestar para sus familias.

Ay la ra la la laaaaa soy Petrolero, ¡ay la la lalaaaa Viva Madero!!!

Lic. Adriana Carolina Infante Pacheco

Cronista municipal de Ciudad Madero