/ jueves 13 de agosto de 2020

Fractal | Déficit de naturaleza en la infancia, sí hay forma de corregir el camino

PARTE 3

Como todo en la vida, existe un amplio abanico de posibilidades para corregir el rumbo, las decisiones que tomemos hoy afectarán la vida de las futuras generaciones.

Un camino de mil millas siempre se inicia con un solo paso. (Lao-Tse)

Los grandes retos comienzan con pequeñas ideas, así tenemos que analizar bien las decisiones que tomemos para encontrar nuevas rutas, para que los que siguen nuestros pasos tengan un mejor lugar dónde existir con salud mental y física.

Amigos lectores, hoy hago entrega de esta la tercera columna dedicada a los niños y el desapego a la naturaleza, y en ella deseo dejar la esperanza de que aún estamos a tiempo de redimir el camino, hemos sido dotados de todo como especie para ser los guías y protectores del planeta, pero día con día nos estamos alejando de lo que realmente es la base de este gran castillo de cristal que construimos como civilización, una extensa parte de la humanidad no está en condiciones físicas ni mentales adecuadas para seguir fungiendo como ejemplo a las generaciones futuras, nos hemos alejado tanto de la naturaleza que a muchos les parece peligrosa y terrorífica, la vida moderna ha invalidado tanto, en cuestión de instinto y sentido común, que estamos basando toda nuestra civilización en lo tecnológico, y por ende la educación de nuestros hijos y nietos, pequeños que no pueden estar cinco minutos despegados de su ordenador o dispositivo móvil, y si osan quitárselo, el grado de histeria y desesperación llega a límites de la psicosis, esto indica un alto grado de adicción a los estímulos inmediatos de placer que les brinda el recibir información directa, de forma visual digerida y diseñada para generar descargas enormes de endorfinas, aunado a la mala alimentación y exigencia de los cuerpos jóvenes ávidos de golosinas y refrescos, con poca o nula actividad física, creo que la receta está lista, nuestra juventud, de seguir así, está condenada a sufrir todas las consecuencias de nuestra falta de responsabilidad como padres, o mejor dicho la apatía y desinterés por el destino que les espera.

Convertid un árbol en leña y arderá para vosotros, pero no producirá flores ni frutos para vuestros hijos. (Rabindranath Tagore)

La gran ventaja de la vida natural es que se puede hacer algo para revertir el mal camino, arar nuevamente la tierra y sembrar nuevas semillas, con la esperanza de tener una mejor cosecha, no hay tiempo que perder, existen metodologías educacionales que en otros países ya están haciendo la diferencia y están sembrando las nuevas semillas, una de estas prácticas es el llamado "bosque escuela", el cual consiste en integrar a los niños y jóvenes a la naturaleza y reforzar los lazos primordiales, generadores de ideas y gestionar así una mejor relación con el medio ambiente y de una forma racional y objetiva, entiendan que dependemos de lo que nuestra madre tierra nos ofrece, a cambio de respeto y aprender a coexistir en armonía, en este tipo de escuelas manejan la naturaleza como maestra, ya que los ejemplos son directos y prácticos, no es lo mismo imaginar la textura de un árbol a sentirla, o pensar en tres mariposas, que verlas y contarlas al vuelo, los resultados de una educación apegada a la naturaleza y en un espacio fuera de 4 paredes es más interesante y deja un recuerdo para toda la vida, ya que lo que se vive se imprime en nuestras mentes, a comparación con lo que se hace de forma rutinaria y con diagramas o dibujitos, escuchar aves en su estado silvestre y saber que al siguiente día la escuela los espera con mil cosas nuevas que ver, escuchar, oler y tocar, en países europeos ya están realizando con éxito esta técnica, con muy buenos resultados, creo que México tiene potencial para salir adelante, solo falta la voluntad de nosotros como sociedad para ayudar a nuestros niños, y no dejar que la cosecha se pierda, por ser indiferentes e irresponsables.

O ¿usted qué opina?

Regeneración-19

PARTE 3

Como todo en la vida, existe un amplio abanico de posibilidades para corregir el rumbo, las decisiones que tomemos hoy afectarán la vida de las futuras generaciones.

Un camino de mil millas siempre se inicia con un solo paso. (Lao-Tse)

Los grandes retos comienzan con pequeñas ideas, así tenemos que analizar bien las decisiones que tomemos para encontrar nuevas rutas, para que los que siguen nuestros pasos tengan un mejor lugar dónde existir con salud mental y física.

Amigos lectores, hoy hago entrega de esta la tercera columna dedicada a los niños y el desapego a la naturaleza, y en ella deseo dejar la esperanza de que aún estamos a tiempo de redimir el camino, hemos sido dotados de todo como especie para ser los guías y protectores del planeta, pero día con día nos estamos alejando de lo que realmente es la base de este gran castillo de cristal que construimos como civilización, una extensa parte de la humanidad no está en condiciones físicas ni mentales adecuadas para seguir fungiendo como ejemplo a las generaciones futuras, nos hemos alejado tanto de la naturaleza que a muchos les parece peligrosa y terrorífica, la vida moderna ha invalidado tanto, en cuestión de instinto y sentido común, que estamos basando toda nuestra civilización en lo tecnológico, y por ende la educación de nuestros hijos y nietos, pequeños que no pueden estar cinco minutos despegados de su ordenador o dispositivo móvil, y si osan quitárselo, el grado de histeria y desesperación llega a límites de la psicosis, esto indica un alto grado de adicción a los estímulos inmediatos de placer que les brinda el recibir información directa, de forma visual digerida y diseñada para generar descargas enormes de endorfinas, aunado a la mala alimentación y exigencia de los cuerpos jóvenes ávidos de golosinas y refrescos, con poca o nula actividad física, creo que la receta está lista, nuestra juventud, de seguir así, está condenada a sufrir todas las consecuencias de nuestra falta de responsabilidad como padres, o mejor dicho la apatía y desinterés por el destino que les espera.

Convertid un árbol en leña y arderá para vosotros, pero no producirá flores ni frutos para vuestros hijos. (Rabindranath Tagore)

La gran ventaja de la vida natural es que se puede hacer algo para revertir el mal camino, arar nuevamente la tierra y sembrar nuevas semillas, con la esperanza de tener una mejor cosecha, no hay tiempo que perder, existen metodologías educacionales que en otros países ya están haciendo la diferencia y están sembrando las nuevas semillas, una de estas prácticas es el llamado "bosque escuela", el cual consiste en integrar a los niños y jóvenes a la naturaleza y reforzar los lazos primordiales, generadores de ideas y gestionar así una mejor relación con el medio ambiente y de una forma racional y objetiva, entiendan que dependemos de lo que nuestra madre tierra nos ofrece, a cambio de respeto y aprender a coexistir en armonía, en este tipo de escuelas manejan la naturaleza como maestra, ya que los ejemplos son directos y prácticos, no es lo mismo imaginar la textura de un árbol a sentirla, o pensar en tres mariposas, que verlas y contarlas al vuelo, los resultados de una educación apegada a la naturaleza y en un espacio fuera de 4 paredes es más interesante y deja un recuerdo para toda la vida, ya que lo que se vive se imprime en nuestras mentes, a comparación con lo que se hace de forma rutinaria y con diagramas o dibujitos, escuchar aves en su estado silvestre y saber que al siguiente día la escuela los espera con mil cosas nuevas que ver, escuchar, oler y tocar, en países europeos ya están realizando con éxito esta técnica, con muy buenos resultados, creo que México tiene potencial para salir adelante, solo falta la voluntad de nosotros como sociedad para ayudar a nuestros niños, y no dejar que la cosecha se pierda, por ser indiferentes e irresponsables.

O ¿usted qué opina?

Regeneración-19